Los investigadores del Organismo Internacional de la Energía Atómica de la ONU encontraron restos de uranio en las instalaciones sirias que fueron destruidas en un bombardeo israelí el año pasado.
Las fuentes diplomáticas que informaron ayer del hallazgo consideran que "fue un componente radiactivo fabricado por el hombre, no natural".
Según reportes de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, en el lugar atacado funcionaba una planta secreta de desarrollo nuclear.
En septiembre de 2007, medios de comunicación internacionales daban cuenta de una operación militar aérea israelí en zonas del norte de Siria. El primer ministro Ehud Olmert ordenó a su gabinete guardar silencio sobre el bombardeo y sobre el informe que bajo el nombre clave "Huerta" presentó a las autoridades de EEUU.
Ese documento aseguraba que un barco norcoreano había atracado en la terminal naviera de Tartus con "componente nucleares". El material fue camuflado e inmediatamente transportado a zonas del norte de Siria donde técnicos locales, con ayuda de personal de Corea del Norte, construían instalaciones secretas.
Fuente: Adn Mundo