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Mantiene Israel alerta ante un ataque desde Líbano



Israel se mantiene en estado de alerta o de "máxima vigilancia", como lo define el Ejército israelí, por temor a un ataque desde Líbano o Siria.

Hezbolá e Irán acusaron a Israel del asesinato del comandante del brazo armado del movimiento chiita Hezbolá, Imad Mughniyah, en un atentado en Damasco y, aunque este país ha negado estar implicado, en círculos gubernamentales se teme una duro ataque terrorista islámico en cualquier momento.

"Es precavido asumir que Hezbolah tratará de vengarse por el asesinato de Imad Mughniyah, posiblemente con la asistencia de Irán y de Siria", afirmó esta mañana el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak.

Entre las posibilidades que maneja Israel están un ataque fronterizo para secuestrar a soldados o civiles, una aeronave cargada de explosivos contra algún blanco civil o militar en su territorio, e incluso un atentado contra blancos israelíes o judíos en el extranjero.

En 1992 y en 1994 la organización libanesa explotó dos coches bombas bajo las sedes de la embajada de Israel y de la comunidad judía argentina en Buenos Aires, causando su total destrucción y la muerte de más de un centenar de personas.

Los servicios de inteligencia israelíes sostienen que Hezbolá preparará el atentado de forma exhaustiva, por lo que no se descarta que éste no se produzca hasta dentro de meses.

Un diario libanés informó ayer que la guerrilla pro-iraní había desplazado al sur del Líbano más de 50 mil hombres en previsión de un nuevo conflicto armado con Israel, a raíz del asesinato de su comandante, cuya autoría se desconoce.

En 2006 Israel y Hezbolá mantuvieron una guerra de 34 días tras el secuestro por parte de la guerrilla chiita de dos soldados israelíes, cuyo estado de salud, con vistas a un posible canje, debatió este domingo el gobierno israelí.

Según las informaciones en poder del Ejecutivo israelí, existen grandes posibilidades de que los dos militares estén muertos, y que por ello el jeque Hasán Naseralla, máximo líder de la guerrilla libanesa, se niegue a revelar en las negociaciones del canje en curso cuál es el estado de ambos.

Si Israel declarase como muertos a los dos soldados y el canje de prisioneros no se realizara, Naseralla podría ver perjudicado su prestigio, lo que le alentaría también a un nuevo enfrentamiento armado para recuperarlo.

"Las FDI y los organismos de seguridad están preparados en todos los frentes. No tenemos ningún interés en una escalada pero seguiremos realizando valoraciones sobre la situación, incluida cualquier amenaza en el extranjero, con el objetivo de estar preparados", manifestó Barak.

Fuente: El Financiero

 
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