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Escondiendo la verdad no se borra el pasado, se induce a repetirlo



El presidente francés, Nicolas Sarkozy, fue criticado el jueves por decir que la fe tiene un ámbito público y que los escolares deberían estudiar las 11.000 víctimas judías infantiles francesas del Holocausto.

También han generado rechazo entre los laicos las repetidas referencias del presidente a las raíces cristianas de Francia.

Los alumnos de 10 años "deberían conocer el nombre y la historia de un niño que murió en el Holocausto," dijo al Consejo Representante de las Instituciones Judías en Francia (CRIF) esta semana.

El jueves le llovieron las críticas desde los sectores laicos, que quieren mantener alejada la religión del discurso público, y desde aquéllos preocupados porque los escolares se traumaticen por estudiar el Holocausto a través de niños víctimas con los que podrían sentirse identificados.

"El presidente no debería convertirse en una especie de predicador, como está haciendo ahora," dijo el senador izquierdista Jean-Luc Melenchon.

El diputado centrista Francois Bayrou, por su parte, anticipó "un enfrentamiento entre los valores de Francia y los de Nicolas Sarkozy."

"No creo que podamos imponer el recuerdo," dijo el ex primer ministro Dominique de Villepin.

Los recientes discursos de Sarkozy han provocado denuncias de que está violando la tradicional separación Iglesia-Estado de Francia.

Sarkozy asegura ser un católico no practicante, mientras que los anteriores presidentes evitaron hablar sobre la fe aunque fuesen creyentes.

Fuente: Reuters

 
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