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«La química es interesante porque es la ciencia más cercana a las artes»



«Aún hoy siento miedo de las personas uniformadas», dice el científico Roald Hoffmann, internado de niño en un campo de concentración nazi durante el Holocausto.

Premio Nobel en 1981 apartó a un lado la ciencia para dedicarse a la poesía, aunque señala que ambas disciplinas no están tan alejadas. «La química es la ciencia más cercana a las artes», sostiene.

-Cuando recibió el Premio Nobel en 1981, dijo que no sabía qué hacer con el resto de su vida. ¿A qué se ha dedicado en estos 27 años?

-En primer lugar, he evitado hacer el ridículo -el Premio te da esa posibilidad-. En segundo lugar, no me he convertido en un administrador ni he levantado un imperio. Y por último, he conseguido seguir haciendo ciencia de alto nivel, enseñando y escribiendo.

-¿Cuándo desarrolló su interés por la química?
-Tarde. No decidí ser químico hasta mediado el doctorado. Estaba orientado hacia la investigación médica, sobre todo por presiones familiares. Cuando reuní el valor suficiente en la Universidad para decirles a mis padres que no quería ser médico, la química parecía un camino sensato.

-¿Cuál es el papel de la química en el conocimiento científico actual?
-La química es una de las ciencias fundamentales. Es la que tiene la base económica más fuerte, ya que la gente siempre transformará materia. Creo que la química es interesante porque entre las ciencias fundamentales somos los que estamos más cerca de las artes. Hacemos nuevas moléculas que no existían anteriormente en la tierra, pero con responsabilidades éticas para su uso.

-¿La química tiene límites?
-Creo que no. Sabemos más, pero queda tanto por conocer... Tenemos pocas ideas sobre cómo controlar reacciones en dos o tres dimensiones y aún no hemos empezado a entender la riqueza de las estructuras disponibles.

-¿Han aumentado las nuevas tecnologías la importancia de la ciencia?
-Creo que sí. Los ordenadores han marcado diferencias fundamentales, como la forma en que se procesan los datos. Podemos obtener estructuras fácilmente. Incluso proteínas.

-Detrás de estas nuevas tecnologías y apoyándolas está la química, pero muy poca gente es consciente de ello. ¿Por qué?
-Porque la química que hay tras los materiales complejos no es romántica, generalmente no tiene esa conexión antropológica de poder curar o dañar.
Superviviente

-Usted padeció el Holocausto. ¿Qué significado ha tenido en su vida?
-Perdí a mi padre. Y también abuelos, el país y la cultura en los que nací. Pero gracias a mi madre sobrevivimos. Aún hoy siento miedo de las personas uniformadas. Sobrevivimos pero no somos mejores personas por ello, sólo somos personas. Estoy decidido a hacer lo que pueda para evitar que este tipo de cosas vuelvan a suceder.

-¿Tras el Holocausto no perdió la fe en la química?
-La química se utilizará para bien y para mal por los seres humanos, que son ambas cosas.

-¿Es posible crear a partir de elementos químicos una fuente de energía que sustituya al petróleo?
-Casi todo lo que está hecho de hidrógeno y carbono arde. Hemos visto coches que consumen etanol y se habla de quemar hidrógeno. No hay nada sagrado en el petróleo, sólo que es muy barato. Así que sí, podemos hacer algo que arda, pero es más caro que extraer petróleo del suelo.

-Dice que su mejor trabajo es el de profesor. ¿Se ha deteriorado la relación maestro-alumno?
-Creo que no. Algunos aspectos, como el uso de ordenadores, van en contra del contacto humano necesario. Pero permiten un mejor ajuste al nivel del estudiante y un acceso más fácil a la información.

-¿Cree que los jóvenes de ahora tienen menos curiosidad por aprender?
-No. Están algo influenciados por su carrera, y eso puede suponer una barrera para el aprendizaje.

-Otra de sus grandes pasiones es la poesía, en la que también habla sobre ciencia. Una combinación muy heterodoxa.
-Ése no es el problema. El problema reside en que alguien dijo al principio que esto es ciencia, y que si no lo entiendes eres tonto. Eso es un gran lastre para el poeta.

-Sus poemas también hablan del amor. ¿Existe una fórmula química para el amor?
-¡Ah, no! Ésa es una de las diferencias entre el arte y la ciencia: puedes tener la fórmula química del sabor de vainilla, pero no del amor.

Fuente: El Comercio Digital

 
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