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El expediente Escorpión. Informe secreto sobre un traidor a Israel



Según este documento publicado por Ronen Bergman, en "7 days magazine" del diario Yediot Ajronot el 20 de marzo del 2007 en las páginas 21 a la 28 (traducido por mi del inglés), TEDDY KOLLEK FUE UN INFORMANTE PARA LA INTELIGENCIA BRITÁNICA.

Los documentos secretos de la agencia de inteligencia británica MI5, que ahora se han abierto para su publicación, revelan el secreto que el legendario alcalde de Jerusalem mantuvo oculto: durante el período del Mandato, Teddy Kollek pasó a los británicos información sobre Etzel y Leji que condujo a la detención de decenas de combatientes de ambos movimientos. El nombre en clave como espía secreto era "Scorpión".

De acuerdo a los documentos, durante un período de años le entregó a los británicos, información secreta crucial sobre las actividades de Etzel (Irgún) y el Leji que llevaron a frustrar misiones, la captura de armamento y el arresto de grupos de combatientes de ambos movimientos clandestinos.

EL EXPEDIENTE ESCORPION


El 16 de agosto de 1945, vastas tropas de la armada inglesa y los servicios de inteligencia atacaron un campo de entrenamiento de la Organización Nacional Militar Etzel o Irgún - Que se hallaba entonces en total secreto y fuera de la vista en edificios abandonados en la localidad de Shuny, al lado de Biniamina. La incursión súbita que ocurrió al amanecer, atrapó a innumerables combatientes clandestinos que permanecieron en el lugar completamente sorprendidos.

El resultado fue el siguiente: 27 combatientes, entre ellos 3 mujeres y algunos activistas importantes de Etzel capturados, que formaban parte de las listas negras de personas buscadas por los servicios secretos británicos.

En esa misma incursión los británicos secuestraron gran cantidad de ametralladoras, rifles, fusiles, granadas de mano y explosivos. También confiscaron mucho material de propaganda, manuales de entrenamiento para combate, y de fabricación de bombas.

Los combatientes arrestados fueron rápidamente llevados ante un Tribunal militar británico y sentenciados a largas condenas de prisión. Esto fue un severo golpe para Etzel que se vió privado por mucho tiempo de algunos de sus mejores combatientes, y le produjo una tremenda pérdida de prestigio. Los británicos se encargaron de publicitar masivamente su exitoso operativo militar ante la prensa, lo que disuadió a muchos jóvenes de enlistarse en las filas de la organización clandestina.

Aún hoy, 62 años después del duro acontecimiento, los miembros del Etzel no se explicaban como pasó que las autoridades del Mandato británico tomaron conocimiento de la existencia del campo de entrenamiento en Shuny, y la incursión súbita al amanecer de ese 16 de agosto, continúa como una herida abierta en la memoria colectiva de los veteranos de la organización.

Este operativo británico de objetivo selectivo, se sumó a un gran número de golpes que los británicos tuvieron éxito en atestarle a los miembros del Etzel y del Leji durante esos años amargos, durante los cuales estas organizaciones no obedecieron al poder central liderado por David Ben Gurión, y pasaron a ser apodados como “los separatistas”.

Los líderes de los dos movimientos clandestinos no tenían pistas que llevaran a resolver el misterio. No entendían como los británicos en repetidas oportunidades consiguieron caerles encima por sorpresa y capturar a sus miembros. Por supuesto, culparon de estos hechos a la dirigencia judía del Ishuv, (comunidad judía en Palestina-Eretz Israel), que en otras instancias emprendió acciones directas en contra de ellos, pero más allá de las especulaciones sin comprobar, no tenían idea de quien le estaba entregando información a los británicos.

Los miembros del Etzel serían absolutamente sorprendidos al enterarse que dos días después de la incursión en Shuny, el 18 de agosto de 1945, un telegrama cifrado fue enviado desde las oficinas del servicio de inteligencia británica en Jerusalem, el MI5, a jefatura principal de Londres. El telegrama estaba clasificado como “Ultra Secreto, de tratamiento especial para ser entregado exclusivamente al destinatario”, y fue redactado en el marco de una reunión con el informante que suministró datos altamente valiosos y de acuerdo con el documento que es revelado aquí por primera vez: “la incursión fue conducida como resultado de la información del párrafo 4 y rindió resultados positivos en un estándar altamente inusual”.


