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Investigación israelí sobre teléfonos celulares



El uso frecuente y prolongado del teléfono móvil conlleva un mayor riesgo de desarrollo de tumores benignos y malignos en las glándulas salivales, según un estudio de la científica israelí Siegal Sadetzki.

Sadetzki, médico, epidemióloga y catedrática en la Universidad de Tel Aviv, argumenta que los usuarios habituales de un teléfono celular junto al oído tienen un 50 por ciento más de posibilidades de desarrollar un tumor en las partidas (glándulas situadas a ambos lados de la cara) que aquellos sin móvil.

El mayor riesgo se da entre los usuarios habituales que residen en zonas rurales, pues los móviles necesitan emitir mayor radiación para compensar la escasez de antenas, según el estudio, cuyas conclusiones recoge hoy el diario "The Jerusalem Post".

La investigadora llegó a estas conclusiones -recientemente publicadas en el American Journal of Epidemiology- tras analizar a quinientos israelíes diagnosticados con tumores benignos y malignos en las glándulas salivales.

Sadetzki y su equipo preguntaron al grupo de diagnosticados con tumores sobre su empleo del celular y después compararon los resultados con las respuestas de mil 300 israelíes sanos.

La científica da bastante importancia a que la muestra fuese Israel porque, "a diferencia de otros países", éstos han "adoptado muy rápidamente la tecnología celular y desde entonces se han convertido en grandes usuarios de forma extraordinaria".

"Esta población sin parangón (en cuanto al uso de teléfonos móviles) han dado una pista de que el uso de teléfonos móviles va asociado al cáncer", algo difícil de probar por el largo periodo de latencia de su desarrollo, explica.

La investigadora, que utiliza teléfono móvil, aboga, por tanto, por "tomar precauciones para disminuir la exposición y reducir los riesgos para la salud" de su empleo.

Por ejemplo, recomienda emplear "en todo momento" dispositivos "manos-libres", alejar el teléfono del cuerpo cuando se converse y evitar los interminables diálogos y las llamadas prescindibles.

Sadetzki pide además a los padres que consideren a qué edad deben permitir a sus hijos que tengan móvil, aunque mejora su comunicación.

"Parte de la tecnología que usamos actualmente conlleva riesgos. La cuestión no es si usarla, sino cómo hacerlo", concluye.

Fuente: El Occidental

 
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