Futbolistas y gemelos, pero separados por tensión de Cercano Oriente
Los futbolistas brasileños Romulo y Rodrigo Antoneli son hermanos gemelos, pero han estado separados durante meses por el conflicto de Cercano Oriente. Mientras Romulo juega en Israel, Rodrigo había fichado por un club de Siria, país abiertamente enemigo del Estado de Israel.
Siria públicamente no le reconoce a Israel el derecho a existir y el gobierno del primer ministro Ehud Olmert acusa a Damasco de financiar a Hamas y a Hizbollah, organizaciones que buscan la destrucción de Israel.
Debido a ello, pese a que Israel y Siria tienen una frontera común, no existen posibilidades de viajar de uno a otro más que a través de Jordania o Egipto. Siria prohíbe además la entrada a quien lleve un sello israelí en el pasaporte, y no es posible ni tan siquiera la comunicación por carta.
“No podíamos ni hablar por teléfono, porque no hay línea entre Israel y Siria”, explicó Romulo en entrevista con el diario “Jerusalem Post”. “Internet era la única vía que nos quedaba, pero la conexión en verdaderamente mala en Siria. Teníamos muchos problemas”.
Por todo ello, después de meses sin tener apenas contacto entre ellos, Rodrigo decidió hace unos días cortar los vínculos con el club Al Karamah, de Homs, en el oeste de Siria, y regresar a Brasil.
Según Romulo, a diferencia de él, que tiene otros colegas latinos en el Betar Jerusalén, su hermano se encontraba solo y aislado en Siria. Pero la gota que colmó el vaso fue cuando su madre viajó a Israel por Año Nuevo y no pudo visitar a Rodrigo. Estaba sólo a pocos kilómetros de él, pero hubiera dado lo mismo que hubiera estado en Australia.
Romulo se ha quedado en Israel, donde en poco tiempo se ha convertido en un jugador revelación. Tras llegar el verano (boreal) pasado al Estado de Israel metió 11 goles en lo que va de temporada y colocó así al Betar Jerusalén en la punta de la tabla.
El delantero de 26 años, natural de Inhumas, llegó a Israel cedido por el Cruzeiro, después de que fracasara un acuerdo entre el club brasileño y el Deportivo La Coruña. Antes jugó también en el Maguncia alemán, donde no consiguió entrar en la escuadra titular.
Ahora, una vez convertido en una estrella en Israel, Romulo asegura sentirse bien jugando en el Betar, donde se siente apoyado por latinos como el chileno Cristian Alvarez y el peruano César Viza. Según dice, pese a que el fútbol israelí es poco conocido en el exterior, “los fans son similares a los de Brasil”.
Fuente: Diario de Yucatán
Siria públicamente no le reconoce a Israel el derecho a existir y el gobierno del primer ministro Ehud Olmert acusa a Damasco de financiar a Hamas y a Hizbollah, organizaciones que buscan la destrucción de Israel.
Debido a ello, pese a que Israel y Siria tienen una frontera común, no existen posibilidades de viajar de uno a otro más que a través de Jordania o Egipto. Siria prohíbe además la entrada a quien lleve un sello israelí en el pasaporte, y no es posible ni tan siquiera la comunicación por carta.
“No podíamos ni hablar por teléfono, porque no hay línea entre Israel y Siria”, explicó Romulo en entrevista con el diario “Jerusalem Post”. “Internet era la única vía que nos quedaba, pero la conexión en verdaderamente mala en Siria. Teníamos muchos problemas”.
Por todo ello, después de meses sin tener apenas contacto entre ellos, Rodrigo decidió hace unos días cortar los vínculos con el club Al Karamah, de Homs, en el oeste de Siria, y regresar a Brasil.
Según Romulo, a diferencia de él, que tiene otros colegas latinos en el Betar Jerusalén, su hermano se encontraba solo y aislado en Siria. Pero la gota que colmó el vaso fue cuando su madre viajó a Israel por Año Nuevo y no pudo visitar a Rodrigo. Estaba sólo a pocos kilómetros de él, pero hubiera dado lo mismo que hubiera estado en Australia.
Romulo se ha quedado en Israel, donde en poco tiempo se ha convertido en un jugador revelación. Tras llegar el verano (boreal) pasado al Estado de Israel metió 11 goles en lo que va de temporada y colocó así al Betar Jerusalén en la punta de la tabla.
El delantero de 26 años, natural de Inhumas, llegó a Israel cedido por el Cruzeiro, después de que fracasara un acuerdo entre el club brasileño y el Deportivo La Coruña. Antes jugó también en el Maguncia alemán, donde no consiguió entrar en la escuadra titular.
Ahora, una vez convertido en una estrella en Israel, Romulo asegura sentirse bien jugando en el Betar, donde se siente apoyado por latinos como el chileno Cristian Alvarez y el peruano César Viza. Según dice, pese a que el fútbol israelí es poco conocido en el exterior, “los fans son similares a los de Brasil”.
Fuente: Diario de Yucatán