Esta circunstancia fue revelada durante un amplio estudio realizado por la revista “7 Días”, a través de numerosos documentos develados en las últimas semanas, relacionados con las operaciones de los agentes del MI5 durante el período del Mandato que recientemente fueron puestos a disposición del público británico en Londres.

Entre ese material revelado se encontraron numerosos archivos referidos a las maniobras de los agentes del servicio de inteligencia británico hasta 1950, y del generoso colaboracionismo (del hebreo shituf peula) de la Agencia Judía con la Inteligencia Británica con el propósito de destruir a las dos organizaciones clandestinas Etzel y Leji.

Según los archivos que fueron liberados para la publicación se revelan detalles sobre la persona que pasó de manera especialmente activa la información que sirvió para realizar la incursión en Shuny, y también mucha información adicional sobre los miembros del Leji y del Etzel, en los años anteriores a la creación del Estado de Israel, y esta persona no sería otro que “El señor Jerusalem”, el alcalde legendario durante 28 años, (1965-1993), que durante los años del pre-estado era el mayor hombre de Inteligencia de la Agencia Judía, Teddy Kollek.

ARCHIVO SECRETO 66968

Hace aproximadamente un año atrás, el Ministerio del Exterior Británico entró en contacto con la Embajada de Israel en Londres para dar cuenta de la inminente publicación del archivo 66968 que se refiere enteramente a las conexiones entre Teddy Kollek y el Servicio de Inteligencia Secreta de Su Majestad.

La Embajada de Israel contestó que Kollek todavía estaba vivo y entregó una petición especial a nombre del Ministerio del Exterior en Jerusalem de no abrir el archivo para la opinión pública.

Los británicos, respetuosos de no revelar las identidades de los informantes que todavía estaban con vida, contesto afirmativamente a la petición. Y se conservó el archivo 66968 como confidencial hasta el día de hoy, sobre los pocos documentos que fueron publicados, se evitó hacer mención de toda pista que llevara a revelar el nombre de Kollek.

Este esfuerzo fue parcialmente exitoso, ya que la revista “7 días” obtuvo los documentos que conectan a Kollek con la entrega de mucha información valiosa a los británicos sobre las actividades de Etzel y Leji, durante los años previos al establecimiento del Estado de Israel. Sin embargo con la muerte de Kollek el 2 de enero de este año, a la edad de 95 años, la Cancillería británica renovó la petición de dar a la luz la totalidad de los archivos secretos personales de Kollek.


Con el transcurso de los años se presentaron muchas demandas legales contra Kollek sobre su desempeño en la traición a los miembros de Etzel y Leji. Las cosas llegaron a su punto crítico en 1989 durante el auge de la campaña para elecciones de Intendente de Jerusalem, en la que Kollek era candidato cuando personas no identificadas colgaron carteles alrededor de Jerusalem, en los cuales acusaban a Kollek de intentar voltear a Menajem Beguin y otros líderes de la resistencia contra los británicos. “No vote por Teddy el traidor” estaba escrito en los afiches, “sus manos estan cubiertas de sangre judía”. Kollek reaccionó ante estas acusaciones de manera imperturbable, dijo que era “una campaña de desprestigio e intimidación”.


Ahora consta que esas ya no son más meras acusaciones y especulaciones sin fundamento, sino que está confirmado en los documentos oficiales que se liberaron para su publicación. Hay dos clases de documentos. En algunos de los que pertenecen al periodo que se extiende hasta junio de 1946 durante el cual Kollek sirvió como alto funcionario de la Agencia Judía en Eretz Israel, aparece el nombre de Kollek explícitamente como alguien que informó a los británicos de las actividades de los miembros de Etzel y Leji.

En otros documentos del período en que Kollek fue enviado a Londres como representante de la Agencia Judía , desde la segunda mitad de 1946 en adelante aparece con el nombre en clave de un informante llamado “escorpión” como alguien que tenía reuniones en Londres con los contactos de inteligencia británicos. Pero la censura de los documentos respecto a la conexión entre el informante Escorpión y Kollek fue hecha de manera descuidada.

