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Celular podría servir para obtener pruebas de imagen en los países más pobres gracias a desarrollo científico de la Universidad Hebrea de Jerusalén



Tres cuartas partes de la población mundial no tienen acceso a las pruebas de imagen, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Para paliar este déficit tecnológico, que impacta en el tratamiento y el diagnóstico de las enfermedades, un grupo de expertos israelíes propone un nuevo sistema basado en el teléfono móvil.

La falta de recursos no es el único problema presente en los países menos desarrollados. A menudo, la tecnología llega pero el conflicto surge con el mantenimiento y/o el manejo de la misma, debido a la escasez de gente lo suficientemente cualificada.

Con la idea de paliar estos problemas, científicos procedentes de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), han desarrollado un modelo tecnológico experimental que evitaría gran parte del coste y que ofrece un fácil manejo.

Una de las bases de su proyecto se basa en la importancia de separar los componentes de las máquinas que realizan las pruebas de imagen -tal es es el caso de la ecografía, la resonancia o el TAC. De esta manera, "se puede crear una tecnología que es robusta, menos cara y que puede utilizar un personal no muy cualificado", afirman Boris Rubinsky y su equipo.

Para ello, han ideado un dispositivo que registra los datos del paciente y los envía, a través del teléfono móvil, a un ordenador central que procesa toda la información. "El teléfono móvil transmite los datos sin elaborar [...] y recibe y muestra la imagen ya procesada por parte del sistema central", explica el ensayo, que aparece publicado en 'Plos One'.

En este modelo experimental, los autores se basaron en la tomografía de impedancia eléctrica (TIE) para captar la información. Se trata de una técnica que capta cómo absorben la electricidad los distintos órganos para, a continuación, obtener una imagen de los mismos. Para ello se colocan unos electrodos en el enfermo y se le inyecta una determinada corriente eléctrica.

"Ésta no es la única técnica para conseguir datos del paciente. Pero, en este primer experimento, decidimos basarnos en ella porque, entre otras razones, no es invasiva y es más barata", indica el científico.

Para el experimento, los expertos emplearon unos geles especiales que simulaban el comportamiento eléctrico que tendría un tumor en la mama. Una vez obtenidos los datos con la TIE, éstos se enviaron a través del teléfono móvil a un potente ordenador central.

Esta computadora se encargó de procesar la información y dio lugar a una imagen en la que se podía identificar un cáncer de mama. Esta instantánea se envió de vuelta al teléfono móvil que, como requisito esencial, debe contar con la posibilidad de recibir mensajes multimedia.

Una vez demostrado que esta técnica es factible, los autores se preparan para llevar a cabo un prototipo a escala real, que ya pueda probarse con seres humanos.

"Los países en vías de desarrollo son los que más podrían beneficiarse de nuestro sistema. No obstante, a nivel ambulatorio también es una buena opción en las naciones con más recursos.

Fuente: El Mundo

 
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