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כאילו כאן - Ke'ilu Kan, canción que representará a Israel en Eurovisión 2008 que se va realizar el día 24/5/08 en Belgrado (intérprete: Boaz Mauda)

Resultó ser bastante debilucho, excepto para mantenerse en el poder (Por Caroline Glick)



En un giro triste del destino, la élite actual de Israel es la descendiente directa no de sus predecesores sionistas, sino de la élite del exilio a la que combatieron sus predecesores. Sesenta años después de declararse el estado, Israel está encabezado por hombres y mujeres que se oponen a la fuerza judía y en su lugar apoyan el modelo de la diáspora de congraciarse con extranjeros a través del apaciguamiento.

Al aproximarse el 60 aniversario del Día de la Independencia de Israel, surgen consideraciones del sionismo y sus descontentos.

La noción revolucionaria que introdujo el sionismo en la mentalidad judía, formada a partir de 19 siglos de indefensión apátrida, consistió en que los judíos podían, y en la práctica tendrían, que defenderse solos. Desde la destrucción de Jerusalén en el 70 DC hasta la llegada del sionismo moderno, tal noción parecía absurda. A lo largo de los siglos de exilio, los judíos entendían que su supervivencia dependía de la amabilidad de los extraños. El sionismo llegó y dijo que ese ya no era el caso más. De ahora en adelante, nosotros los judíos nos tendríamos que ocupar de nosotros mismos.

Teniendo en cuenta esta premisa sionista básica, el motivo de que la élite judía de la diáspora se opusiera al movimiento no es ningún misterio. Su situación en sus comunidades se basaba en su habilidad para prosperar en la indefensión. Un éxito sionista a la hora de reconstruir la patria judía en la Tierra de Israel haría sus habilidades, sino irrelevantes, mucho menos necesarias de lo que lo habían sido.

En un giro triste del destino, la élite actual de Israel es la descendiente directa no de sus predecesores sionistas, sino de la élite del exilio a la que combatieron sus predecesores. Sesenta años después de declararse el estado, Israel está encabezado por hombres y mujeres que se oponen a la fuerza judía y en su lugar apoyan el modelo de la diáspora de congraciarse con extranjeros a través del apaciguamiento.

Tómese Siria, por ejemplo. La semana pasada descubrimos dos cosas. Descubrimos, definitivamente, que con la asistencia norcoreana y conflagración iraní, Siria estaba construyendo ilícitamente un reactor nuclear de plutonio que si se hubiera permitido alcanzar su finalización, habría sido capaz de producir armas nucleares. También descubrimos que el Primer Ministro Ehud Olmert está celebrando conversaciones secretas con Siria a través de la ahora islamista Turquía. Si esas conversaciones son "fructíferas", conducirán a una rendición israelí de los Altos del Golán estratégicamente vitales a cambio de un tratado de paz con Siria.

El dictador sirio Bashar Assad es descrito con frecuencia como un imprudente débil que disfruta reuniéndose con asesinos como el jefe de Hezbolá Hassán Nasrallah o en el Presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad para demostrar su valía.

Assad puede ser imprudente, pero ciertamente conocía su enemigo lo bastante bien para jugar con la élite israelí igual que un virtuoso violinista.

La víspera de que el director de la CIA Michael Hayden entregase al Congreso los detalles de la incursión de Israel en Siria el 6 de septiembre, Assad comenzaba a inundar los medios árabes con declaraciones acerca de sus esfuerzos extremos por convencer a Israel de entregarle los Altos del Golán a cambio de un tratado de paz. Olmert, por su parte, no negó las declaraciones de Assad, y de esta manera pareció aceptarlas.

Siendo los títeres de la izquierda radical que son, los medios israelíes reflejaron la historia. La élite de la televisión, la radio y la prensa ignoró las implicaciones estratégicas en la incursión y en su lugar optaron por atacar a los políticos que piensan que sería mala idea rendir los Altos del Golán -- y con ellos la capacidad de Israel de defenderse -- a cambio de un trozo de papel de Assad.

Los medios ignoraron completamente que la decisión de Siria de construir esas instalaciones nucleares la sitúan en violación abierta de las obligaciones contractuales con la comunidad internacional según el tratado de No Proliferación Nuclear del que es firmante. ¿Cómo se puede confiar en que Assad vaya a cumplir su palabra con Israel cuando acaba de ser sorprendido violando sus obligaciones delante de la comunidad internacional de una manera tan clara?