En los documentos que tuvo acceso “7 días”, aparecen las actividades de Escorpión con una referencia directa al archivo de Kollek, incluyendo su número personal de legajo, como también el lugar donde está la copia sin censura.

Es importante destacar que Kollek no brindó la información a los británicos a cambio de favores personales o gratificaciones, sino como parte de la cooperación entre la Agencia Judía y la Inteligencia Británica con el objetivo de erradicar las organizaciones Etzel y Leji. Es más, los británicos veian las actividades de Kollek como formalmente aprobadas por los líderes del Ishuv.

De acuerdo a los documentos que fueron liberados para su publicación, resulta que el 10 de agosto de 1945 (un día después de la bomba atómica de Nagasaki y 4 días después de la bomba sobre Hiroshima), Teodoro Kollek quien sirvió en esos días como “Jefe del departamento especial de tareas” y como subcomandante del departamento de Inteligencia de la Agencia Judía en el país, invitó a miembros del DSO (Oficina de Seguridad de la Defensa, básicamente el nombre encubierto de la filial MI5 en Palestina-Eretz Israel) y les dijo: “No nos hemos encontrado desde hace dos semanas y hay un montón de cosas de las que tenemos que hablar”.

Luego de esto, Kollek les envió una advertencia de un golpe de venganza a la incursión en Shuny , que tendría como resultado el secuestro de 20 niños británicos por parte del Etzel. Miembros del MI5 invitaron a Kollek a una reunión urgente para saber su opinión sobre la seriedad del plan y los detalles. Kollek los calmó y les dijo que de acuerdo a nueva información que estaba en su poder, los miembros del Etzel recibieron con resignación el castigo y no responderían con un atentado de venganza.

Kollek estaba en lo cierto y los miembros del Etzel habían decidido no responder. En esa reunión de acuerdo a lo que figura en los archivos británicos, les proveyó a los británicos información importante relacionada a que el golpe atestado al campo de entrenamiento de Shuny había llevado a que Etzel y Leji asumieran una posición más flexible y mostraran mejor voluntad para establecer un comando unido con la haganá.

Es asombroso probar a partir de estos documentos que Kollek en esta reunión puso en oídos de los británicos información altamente confidencial sobre acontecimientos que ocurrieron en reuniones secretas de los líderes de tres organizaciones, Haganá, Etzel y Leji.

De acuerdo a una síntesis de la reunión que fue conducida por un miembro de la Inteligencia Británica, Kollek le informó que él y miembros de la Agencia Judía, se oponían firmemente a las actividades terroristas de los movimientos Etzel y Leji, sumado a que él sabía que algunos de los británicos creían que la “pandilla de Stern” (apodo que le dio la inteligencia británica al Leji), existían bajo el control de la Haganá y eso no era verdad. Kollek también mencionó en la misma reunión, que la Haganá se había comprometido formalmente que Etzel y Leji harían un alto el fuego, aunque él ponía en duda eso.

Kollek no solo marcó una diferencia en esa reunión entre la Haganá por un lado y el Etzel y el Leji por el otro. De acuerdo al extracto de la reunión él le comunicó a sus contactos británicos valiosísima información de Inteligencia. De esta forma, por ejemplo, les describió los medios de comunicación que tenían entre los grupos de Etzel y Leji, quien era la persona responsable de recaudar fondos para las actividades de Etzel. En esa reunión reveló que los miembros de Leji estaban avocados a la instalación de un poste de comunicaciones inalámbricas en una huerta, próximo a Petaj Tikva. Kollek en esa misma reunión también les dijo que Etzel había empezado un entrenamiento intensivo para sus miembros en el área de Shuny. Según consta en los documentos, también dijo que sería una buena idea realizar una incursión en el lugar.

Kollek destacó en la reunión los nombres de David Kipper y de Ben Tzruya como los comandantes del entrenamiento de hombres, y que la Agencia Judía estaba realizando tremendos esfuerzos para conseguir información que llevara a su captura. También consta en ese informe que destacó que ambos estaban utilizando un departamento oculto en Rishon Letzion, el que usualmente también estaba habitado por distintos miembros de Etzel. Este departamento, agregó Kollek, “está siendo vigilado por mis hombres”. Y les pasó la información acerca que estos individuos constantemente realizaban actividades en contra de los británicos entre ellas mencionó el asesinato de un policía y el robo de explosivos de un depósito militar.

