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México e Israel rivalizan en la concentración del ingreso familiar



Un prolijo estudio realizado por el departamento de investigaciones del Banco de Israel concluye que diez familias unidas por el dinero y la endogamia controlan el 30 por ciento de la economía. Tal peligrosa concentración del ingreso sólo es superada por Hungría y México, que presentan por añadidura niveles de vida relativamente inferiores. Interesa subrayar algunos aspectos de este hallazgo que, por infortunio, no es inesperado.

El economista Israelí Konstintin Konsenco, investigador del Banco de Israel, resolvió indagar algunos aspectos de una atrevida pregunta: cuántas familias controlan las ramas más dinámicas de su país y en qué lugar se sitúa en esta dimensión respecto a otros países. Sus conclusiones merecen atención. Una de ellas señala que las elites económicas han mudado de composición al menos tres veces en los sesenta años de vida nacional. Jóvenes empresarios que atinaron a identificar las posibilidades dispensadas por la globalización -particularmente en Europa oriental, Estados Unidos y América Latina – habrían desplazado a las elites de otros tiempos que se concentraban en las ramas agrícolas y textiles, consideradas hoy poco dinámicas. Los nuevos ricos, en contraste, invierten en rubros como la electrónica, compañías de seguro, bancos hipotecarios, y bienes inmuebles.

Esta nueva elite estaría conformada por diez familias que procuran a través de inversiones mancomunadas y uniones matrimoniales dentro del grupo ejercer el control de los sectores más dinámicos de la economía israelí. Según este estudio, un tercio de la actividad agregada es manejada por este concierto familiar, en contraste con Japón, Inglaterra y Estados Unidos en los que la concentración del ingreso es sustancialmente inferior.

Cabe puntualizar que sólo Hungría y México presentarían índices superiores. Por ejemplo, en este último país un número menor de redes familiares supervisa algo más de la mitad de las actividades productivas y financieras, circunstancia que se vería agravada por la debilidad de las clases medias pues éstas no cuentan con suficientes recursos defensivos respecto a esta alta concentración del ingreso.

La investigación de Konsenco insinúa que, en el caso de Israel, las relaciones y alianzas entre los hombres de negocios y los políticos son excesivamente estrechas. La democracia estaría así en peligro. Como las agrupaciones sindicales- por débiles y fragmentadas- carecen de aptitud y fuerza como para atajar esta coalición de la riqueza con el poder, sólo los sectores medios serían capaces de poner freno a esta tendencia.

Ciertamente, la situación de México es más difícil debido a los recursos apenas contabilizados con que cuenta el comercio de estupefacientes y a la fragilidad de los sectores medios si y cuando aspiran a mejorar la justicia distributiva. Factores que repercuten adversamente, sin disputa alguna, en la calidad de la experiencia política y gubernamental.

Fuente: CNN

 
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