Además, los medios locales ignoraron lo que revela el reactor nuclear de construcción norcoreana y financiación iraní acerca de la verdadera naturaleza del régimen de Assad. La cooperación en materia de proliferación nuclear demuestra claramente que Siria no es una nación pacífica sino un miembro de pleno derecho del eje del mal sirio-norcoreana-iraní.

La pasión de los elitistaspor los trozos de papel -- o incluso las negociaciones sobre ellos simplemente -- es general. Cualquiera que esté dispuesto a hablar de firmar uno, ya sean presidentes americanos o dictadores sirios, es amigo y socio. Y cualquiera que cuestione la terca creencia de los elitistas en los acuerdos como objetivo final de Israel en todas las cosas es un enemigo de la paz.

Teniendo en cuenta el radicalismo de Siria, no está claro cuánto tiempo van a ser capaces que estas élites de mantener su ficción de credibilidad y buena disposición sirias. Pero mientras que muchos en Israel no confían en Siria, casi todo el mundo en Israel confía en América. De manera que en la medida que sabemos, sin duda fue una sorpresa para muchos israelíes que la administración Bush esté intentando anular la promesa por escrito de 2004 del Presidente George W. Bush al entonces primer ministro Ariel Sharon de aceptar, y de esta manera apoyar, el derecho de Israel a conservar muchas de las comunidades que ha construido en Judea y Samaria y Jerusalén desde la Guerra de los Seis Días de 1967.

En el 2004, Sharon era confrontado por una realidad política difícil. Tras aliarse con la izquierda en las elecciones de enero de 2003 denunciando el plan del líder Laborista Amram Mitzna de retirarse unilateralmente de Gaza, en diciembre de 2003, Sharon sorprendía a su partido y los miembros de su coalición anunciando que adoptaba el menoscabado plan de Mitzna como propio.

Sharon fue incapaz de debatir con sus críticos, que argumentaban que una retirada israelí fijaría una toma de control terrorista. Israel estaría cediendo a los terroristas de Fatah y Hamas su mayor victoria de la historia y convenciéndoles de que no hay motivo para aceptar el derecho de Israel a existir y decantarse por la paz.

Puesto que Sharon no tenía ninguna respuesta para sus críticos, que simplemente estaban manifestando lo obvio, trabajó para cambiar el asunto equiparando la retirada con un trozo de papel. Suplicó a Bush que le escribiera una carta afirmando que Estados Unidos no esperaba que Israel renunciase al medio millón de judíos que vive en Judea, Samaria y los vecindarios post-1967 de Jerusalén en el marco de un tratado de paz con la OLP. Y en abril del 2004, Bush presentaba a Sharon una carta que, aunque digna por los pelos, era suficiente para permitirle declarar una victoria diplomática que pudiera justificar la retirada. Bush escribía, "A la luz de las nuevas realidades sobre el terreno, incluyendo los centros israelíes de población ya existentes, no es realista esperar que el resultado de las negociaciones del estatus final sea un retorno total y completo a las fronteras de armisticio de 1949".

La carta nunca fue la sorprendente aprobación que Sharon y sus defensores de los medios locales simularon que era. Pero era algo. Hoy sin embargo, la administración Bush, que ha pretendido prohibir toda construcción judía tanto en los vecindarios post-1967 de Jerusalén como en todo Judea y Samaria, incluyendo centros de población importantes, está intentando anular por completo la promesa por escrito de Bush.

Según el Washington Post del pasado jueves, los funcionarios de la administración Bush están haciendo todo lo posible para intentar abandonar el compromiso del Presidente con Sharon. Justificando la carta como un ejemplo sin importancia de maniobra política utilizada para ayudar a Sharon a expulsar a los judíos de Gaza y el norte de Samaria en el 2005, explican que la carta ya no es necesaria políticamente. Cumplido su propósito de fomentar el apoyo israelí nacional a la ya finalizada retirada y expulsión, tendría que ser olvidada.

En palabras gentilmente formuladas del consejero de seguridad nacional Stephen Hadley, "El presidente respalda obviamente la carta de abril del 2004, pero es necesario examinarla, obviamente, en el contexto en que fue redactada".

En una afirmación sobrecogedoramente inconsistente, el antiguo secretario de estado Colin Powell afirmaba que mientras la administración redactó la carta específicamente con el fin de conducir a los electores israelíes a creer que habían logrado una concesión americana, él nunca anticipó "que la carta de Bush sería entendida como una luz verde por parte de Israel para anexionar los asentamientos".

