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Bush regresa a Medio Oriente con augurios sombríos



El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, difícilmente pudo imaginar circunstancias tan adversas como las que enfrentará esta semana en su viaje a Medio Oriente, donde, a pesar de un creciente escepticismo, dice esperar un acuerdo de paz israelo-palestino.

Algunos días antes de su llegada a Israel el miércoles, el Hezbolá libanés, organización terrorista anti-israelí apoyada por Irán y Siria, dos regimenes dictatoriales que amenazan a Occidente, demostró su fuerza al tomar el control de una gran parte de Beirut, suscitando temores a una nueva guerra civil.

Y cuando Bush se encuentre con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, se las verá con un político oficialmente sospechoso de corrupción y sometido a presiones para que renuncie.

Así, la Casa Blanca se preocupó de no suscitar demasiadas expectativas antes del viaje, el segundo en cuatro meses de un mandatario que hasta enero no había puesto un pie en Israel ni en los territorios palestinos en siete años de mandato.

La presidencia estadounidense destacó que Bush iba a la región tanto para participar de la celebración del 60 aniversario del Estado de Israel como para favorecer un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos.

Las dificultades en las que se encuentra Olmert no hablan bien de sus posibilidades de convencer a los israelíes de hacer las concesiones necesarias para llegar a un acuerdo de paz con los palestinos, en momentos en que las negociaciones están estancadas.

Olmert y Abbas se comprometieron bajo los auspicios de Bush en noviembre a buscar antes de fin de año un acuerdo que desemboque en la creación de un Estado palestino.

El escepticismo con que se recibió la promesa de resolver en algunos meses un conflicto tan viejo como el propio Israel no ha dejado de aumentar.

Mientras que Bush dice mantener la esperanza en un acuerdo, el negociador palestino Yasser Abed Rabbo hace referencia a la "enorme brecha" que separa a ambas partes.

De ese modo, dice el experto Jon Alterman, "es difícil recordar un momento tan poco propicio como éste para buscar un acuerdo de paz árabe-israelí".

Los expertos invocan un contexto regional desfavorable. Está la crisis libanesa, pero también las incertidumbres en Irak, el aumento del poderío de Irán, el desafío sirio.

Fuente: AFP

 
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