A su juicio, con la medida se irrespetó la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, que establece el protocolo sobre cómo se originan y terminan las relaciones diplomáticas entre dos Estados. Este pacto no prevé la expulsión de embajadores en situaciones de paz, pues esto sólo se contempla cuando hay violencia o conflicto entre dos naciones.
Para Pineda no se cumplió la formalidad respectiva del caso, ya que si las autoridades venezolanas querían rechazar el conflicto, “la cancillería debió recomendarle al Presidente que emitiera una declaratoria de persona non grata para el embajador, en un operativo silencioso que evitara exponer a esta autoridad al escarnio público”.
El experto en materia internacional indicó que ninguna otra nación latinoamericana ha tomado una decisión similar y que nuestro país debió conservar su actitud neutral con estos conflictos orientales, para no inmiscuirse en un problema ajeno que pudiera aislarlo en el panorama internacional.
“Ni siquiera Jordania o Egipto que son países árabes con los que Israel tiene relaciones diplomáticas han procedido de esta manera, así que es absurdo y es más papista que el Papa el presidente cuando habla de esta situación, el gobierno es desconocedor de los mecanismos diplomáticos”, señaló.
Según informó, en Venezuela país habitan 15 mil personas de religión judía y alrededor de 300 mil árabes en general. Agregó que la principal consecuencia de la expulsión de las autoridades israelíes, será la dificultad para viajar a estas regiones asiáticas, ante la falta de una embajada en Venezuela.
La ruptura diplomática perjudicará las relaciones comerciales con Israel, así como el intercambio tecnológico y científico que existe con esta nación. No obstante, las repercusiones políticas también serán significativas.
“La autoridad palestina está pidiendo que nadie rompa con Israel así que estamos al margen de lo que la sociedad internacional busca, a menos que se quiera prestigio y liderazgo en los sectores más radicalizados del mundo, pero eso aísla a Venezuela”.
Pineda lamentó la situación que afecta a una población que ha hecho un aporte invaluable para el crecimiento y desarrollo del país. “Hay una tristeza en la comunidad judía, que es gente trabajadora y responsable, que igual que los árabes llegaron desde los años 1900 y siempre convivieron aquí con armonía y paz”.
Fuente: El Carabobeno (Dirio ONLINE Venezuela)