Los arrestos, aún no confirmados por la policía israelí, fueron alrededor de una decena y en el barrio de Jabel Mukaber, en Jerusalén Este, donde residía el árabe asesino que cometió el ataque, Ala Hisham Abu Dheim, de 25 años.
Aharon Franco, jefe de policía de Jerusalén, confirmó el hallazgo del vehículo del atacante, una furgoneta en cuyo interior había municiones similares a las que utilizó en su ataque.
Según fotografías divulgadas hoy por Zaka, el ente rabínico para el socorro de las víctimas de atentados, el atacante -que residía en Jerusalén Este y disponía de un documento israelí que le daba plena libertad de movimiento- tenía un fusil Kalashnikov, numerosos cargadores y dos pistolas.
Para introducir las armas en el colegio rabínico usó una caja que, en apariencia, parecía contener una televisión.
Según fuentes no confirmadas, el asesino había trabajado brevemente en el pasado como chofer en el colegio rabínico donde luego cometió el ataque.
Esta mañana, ondean banderas de Hamas en la casa del autor del atentado, que hace seis meses había sido detenido por la policía israelí y había recuperado la libertad algunas semanas atrás. Los familiares erigieron frente al lugar la tradicional tienda fúnebre para recibir las condolencias. El atacante fue muerto por la policía.
Entretanto, el rito fúnebre por los muertos en el atentado comenzó con la lectura de preceptos religiosos por parte de autoridades del colegio rabínico Merkaz ha-Rav de Jerusalén, en presencia de rabinos y familiares de las víctimas.
Estuvieron ausentes, en cambio, el premier Ehud Olmert y los principales representantes del gobierno, no queridos por su diálogo con los palestinos especialmente por la parte más conservadora del sionismo religioso.
Fuente: ANSA