Todo esto era evidentemente predecible. Los tiempos cambian, los intereses cambian y las políticas se adaptan a las nuevas condiciones. Esta es la norma básica e invariable de la política. Pero la élite de Israel se niega a aceptarla sin importar cuántas veces los hechos la respalden. Tómese por ejemplo la Guerra de los Seis Días.

La Guerra de los Seis Días nunca habría tenido lugar si Estados Unidos no hubiera violado el compromiso por escrito que alcanzó el presidente Dwight Eisenhower con Israel en 1957. Tras obligar a Israel a retirarse de la Península del Sinaí, Eisenhower prometía por escrito que si los egipcios se llegaban a acercar al Estrecho de Tirán hacia la navegación israelí, Estados Unidos acudiría en ayuda de Israel. Pero cuando en 1966 Egipto hacía justamente eso, Estados Unidos tenía cosas más importantes que hacer que ayudar. Y por tanto Israel se vio obligado a cumplir la misión sionista y defenderse.

En el 2005, en contra del consejo del estado mayor del ejército, Sharon optaba por abandonar la frontera internacional de Gaza con Egipto. Renunciando a la responsabilidad de Israel de proteger las vidas de su propia ciudadanía en el Negev occidental y más allá, Sharon enmendaba el tratado de paz con Egipto para permitir a las fuerzas egipcias desplegarse a lo largo de la frontera con la esperanza de que Egipto protegiera la frontera por Israel. Mientras Egipto estaba totalmente dispuesto a desplegar sus fuerzas en el Sinaí, se ha negado a tomar cualquier acción eficaz para evitar que Gaza se convierta en una incubadora del terror internacional armada hasta los dientes con armamento avanzado que ha entrado en tromba desde que Israel se retirara de la frontera internacional. Y no solamente no ayuda a Israel, esas fuerzas egipcias complican aún más la tarea de los estrategas militares israelíes que intentan concebir cómo defenderse de Hamas.

Israel optó por perder la Segunda Guerra del Líbano en el 2006 dejando intacto a Hezbolá a cambio de una promesa nunca en serio de que las fuerzas de Naciones Unidas harían lo que el ejército no hizo -- a saber, proteger la frontera e impedir rearmarse y reafirmar su control sobre el sur del Líbano a Hezbolá. Y ahora, para sorpresa de muchos, hasta Naciones Unidas admite que UNIFIL ha fracasado en su misión. Hezbolá está totalmente rearmado, re-entrenado y desplegado con fuerza al sur del río Litani.

Los judíos, que nos hemos aferrado a nuestra religión y nuestras tradiciones contra todos los obstáculos durante miles de años, somos sin duda un pueblo terco. Y la mentalidad de los elitistas de la diáspora de Israel es tenaz en su creencia de que Israel está mejor en manos de otros.

Pero por supuesto, la élite no constituye un país entero. Ni siquiera constituye una mayoría, solamente una minoría con poder. No cabe duda de que a su debido tiempo, los tercos judíos sionistas expulsarán a nuestra élite del poder y asegurarán nuestro país durante los próximos 60 años.

Fuente: Diario de América

Olmert podría dejar su cargo como primer ministro si se prueban las acusaciones de corrupción en su contra



Un alto funcionario legal consideró hoy que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, no podrá mantenerse en su cargo si las nuevas sospechas en su contra por corrupción son probadas con evidencias sólidas, mientras que otra fuente de la investigación indicó que 'este es un asunto serio con desarrollo dramático'.

La nueva investigación sitúa al primer ministro israelí en una situación problemática, según indicó el viernes por la noche una alta fuente legal, que señaló que los nuevos indicios policiales sobre el asunto en cuestión datarían de antes de que Olmert fuera elegido como primer ministro.

'Si las sospechas se prueban o la Policía lo demuestra con evidencias sólidas, dudo cómo el primer ministro sería capaz de permanecer en su puesto', comentó la fuente a Israel News.

Otra fuente de la investigación señaló al diario israelí 'Yediot Aharonoth', añadió que 'este es un asunto serio con desarrollo dramático'.

Fuentes del Ministerio de Justicia han estimado que el secreto de sumario podría ser levantado la próxima semana, entonces varios aspectos podrían ser conocidos por los medios de comuniciación. Sin embargo, hasta el momento no se conocen más detalles debido a la caracter sensible de la investigación.

