Los nazis intentaron esa “limpieza” con la raza alemana y hoy la exige el grupo Hamás, no todos los palestinos: limpiar de judíos Palestina. No lo digo yo, lo dicen la plataforma de principios de Hamás, que en la práctica abolió al gobierno de Gaza presidido por Mahmud Abbas:
“La estrategia de Hamás: Palestina es una Waqf [territorio islámico sagrado].”
“El Movimiento de Resistencia Islámico [traducción del acrónimo Hamás] cree que la tierra de Palestina ha sido una Waqf islámica a través de generaciones y lo será hasta el Día de la Resurrección. Nadie puede renunciar a ella o a parte de ella, o abandonarla o a parte de ella.”
¿Y por qué Palestina pertenece al Islam, si el fundador, Mahoma, no predicó hasta el siglo VII después de Cristo? Por derecho de conquista, responde Hamás: “Desde que fue conquistada por el Compañero del Profeta [Omar ibn al-Jatab, segundo califa del Islam, 634 a 644 d.C.], sean la oración y la paz de Dios con él.”
Si a conquistas vamos, ese territorio pertenece a Israel porque unos 2 mil años antes de Omar fue conquistado por Josué, ¿recuerdan?, el que derrumbó las murallas de Jericó sonando trompetas, como le había mandado Dios, el dios de israelitas, cristianos y musulmanes: un dios abominable.
Pero Palestina es de Grecia porque la conquistó Alejandro Magno en el siglo IV a. C.: mil años antes de Mahoma.
Es de Italia porque, al ser Grecia derrotada por Roma, la Filistina griega pasó a ser Palestina romana, como sabemos todos por los evangelios: Poncio Pilatos era el gobernador romano cuando Jesús. A la caída de Roma, en el siglo VI d. C., subsistió el Imperio Romano de Oriente, con capital en Constantinopla, y Palestina fue una provincia de ese imperio, luego llamado Bizantino. Todos ellos la conquistaron antes que el bueno de Omar ibn etc., “Compañero del Profeta”.
Palestina es de Turquía porque, después de Omar, la conquistaron los turcos y pasó a ser parte del Imperio Otomano hasta 1918.
Y es de Inglaterra porque la ganaron los ingleses en 1918. En 1948 la ONU dio una pequeña parte a judíos y una grande a palestinos. Unos aceptaron y allí siguen, otros se fueron y formaron los primeros campos de refugiados porque es una sagrada Waqf. Entonces… ¿de quién es por conquista?
También es cierto que, con cada guerra que comienzan los países árabes y gana Israel, éste se toma nuevas tierras. Es verdad que la ultraderecha judía establece nuevos asentamientos en territorio palestino; también lo es que el ejército israelí ha destruido muchos de ellos, para horror de judíos ortodoxos.
Esa ultraderecha está representada en el Parlamento porque Israel es una democracia, también hay moderados y hay palestinos en el gobierno: abra en www.knesset.gov.il las páginas de los diputados palestinos… ¿Ya? Ahora imagine diputados judíos en el Reichstag nazi, que no hablaran alemán, sólo yidish, ¡y exigieran traducción simultánea para hacerse entender de Goebbels! La Knesset es un parlamento bilingüe hebreo-árabe.
La diferencia entre árabes y judíos es una, es grande, y es ética: las bombas de Hamás no hacen víctimas civiles por error: van contra toda la población israelí, incluidos palestinos.
Los palestinos que viven en Israel llevan vida común y corriente y votan como ciudadanos. ¿Alguien puede imaginar un abarrotero judío en Gaza?
Fuente: Milenio (España)