"¡Es una vergüenza! Con esta decisión sólo consiguen dar tiempo a Hamas para rearmarse y seguir lanzando cohetes contra nosotros", asegura a la AFP Susanne Cohen, una marroquí que se instaló hace tres décadas en Sderot, a pocos kilómetros de la franja de Gaza.
"¿Qué alto el fuego? El gobierno cedió a la presión internacional y lo que va a pasar ahora es que volverán a olvidarse de los habitantes de aquí", se exclama Niva Ben-Shoshan, residente del kibutz Bror Hail, cercano a Sderot.
Los israelíes del sur han sido sometidos durante ocho años a la lluvia de unos 12.000 cohetes Qassam disparados por Hamas y otros movimientos palestinos, que han dejado 21 civiles muertos.
La mayoría de los 20.000 habitantes de Sderot respaldó la operación militar lanzada por Israel e incluso muchos estimaron que había llegado tarde.
Fuente: AFP