El primer ministro fue interrogado en secreto el viernes por la mañana durante aproximadamente una hora y media. Su ex jefe de la oficina, Shula Zaken, fue también interrogado por el mismo asunto.

El jefe de la Unidad Nacional contra el Fraude, el general Shlomi Ayalon llegó con otros dos investigadores a la residencia de Olmert en Jerusalen alrededor de las 10.00 horas del viernes. Una vez que concluyó el interrogatorio, unos 90 minutos más tarde, los tres oficiales de policía acudieron a la oficina del Fiscal General del Estado, Menachem Mazuz, para trasladarle el desarrollo del caso y decidir sobre el procedimiento a seguir.

Olmert, según informó la oficina del primer ministro en un breve comunicado, cooperó totalmente con las investigaciones y continuará haciéndolo en lo sucesivo.

La prueba dictada de forma urgente, fruto de una orden especial dispuesta el jueves por la noche por Mazuz, fue la apertura de una acción en otra investigación que se sigue contra Olmert.

Shula Zaken, quien fue el jefe de la oficina de Olmert durante años, fue interrogado el martes por la Unidad Nacional de Investigación contra el Fraude. Zaken fue interrogado en el pasado en relación con otras investigaciones que se realizaron contra el primer ministro, así como su posible relación con un tema que puso de manifiesto la corrupción en la Hacienda israelí.

En esta ocasión, Olmert se enfrenta a tres investigaciones distinas relacionadas con la época en la que él sirvió como ministro de Industria, Trabajo y Comercio.

Fuente: Europa Press

Hoy entra en acción la nueva fuerza de seguridad palestina en Yenín



Con el despliegue hoy en Yenín (Cisjordania) de cerca de 700 efectivos a las órdenes de la Autoridad Palestina (AP), comienza su andadura la operación 'Sonrisa y Esperanza', el primer operativo de seguridad entrenado bajo el auspicio de un multimillonario programa de entrenamiento estadounidense, destinado a fortalecer el mando del Gobierno en Cisjordania del presidente Mahmud Abbas.

La puesta en marcha de este dispositivo es una condición indispensable para la posible firma de un acuerdo de paz israelo-palestino, dado que Israel exige como condición previa una mínima garantía de seguridad en Cisjordania, región controlada por la AP, obligada a retirarse de Gaza tras la toma de poder ejercida por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que el mes que viene cumple su primer aniversario.

Diyab al Ali, jefe de las fuerzas nacionales de seguridad en Cisjordania y máximo responsable de los más de 700 efectivos encargados de de una campaña de seguridad destinada a la eliminación de pequeñas bandas criminales en la zona, reforzando así la imagen del Gobierno de Abbas. 'Este es nuestro país, nuestra tierra, y haremos nuestro trabajo sin importarnos qué hagan los israelíes hasta que establezcamos nuestro propio estado,' advirtió en Yenín.

De esta forma y en coordinación con Israel, hasta 600 hombres han partido desde diversos puntos de Cisjordania para unirse a los más de 150 ya presentes en la ciudad, en un despliegue que tiene lugar horas antes de la llegada a la región de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice.

Según fuentes del Gobierno palestino en Cisjordania, la campaña abarcará 50 localidades de la región y se prolongará durante tres meses. El objetivo de estas fuerzas, algunas de las cuales han recibido entrenamiento estadounidense en Jordania, son las pequeñas bandas de ladrones de coches, asaltantes o traficantes de armas que operan en la región.

Israel se muestra escéptico ante este despliegue. El mes pasado, un vehículo blindado donado hace años a la Autoridad Palestina fue empleado por milicianos de Hamás para atacar un paso entre Israel y la Franja de Gaza, causando heridas a 13 soldados israelíes.

Fuente: EFE

Arnold Schwarzenegger autorizará el traslado de 30 israelíes presos en California



El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, tiene previsto autorizar el traslado de 30 israelíes que se encuentran detenidos en prisiones de ese estado, de manera que puedan completar su condena en Israel.

El motivo oficial por el cual se considera la liberación de los prisioneros es la superpoblación de las cárceles de California, que albergan a 170 mil internos, 77 mil más de lo que permite su capacidad, según informó el diario israelí Yedioth Aharonot.

Este gesto marca un cambio en la política del Consejo de libertad condicional, que había rechazado varios pedidos de liberación anticipada presentados por prisioneros israelíes.

Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores, 40 israelíes se encuentran presos actualmente en cárceles de Los Ángeles, y otros 15 cumplen sus condenas en San Francisco.

La División Internacional de la Fiscalía del Estado preparó una lista que incluye los nombres de los 31 prisioneros cuya liberación fue solicitada por Israel a las autoridades californianas.

El traslado de prisioneros al Estado de Israel comenzará a principios de junio, y no incluirá a aquellos condenados por asesinato, quienes tengan ciudadanía estadounidense, o quienes se encuentren cumpliendo condenas en prisiones federales.

Fuente: AJN


Rice llega a Israel (con un «tonito» inadecuado)



La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, llegó esta noche a Israel en una visita de dos días que también le llevará a Cisjordania, donde tratará de impulsar el proceso de paz entre israelíes y palestinos.

A su llegada al aeropuerto internacional Ben Gurión, Rice exhortó a Israel a no socavar la labor de las fuerzas de seguridad palestinas desplegadas hoy en el norte de Cisjordania.

En declaraciones a la prensa a su llegada, la jefa de la diplomacia estadounidense afirmó que tenía por objeto "revisar" si Israel ha tomado medidas sobre el terreno para aliviar la vida de los palestinos, según informaciones de medios locales.

Tras su llegada, Rice se dirigió directamente a Jerusalén donde mantendrá una cena de trabajo con el primer ministro israelí, Ehud Olmert.

La Oficina del Primer Ministro israelí confirmó esta noche una nueva reunión de Rice el próximo lunes con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Rice tiene previsto mañana desplazarse a la ciudad cisjordana de Ramala para celebrar encuentros con dirigentes palestinos, entre ellos el presidente Abás.

También se espera que participe en reuniones tripartitas entre la ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livni, y el jefe negociador palestino, Ahmed Qurea, y con el titular israelí de Defensa, Ehud Barak, y el primer ministro de la ANP, Salam Fayad.

La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, realiza esta visita dos semanas antes de que el presidente George W. Bush viaje a la zona.

El presidente estadounidense tiene previsto viajar a Israel, Arabia Saudí y Egipto entre el 13 y el 18 de mayo.

Además de entrevistarse con Olmert en Jerusalén, Bush se reunirá en Sharm el Sheij (Egipto) con Abás, el rey jordano Abdalá II y el presidente egipcio, Hosni Mubarak.

Fuente: EFE

Investigación sobre islamistas sostiene que la Embajada Israel sigue siendo objetivo



La Embajada de Israel en Mauritania sigue siendo principal objetivo de terroristas islamistas en este país, según pudo saber hoy EFE de fuentes de la investigación sobre los planes de un grupo de salafistas, varios de cuyos miembros fueron detenidos esta semana en Nuakchot.

El Jadim Uld Semane, arrestado el miércoles, ya ha reconocido su responsabilidad directa en el ataque lanzado el pasado 1 de febrero contra la legación diplomática israelí en la capital mauritana y que causó heridas a tres ciudadanos franceses, según las citadas fuentes.

Los presuntos terroristas habían preparado para aquel ataque tres cargas explosivas con bombonas de gas de 12 kilogramos cada una que iban a ser empleadas en el asalto, indicaron las fuentes, que solicitaron el anonimato.

La investigación de las autoridades mauritanas ha permitido además saber que uno de los explosivos iba a ser utilizado contra la Embajada, otro iba dirigido contra el embajador israelí y el tercero estaba preparado para cubrir la retirada de los atacantes.

En el ataque contra la legación diplomática israelí los presuntos terroristas no emplearon finalmente explosivos, sino armas automáticas.

'Uld Semane no ha explicado por qué ni él ni sus cómplices ejecutaron su plan inicial, pero consideramos que se precipitaron en la acción por su inexperiencia', agregaron las fuentes.

Los explosivos fueron fabricados en Nuakchot por dos especialistas del grupo: Ahmed Uld Radhi, muerto por las heridas sufridas durante el enfrentamiento entre policía y los islamistas del pasado 7 de abril en el barrio de Tevragh Zeina, del norte de Nuakchot, y Ahmedou Uld Beydu, alias Abu Musab, que sigue huido.

Los artefactos fueron elaborados con pólvora de una partida de 200 kilogramos que habían recibido los islamistas de Moctar Belawar, jefe de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), antiguo Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, según añadieron las fuentes mauritanas de seguridad.