Seis días después que esta reunión tuvo lugar, ocurrió la incursión británica sobre Shuny, con la consecuencia de la toma de prisioneros, después de lo cual las sentencias de prisión para los miembros de Etzel empeoraron.

Resulta difícil juzgar moralmente los hechos acontecidos desde una distancia de más de 60 años. La apertura de estos archivos revela la fractura que existía en el Ishuv y la terrible guerra entre hermanos estando en el centro de este drama un hombre que se convirtió en uno de los símbolos más significativos del Estado de Israel, tanto dentro de las fronteras de su comunidad como internacionalmente.

Teodoro Kollek nació en Hungría en 1911 y creció en Viena. Desde temprana edad fue un activista enérgico de los movimientos de colonización. Emigró a Israel en 1934 y junto a su esposa Tamar se encontraba entre los fundadores del Kibbutz Ein Gev. Kollek se lució de inmediato con sus tremendas habilidades de organización, por su capacidad de seducir a personas de diferentes orientaciones debido a sus modales europeos y su capacidad instintiva para desarrollar tareas de inteligencia.

En 1939, un poco antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la Agencia comenzó a enviarlo a Europa en diversas “misiones secretas”. En 1942, la Agencia Judía lo destina a Estambul, por entonces una ciudad neutral en la que operaban silenciosamente agentes secretos de todas las facciones involucradas en la guerra, con el propósito de tratar de salvar judíos europeos. Simultáneo a esto, empezaron a llegar las primeras noticias de la masacre de judíos en la Shoá.

En un determinado momento Kollek estuvo entre los criticados por el ala derecha de Israel por no haber hecho lo suficiente por salvar judíos. Kollek rechazó esas críticas y alegó que Ben Gurión hizo todo lo que se pudo para salvar a los judíos pero no consiguió el apoyo de los Aliados.

De esa época data su conexión con la Inteligencia Británica. Sobre este tema, él cuenta en la autobiografía que escribió junto a su hijo Amos “Por Jerusalem, la historia de vida de Teddy Kollek” que fue publicada en Londres en 1978, sobre sus actividades en la Segunda Guerra Mundial.

A pesar del sentimiento de presión y bronca, era muy difícil tocar los hombres de contacto que estaban muy cerca nuestro en la misma Estambul. Pero ellos nos ayudaron en nuestras tareas diarias y nos eximieron de grandes obstáculos que soportamos en nuestra misión. A mi me parece que les deberíamos estar agradecidos también por eso. Inmediatamente después de mi llegada a Estambul, visité al Mayor Arthur Vitol, un oficial de inspección de pasaportes británico. El departamento de control de pasaportes era un organismo secreto de los servicios de inteligencia y el Mayor Vitol era el hombre con quien yo debía establecer contacto y trabajar con él en estrecha colaboración. El nos ayudó a ocultarnos y nos ayudó de todas las maneras que estuvieron a su alcance.”

Paralelamente a estas actividades en Estambul, Kollek puso en marcha misiones para la Agencia en el Cairo, con el propósito de formar un círculo de espías en los campos de prisioneros de Alemania e Italia establecidos por los británicos en el norte de Africa. Kollek eligió para los británicos a jóvenes judíos de origen alemán o italiano que se habían distinguido como soldados y recolectaron información muy valiosa que fue entregada a los británicos.

En su libro Kollek rememora muchos nombres de hombres de inteligencia a quienes él entregaría la información más adelante sobre –según la información lanzada recientemente por el MI5- una cantidad enorme de detalles y datos sobre el Etzel y el Leji, incluso en diferentes contextos. Así por ejemplo, él cuenta sobre el Coronel Hunloke de quien recibió la aprobación para el paso de un camión desde Egipto a Eretz Israel.

Un miembro judío de la brigada, Shalom Levin transportó en ese camión toneladas de armamentos y municiones robadas de los depósitos británicos que eran destinados a los escondites secretos de armas de la haganá en Eretz Israel. Fue atrapado por casualidad y puesto en libertad luego, en poco tiempo, gracias a las conexiones de Kollek.

Kollek también describe en su libro como llegó a conocer, un tiempo después de la victoria británica en la famosa batalla de Alam Halfa (en Africa del Norte) en noviembre de 1942, al oficial de inteligencia Maurice Olfield (foto).


