La médula ósea es esencial para el desarrollo de todas las células de la sangre, sin embargo, localizaciones diferentes dentro de ella parecen apoyar el desarrollo o supervivencia de tipos específicos de células sanguíneas.
Los científicos, liderados por Steffen Jung, identificaron las células nutrientes, llamadas células dendríticas residentes de la médula ósea o bmDC, que residen en grupos que rodean los vasos sanguíneos en la médula.
Las células B maduras regresan del flujo sanguíneo y se sitúan cerca de las bmDC. Las bmDC producen el factor de inhibición de la migración de macrófagos, indispensable para la supervivencia de las células B. La pérdida de bmDC conduce a la pérdida simultánea de las células B de la médula ósea.
Los nuevos descubrimientos podrían conducir a una posterior investigación que tiene implicaciones para la malignidad de las células B, como el mieloma múltiple, en el que las células tumorales "secuestran" la médula ósea.
Fuente: AZPRENSA