Al parecer, el explosivo entró a Nuakchot por vía terrestre por la ciudad mauritana de Zuerat, cerca de la frontera con Argelia y próxima al límite entre Mauritania y el Sáhara Occidental.

Mauritania, una república islámica, mantiene relaciones diplomáticas con Israel.

El Jadim Uld Semane fue detenido en la madrugada del pasado miércoles en una redada en la que también fue apresado otro dirigente salafista, Sidi Uld Sidna, uno de los presuntos autores del asesinato el 24 de diciembre de cuatro turistas franceses en Aleg (260 kilómetros al sur de Nuakchot).

Sidna se escapó del Palacio de Justicia de Nuakchot el pasado 2 de abril y en la operación de esta semana las fuerzas de seguridad mauritanas detuvieron a otro destacado miembro del grupo de islamistas salafistas, Taghi Uld Yusef.

Fuente: EFE

Golda Meir: «La paz llegará, cuando los árabes amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros»



Durante cinco años, Golda Meir fue Primera Ministra de Israel. La ambición que manifestaba con frecuencia era ver que Israel fuese aceptada por sus vecinos árabes y vivir en paz. Lo buscó con firmeza y determinación, pero falló en alcanzar estas metas. “Decimos ‘paz’ y el eco que viene del otro lado es ‘guerra’”, se lamentó cierta vez. “No queremos guerras aunque las ganemos”.

Su destino era estar al frente del Gobierno cuando las fuerzas de Egipto y Siria atacaron Israel en octubre de 1973, en una costosa guerra que Israel casi perdió antes de que pudiera movilizarse y luchar hasta un punto inconcluso, en el cual ambas partes proclamarían su tenue victoria.

“Nosotros no nos regocijamos de las victorias”, dijo ella. “Nos regocijamos cuando un nuevo tipo de algodón crece y cuando los fresnos florecen en Israel”.

Golda Mabovitch nació el 3 de mayo de 1898 en Kiev, en el Imperio Ruso. Su primer recuerdo era el de su padre clavando tablones sobre la puerta de su casa, en medio de rumores de que un pogromo era inminente. “Si se necesita alguna explicación para la dirección que mi vida ha tomado”, diría años después, “tal vez es el deseo y la determinación de salvar a niños judíos de una escena y una experiencia similar”.

En 1906, la familia emigró a Milwaukee (Estados Unidos), donde el padre de Golda había pasado tres años preparando el camino. Cuando pudo conseguir empleo, trabajó como carpintero y su esposa abrió una pequeña tienda de comestibles, que le hizo imposible la vida a Golda. Desde los ocho años, Golda tuvo que atender la tienda cada mañana mientras su madre estaba en el mercado, comprando suministros. La niña llegaba tarde al colegio todos los días, habiendo llorado durante todo el camino.

A los once años organizó su primer mítin y dio su primer discurso a fin de recaudar fondos para adquirir textos escolares. Tiempo después, su madre la obligó a que abandonara la idea de la secundaria y pasara sus días trabajando en el almacén y se casara con un hombre mucho mayor que ella, el señor Goodstein. A los catorce años, Golda huyó a casa de su hermana Sheyna, en Denver, donde conocería a su futuro esposo, un amable y erudito pintor de señales llamado Morris Myerson, también proveniente de Rusia.

Golda lo presionó para ir a Palestina y, cuando él accedió, en 1917, se casaron. Se fueron en 1921, en un viaje que incluyó un motín y en el que estuvieron próximos a morir de hambre. Ella había aprendido mucho sobre la libertad en Norteamérica y amaba su país de adopción, pero nunca tuvo un momento de nostalgia por él.

Golda y Morris Myerson aplicaron para unirse al kibutz Merhavia. Allí, ella trabajó hasta el cansancio cosechando almendras, plantando árboles y cuidando pollos. “El kibutz me hizo una experta en la cría de pollos”, dijo. “Antes tenía miedo de estar en una habitación con uno de ellos”.

Cuando su marido ya no pudo soportar la vida comunal, ella accedió a dejar el kibutz. Se mudaron pronto a Tel Aviv y, luego, a Jerusalén, donde Golda Myerson dio a luz un niño, Menachem, y una niña, Sarah, dotándolos del inalienable derecho de compartir la pobreza de la familia. Todos los días, la señora Myerson pasaba horas lavando para el parvulario al que asistía Menachem, a fin de pagar la matrícula. “¿Esto es todo lo que hay?”, se preguntaba. “¿Pobreza, trabajo pesado y preocupaciones?”.