Durante la guerra y después de ella, Olfield ocupó una serie de cargos importantes en el Sistema de Inteligencia británico, para el Oriente Medio y luego regresó a Gran Bretaña convertido en una de las grandes leyendas del servicio secreto de Su Majestad. En las décadas de 1950 y 1960 sirvió como director del MI6, el equivalente británico del Mossad, y el personaje de George Smiley el héroe de los libros de John Le Carre, fue inspirado en él.

Entre Kollek y Olfield se desarrolló una fuerte amistad. Durante este período Kollek conoció a otra figura más del MI6 pero esta persona estableció mucho menos confianza con Kollek. Él le dijo a Olfield, “el nuevo muchacho que ha llegado no me huele bien, estás seguro que no es un espía?” Olfield rió cortésmente y le ofreció a Kollek un trago y le dijo que se relajara. Sin embargo, el hombre, en cuestión, era Kim Philby (foto) cuyo nombre luego se vió empañado por la fama de ser uno de los más grandes doble-agentes descubiertos en la inteligencia británica.


Hacia el final de la guerra, a comienzos de 1945 con el envío por Ben Gurión a una misión en los Estados Unidos de Rubén Shiloach (Zaslani) (foto) que luego sería designado director del Mossad, Teddy Kollek lo sustituyó como jefe de la red de inteligencia de la Agencia Judía.


En esta tarea Kollek se entrevistaba regularmente con jefes de la inteligencia británica, entre ellos los que había conocido durante la guerra. El Etzel había demostrado relativa tranquilidad mientras se desarrollaba la guerra en Europa, y el Leji no estaba de acuerdo con esta política, ni bien terminó la guerra empezaron una serie de duros ataques terroristas en contra de los británicos. Al comienzo ellos focalizaron sus actividades solamente dentro de Eretz Israel. Pero rápidamente se expandieron al exterior con ayuda de sofisticadas redes que habían instalado en el extranjero, más allá de Israel sorpendiendo a los británicos repetidamente en diferentes partes del mundo.

Explosiones, asesinatos, cartas en sobres con explosivos, robos en bancos, robos de artillería y explosivos. Todo esto a la par de una organizada campaña de publicidad pegando afiches y transmitiendo desde radios clandestinas.

La inteligencia británica no tuvo éxito en hacer frente a la eficiente ola de terror y recibió duras críticas de numerosos círculos de gobierno en Londres. Calder Walton profesor de historia de Cambridge, describe en su arrolladora tesis doctoral sobre este período que fue aprobada hace pocas semanas en la Universidad de Cambridge, la ineficiencia del MI5 para combatir en esos días a los movimientos radicales judíos: “Las organizaciones terroristas sionistas plantearon una terrible amenaza en la seguridad británica después de la Segunda Guerra Mundial, más o menos, o al menos eso aparentó. Por otro lado el MI5 y las fuerzas de seguridad británicas en Palestina nunca tuvieron buena información de inteligencia sobre el Etzel y el Leji. Su estructura hacía que fuera muy difícil que los agentes secretos pudieran infiltrarse.”

En noviembre de 1944 el Leji asesinó a Lord Moyne, el ministro británico para asuntos de Oriente Medio, y llevó a cabo un par de intentos de asesinato del alto Comisionado Británico Sir Harold MacMichael. Los británicos estaban vulnerables. En el transcurso de 1946, el MI5 le notificó al Primer Ministro británico Clement Atlee y al Canciller Ernest Bevin que eran blancos de asesinato del Leji. Tomando en consideración el carácter que habían adquirido los ataques de estos movimientos sionistas, el MI5 tomó estas amenazas muy seriamente.


Como fue mencionado, el liderazgo del Isuv se oponía y había falta de obediencia de estas organizaciones a la autoridad de Ben Gurión. El mismo Kollek creía que era necesario actuar agresivamente en contra del Etzel y el Leji y él y sus hombres del departamento de inteligencia de la Agencia Judía entregaron muchísima información sobre estas organizaciones a los británicos. Dr Walton: “la mejor información de inteligencia con que contaron los británicos fue proporcionada por judíos y asociaciones sionistas moderadas. El terrorismo sionista era la acción de una minoría, que no tenían el soporte del conjunto de los judíos ni la mayoría sionistas. Entonces como ahora, las agencias de inteligencia británica dependían de figuras religiosas y políticos moderados que proveían información sobre los extremistas que llamaban a la violencia.”

