Consultada por la Agencia Judía de Noticias (AJN), la gestora cultural del Instituto Cervantes en Israel, Einat Talmon-Macias, aseguró que fue difícil conseguir una editorial dispuesta a publicar el libro. “No es un proyecto comercial ni rentable, porque aunque el publico israelí tiene conocimiento de quién es el Cid, pasa lo mismo que con El Quijote, de (Miguel de) Cervantes, no son libros que sean parte del canon literario israelí”, explicó Talmon-Macías.
Pese a esto, destacó que el trabajo Stav fue loable porque ser el único y el primero que se propuso hacer la traducción y la terminó. “Existía una versión anterior traducida al hebreo pero no estaba completa”, recordó, y aseguró que el trabajo de Stav había recibido buenas y malas críticas desde el punto de vista de cuestiones filológicas. “Era esperable, aunque no puedo decir si la traducción es fiel o no, siempre es mejor que haya repercusiones a que no las haya”, agregó. En cuestiones de contenido, Telmon-Macias consideró que la traducción no suavizaba ciertos versos en los que dos mercaderes judíos aparecen burlados, lo que respeta el original y el contexto de surgimiento y producción de este anónimo del siglo XIII, de casi 3.800 versos.
La presentación del libro se realizará el 27 de febrero en la cinemateca de Tel Aviv, con la presencia del traductor, de las autoridades del Instituto Cervantes y la participación del historiador Asaf Ashkenazi, de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Durante el encuentro se leerán fragmentos de la obra en español y en hebreo, y se proyectará la película “El Cid” de 1961, protagonizada por la actriz italiana Sofia Loren.