En 1928 se convirtió en secretaria del Consejo Laboral Femenino de la Histadrut, lo que significaba supervisar el entrenamiento vocacional de las niñas inmigrantes. Su matrimonio se estaba deshaciendo, y aceptar el trabajo, el cual requería viajar frecuentemente, equivalió a reconocer la ruptura. Se mudó con los niños a un pequeño departamento en Tel Aviv y por años durmió en el sofá de la sala. Su esposo murió en 1951.

Golda viajaba a menudo para recaudar fondos y una mujer le reprochó por no hablar con suficiente sentimentalismo para hacer que las mujeres del público lloraran. Las lágrimas eran útiles en la recaudación de dinero. “Las lágrimas no tienen que ser provocadas por nadie en el movimiento sionista”, replicó ella. “Dios sabe que siempre hay suficientes cosas por las cuales llorar”.

El 14 de mayo de 1948, ella fue una de los veinticinco firmantes de la Declaración de Independencia de Israel. “Luego de firmar, lloré”, dijo. “De niña, cuando estudiaba Historia Americana y leía sobre quienes firmaron la Declaración de Independencia, no podía imaginar que eran personas reales haciendo algo real. Y allí estaba yo, sentada, firmando una Declaración de Independencia”.

“La señora Meir ingresó al Parlamento israelí en 1949, permaneciendo hasta 1974. Entre 1949 y 1956, años de una severa dificultad económica, fue ministra del Trabajo. Cuando el Gabinete estaba tratando de lidiar con una serie de asaltos a mujeres, un ministro sugirió que no hubiera mujeres en las calles después de que oscureciera. La ministra del Trabajo protestó: ‘Los hombres están atacando a las mujeres, no al revés. Si va a haber un toque de queda, dejen encerrados a los hombres, no a las mujeres’”.

La gente le preguntaba a menudo a la señora Meir si se sentía en desventaja por ser una mujer ministro. “No lo sé”, replicaba ella. “Nunca he intentado ser un hombre”.

En 1956 se convirtió en canciller, sucediendo a Moshe Sharett y bajo las órdenes del Primer Ministro Ben Gurión, un hombre de ideas fuertes y voluntad poderosa —fue él quien persuadió a Golda Myerston de que cambiara su apellido—, de quien se dice que llegó a referirse a ella como “el único hombre en su Gabinete”.

Como canciller trabajaba dieciocho horas diarias. Luego de dos años, su jefe de Gabinete le sugirió que tomara unas vacaciones. “¿Por qué?”, dijo ella. “¿Cree que estoy cansada?”. “No”, dijo él, “pero yo sí lo estoy”. “Entonces tome usted unas vacaciones”, replicó ella.

Pero, en 1965, tras muchas enfermedades y el cansancio acumulado de años de trabajo incesante, Golda renunció al Gabinete. “No iré a un convento político”, aseguró al rechazar una oferta para ser Primera Ministra suplente, basándose en que era mejor ser una abuela a tiempo completo que una ministra de medio tiempo. Se mudó de su enorme residencia de canciller y regresó a su rutina de limpiar, cocinar, planchar e ir de compras. Los conductores de autobús solían hacer paradas no programadas para dejarla cerca de su casa, o se desviaban para recogerla justo en la puerta.

En Israel se desarrollaba un creciente debate sobre cómo alcanzar un entendimiento —y la paz— con los árabes. La señora Meir indicó que Israel tenía palomas y halcones, pero ella no había hallado a nadie que quisiera convertirse en una paloma de arcilla. Cuando las fuerzas extranjeras presionaron a Israel para que regresara a sus fronteras previas a 1967, ella replicó que la guerra había comenzado con esas líneas.

Los críticos argumentaron que ella falló en entender a los palestinos, e incluso, en reconocerlos como una entidad nacional, y que fue de todo menos simpática con sus deseos justos de reconocimiento y territorio. “¿Los árabes necesitan otra tierra?”, se preguntó. “Ellos ya tienen catorce. Nosotros sólo tenemos una”.

La señora Meir tuvo muchos momentos amargos y encuentros difíciles, pero pocos fueron menos exasperantes que su entrevista con el canciller Bruno Kreisky, de Austria, cuyo pasado era judío, pero había accedido a una petición árabe para que un campo de tránsito austriaco para judíos soviéticos que migraban a Israel fuera cerrado. Ella no pudo convencerlo para que cambiara de opinión y nunca se lo perdonó.