Gracias a la cooperación con la Agencia Judía, la inteligencia británica consiguió 13 grandes victorias en febrero de 1945 cuando en una incursión en el principal comando de operaciones del Etzel arrestaron a Iaacov Meridor (foto). En un entusiasta telegrama a Londres escribieron: "El arresto se llevó a cabo gracias a la información proporcionada por la Agencia Judía".


Un tiempo después del arresto de Meridor, un experto del MI5 dedicado a desmantelar los grupos sionistas Etzel y Leji, Alex (Alec) Kellar, líder de la división "B" del MI5 en Palestina arribó a Eretz Israel para preparar un informe sobre la cooperación con la Agencia Judía. De acuerdo a Kellar, Kollek le dijo que con el propósito de acumular evidencia y obtener información sobre los miembros del Etzel y el Leji sus hombres capturaban activistas de estos movimientos, los encarcelaban en ubicaciones secretas dentro de asentamientos judíos (moshavim, kibbutzim, etc) y los interrogaban con métodos "no ortodoxos" en palabras de Kollek. Kollek continúo y explicó, según Kellar, que estos interrogatorios rendían "excelentes resultados". Algunos de los arrestados eran puestos en libertad, otros eran entregados a los británicos, y el resto quedaban en manos de los miembros de la Agencia Judía.
A partir de esta información que Keller recibió de los miembros de la Agencia judía, llegó a la conclusión que los servicios de inteligencia polacos fueron importantísimos en la creación de la organización Etzel, después que dejaron en libertad en las prisiones polacas a un gran número de activistas entre los que estaba Menajem Beguin (foto), cabecilla del movimiento.


A través del contacto con el Coronel Hunloke, que conocía a Kollek de Estambul, fue organizado (siempre según los documentos secretos), una reunión entre Kellar y los miembros del departamento de inteligencia de la Agencia. En esta reunión los miembros de la Agencia, le presentaron información que él calificó como "preocupante en extremo" acerca de que Etzel y Leji estaban planeando usar soldados judíos que servían en la armada británica alrededor del mundo, para colaborar con los atentados terroristas. Kellar exhortó a los miembros de la Agencia para que proveyeran a Hunloke de la mayor información posible sobre los posibles atentados.


Kollek escribió en su libro al respecto: "Nosotros nos oponíamos a las acciones terroristas en primer lugar por una cuestión de principios, pero también estábamos convencidos que esas actividades lastimarían a nuestros amigos (del lado británico). Nosotros sabíamos por ejemplo que Lord Moyne era un amigo cercano de Churchill y nosotros creíamos que Churchill y su círculo cercano tomarían una decisión con respecto al Medio Oriente después de la guerra. Entonces, por qué convertirlos en nuestros enemigos? Después del asesinato de Lord Moyne en manos de terroristas judíos en 1944, la Agencia Judía se esmeró en demostrar a los británicos que ellos se oponían diametralmente a cualquier actividad terrorista y se dedicaron a evitar nuevos incidentes como este".

Kollek agregó en su libro: "Yo siempre creí que en asuntos de estado se necesita una única autoridad central que sea responsable y con poder de acción. En las épocas en que yo mismo estuve envuelto en incontables actividades clandestinas, como contrabandear judíos o robar y contrabandear armamento, siempre me opuse a la anarquía dentro de nuestras fuerzas. No es posible justificar la creencia que cada hombre necesite actuar de acuerdo a lo que dicta su propia conciencia, y debería prohibirse que cada individuo o grupo actúen independientemente. Del mismo modo creo que el gobierno necesita asegurarse que sus instrucciones sean acatadas. De esta forma era esencial que la Agencia Judía, nuestro "gobierno" en ese período actuara en contra de los grupos terroristas, que se comandaban solos y se creían con derecho a tomar decisiones poniendo en peligro las políticas aceptadas por la mayoría. Cuando los encargados de la Agencia Judía y de la Haganá decidieron combatir a esos grupos, y yo asumí una función durante el período llamado "saison", lo tomé como una medida necesaria en el camino para conseguir la independencia de nuestro estado. Estuve en contra de la organización (el Irgún – el Etzel), y el grupo de Stern (el Leji), exactamente después de la guerra de Iom Kipur en 1973, también me opuse a aquellos que establecieron asentamientos en los Territorios Ocupados en oposición a las políticas del gobierno."
Kollek no desarrolló en su libro cual era la naturaleza de la ayuda brindada a los británicos por la Agencia Judía, excepto por un incidente en el cual el expuso una travesura de dos adolescentes judíos de escuela secundaria que enviaron cartas de amenaza a los británicos. Sin embargo, la colaboración de Kollek fue mucho más sustancial que la que él describe en su libro, como tal y como se descubre ahora. Por ejemplo, el 10 de mayo de 1945 (dos días después que los alemanes se rindieran en la Segunda Guerra Mundial) Kollek le hizo una llamada de urgencia a Unloke y le dijo que un vigilante del puesto de observación del Kibbutz Yagur detuvo a 4 hombres en un camión cargado de explosivos.


En ese mismo momento Kollek lo puso al corriente a un hombre de nombre Giles, un contacto de la inteligencia británica y coordinó con él la entrega de los detenidos, a cuyo mando estaba un comandante del Irgún llamado Iaacov Mizraji.

El 27 de agosto de 1945, armó una reunión con un miembro de la inteligencia británica, en la que Kollek informó que miembros del Leji estaban planeando hacer explotar depósitos de combustible en Jerusalem en protesta porque el Imperio Británico sacrificaba la situación del problema judío, en favor de intereses relacionados con el petróleo.

En reuniones posteriores que tuvieron lugar el 15 de setiembre de 1945, Kollek transmitió detalles sobre la fabricación de armamento por parte del Etzel y reveló datos vitales sobre una fábrica secreta de la organización cerca del edificio de Y. M. C. A. en Jerusalem, y dio detalles sobre la construcción de un nuevo lanzabombas con capacidad para 40 kg de explosivos. También informo acerca de que el Leji y Etzel tenían escasez de detonadores y por ese motivo, algunos de sus miembros habían asaltado los depósitos de Solel Boneh (el edificio de una compañía contratista). Kollek entregó a los británicos información sobre la estructura del brazo armado de Etzel, y pasó detalles sobre el número de miembros que tenía la organización en cada región. Kollek dijo que Menajem Beguin era el comandante en jefe de la organización, y Meridor era el jefe de operaciones. En sus conversaciones con los británicos, Kollek fue poco generoso acerca de las habilidades de los comandantes del Etzel y dijo que no hubieran sido admitidos ni siquiera como comandantes de pelotón en el Palmaj o en la Haganá.

A través de los documentos secretos surge que Kollek trató de ayudar a los británicos para que capturaran a Menajem Beguin de cuyo paradero él no tenía información. El 7 de enero de 1946, les pasó a los británicos los nombres de dos periodistas que estuvieron en contacto con Beguin. Kollek les sugirió a los británicos que los siguieran para dar con el paradero de Beguin.

Al mes siguiente, el 18 de febrero de 1946 los británicos atacaron por sorpresa, gracias a la información que les facilitó la Agencia Británica, una estación secreta de transmisiones del Leji, que se localizaba dentro de una casa en la calle Ha'Shomer Nro 3 de Tel Aviv y arrestaron a 8 hombres y una mujer que fue descripta en los informes de la inteligencia británica como "una muchacha yemenita de 20 años de edad", en ese allanamiento, los británicos incautaron un transmisor, materiales explosivos, documentos de identidad falsos y 4 pistolas. El nombre de la muchacha arrestada según el documento de identidad que traía consigo era Shoshana Levy, pero en una pequeña aclaración dice que el documento era falso y la mujer realmente se llamaba Geula Cohen.

En junio de 1945 Kollek partió a una larga misión a Londres "para ayudar con las actividades políticas de la Agencia en Inglaterra", como él describió en su propio libro.