La mayor crisis en sus años como Primera Ministra vino con la guerra, en octubre de 1973. Aunque presentía que Egipto y Siria podían estar planeando un ataque, aceptó las garantías de sus líderes militares y aplazó la movilización de las reservas. “Viviré con ese terrible conocimiento por el resto de mi vida”, escribió en su autobiografía.

En los primeros días de la guerra, con las fuerzas israelíes desbordadas por unos números y una potencia de fuego superior, la señora Meir vivió interminables horas de aprehensión y cansancio. “Ni siquiera podía llorar cuando estaba sola”, escribiría luego. Finalmente, cuando Egipto y Siria enfrentaron la derrota, los rusos, tal como lo habían hecho el 1967, exigieron un alto al fuego, al cual accedieron las Naciones Unidas.

Cuando Golda Meir dejó su cargo, el 4 de junio de 1974, tenía setenta y seis años, pero aún no estaba preparada para enclaustrarse, así que siguió diciendo lo que pensaba. Durante una charla en Princeton, un estudiante le preguntó, en referencia al líder guerrillero palestino Yasser Arafat: “¿Y si Arafat ofreciera reconocer Israel?”. La idea parecía tan absurda que la señora Meir replicó: “Hay un dicho en yidish: ‘Si mi abuela hubiera tenido ruedas, habría sido un tranvía’”.

Obituario publicado por el New York Times el 9 de diciembre de 1978


Con otra justificación ideológica, una nueva Shoah es posible



Y es que la condena del Holocausto no está dando paso a una condena igual de su raíz. El antisemitismo perdura y revive en las proclamas del islamista Ahmadineyad, de los líderes de Hamás y de los libaneses de Hezbolá. En el ámbito del islam la fuerza del antisemitismo fue ya patente cuando el Gran Mufti de Jerusalén prestó total colaboración con el régimen nazi tanto para la expansión de éste como para apoyar la solución final antijudía

Las sirenas resonaron ayer en todo Israel mientras los judíos y ciudadanos decentes del mundo recordaron con dolor, indignación moral o ambas cosas el Holocausto. El drama provocado por el nazismo alemán fue el hito más conocido y lacerante de una secular injusticia. Comenzó con la persecución romana bajo el emperador Adriano y continúa hoy con la agenda islamofascista que la izquierda más “progre” apoya.

Las celebraciones de la que los judíos denominan “Shoah” siguen siendo una llamada de atención para Alemania y los alemanes. Aún siguen preñados de conciencia de culpa y de propósito de la enmienda. Tanto sus ciudadanos como su gobierno todavía tienen presente el gigantesco crimen, de responsabilidad compartida por toda la generación de alemanes que lo consintió, cometido por Hitler. Es así que la canciller alemana Ángela Merkel expresa la “vergüenza que sigue recayendo sobre Alemania” en sede parlamentaria. Pero nada más.

Y es que la condena del Holocausto no está suponiendo una condena igual de su raíz. El antisemitismo perdura y revive en las proclamas del islamista Ahmadineyad, de los líderes de Hamás y de los libaneses de Hezbolá. En el ámbito del islam la fuerza del antisemitismo fue ya patente cuando el Gran Mufti de Jerusalén prestó total colaboración con el régimen nazi tanto para la expansión de éste como para apoyar la solución final antijudía.

Los frentes contra la actual amenaza terrorista son muchos, pero el cultural no es el menos importante. Y en este ámbito del antisemitismo islamista está aún todo por hacer. Es preciso recordar que los prejuicios seculares contra los judíos sólo comenzaron a removerse con la progresión religiosa de los movimientos cristianos puritanos y la Ilustración.

Legalmente fue a finales del S. XVIII cuando los judíos fueron igualados en derechos tanto con la Independencia de las colonias de Norteamérica como con la Revolución francesa. A estos hitos les siguió un goteo de reconocimientos igualitarios por Europa a lo largo del siguiente siglo, pero también una modernización del ignominioso ideario antisemita que desemboca en el nazismo y en el islamofascismo.

Es imprescindible aclarar estas vinculaciones y estos hilos históricos pues sólo así se desvela su génesis y se establece el verdadero significado de una parte de la agenda terrorista e izquierdista. La lucha contra el terror es, también, la lucha contra el antisemitismo.

Fuente: Diario de América

 
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