Medio año después, su esposa Tamar se unió a él, y la pareja se mudó a un departamento de Orde Wingate (el fundador de las "escuadrillas especiales nocturnas" judías en Palestina y el creador de la fuerza de guerrilla "chindit" en Birmania). El departamento sirvió como centro de actividades de inmigración para políticos británicos y judíos influyentes de toda Europa. Kollek partió luego desde Londres a distintos países a través del continente como representante de la Agencia Judía para encargarse de manejar las operaciones de inmigración ilegal hacia Israel. También viajaba a Paris, de vez en cuando, para encontrarse con Ben Gurión que no viajaba a Inglaterra por miedo a ser arrestado.


A pesar de sus buenas relaciones con la inteligencia británica, ellos no confiaban plenamente en Kollek. Por un lado, estaban satisfechos de recibir la información que él les entregaba, pero por otro lado, sabían que los intereses de la Agencia Judía no necesariamente coincidían con los británicos, particularmente en asuntos políticos relacionados con el Mandato Británico en Eretz Israel. Lo tenían estrechamente vigilado a Kollek y las actividades de su oficina en la calle Great Russell 77 en Londres.

Cada sobre que Kollek recibía era previamente interceptado y abierto por la inteligencia británica quienes estudiaban hasta la última letra de su contenido. "Nosotros creemos" se puede leer en un memo interno escrito por Keller, "que esta información puede ayudarnos a tener un conocimiento estrecho entre las conexiones de las oficinas de la Agencia Judía en Londres, Jerusalem y Washington, y verificarla en forma cruzada con la información que a su vez recibimos de esas agencias propiamente dichas puede resultar de mucha utilidad" Estamos trabajando con la presunción de que la Agencia en Jerusalem no emprenderá ninguna operación seria sin ponerla previamente en conocimiento de Kollek en Londres."

El 22 de julio de 1946, el Etzel hizo explotar un ala del Hotel King David en Jerusalem y causó la muerte de 91 personas, entre ellas algunos judíos. Una de las espeluznantes piezas de evidencia de la explosión en el King David se conserva hasta el día de hoy en los archivos de la Inteligencia Británica. Es una fotografía de una máquina de escribir ubicada sobre las ruinas, que tiene a sus costados dos brazos seccionados desde los codos y cuyos dedos están reposando sobre las teclas. Entre los archivos del MI5 no existe evidencia que sustente una defensa a Menajem Beguin según la cual el Etzel había enviado una advertencia previa a las autoridades británicas sobre la realización del ataque. Además constituyó un símbolo de oposición al gobierno británico, el ataque también iba dirigido a miembros del MI5 y el MI6 que tenían oficinas y empleados en el hotel.

Como resultado del ataque, el nivel de alarma con respecto a los ataques de Etzel y Leji subió dramáticamente, y la ayuda de Kollek y sus hombres era imprescindible.

Después de la explosión del King David, los miembros del MI5 descubrieron que el MI6 poseía información acerca de la posible concreción del atentado. Pero había sido desestimada por consejo de un oficial de inteligencia que pensó que no podía ser viable el atentado y que era solo un amague. El oficial que decidió que la información no era creíble, fue nada más y nada menos que Kim Philby, el agente más importante de la KGB infiltrado dentro de la inteligencia británica y de quien Kollek fue el único en sospechar que era un doble-agente. Hoy se sabe que Philby deliberadamente ocultó esa información por orden de sus superiores en Moscú interesados en que se produjeran cualquier clase de ataques terroristas sobre objetivos británicos.

De acá surge claramente que Menajem Beguin (y/o un miembro del Etzel) llamó al Hotel para que lo evacuaran antes que detonaran los explosivos pero nadie hizo caso.

En agosto de 1946 los británicos sentenciaron a muerte a 18 miembros del Etzel y el Leji por tomar parte en ataques terroristas en Palestina. El informante "escorpión" que estaba en ese momento en Londres, y dos miembros de la Agencia Judía, advirtieron a los británicos que si esas 18 personas eran ejecutadas, Leji y Etzel iban a cometer cientos de asesinatos. "Tenemos certeza" escribió Kollek "que esta no es una información de la Agencia generando alarma y preocupación sin motivos, en cambio sabemos que están sumamente preocupados por la amenaza".


Poco tiempo después, el Etzel hizo estallar la embajada británica en Roma, en octubre de 1946.

Los hijos de Teddy Kollek dicen desconocer las actividades que desarrolló su padre en aquellas épocas.

Fuente: 7 days magazine del diario Yediot Ajronot (la traducción mía)

 
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