PARA LEER CON MAYOR COMODIDAD PODES

El tamaño no lo es todo



Un equipo de científicos israelíes ha descubierto un predador de un milímetro de largo que neutraliza a unas pequeñas avispas que han arrasado en los últimos años bosques de eucalipto en el Mediterráneo, África y Oriente Medio.

"Fue como encontrar una aguja en un pajar" después de tres años de trabajo, porque "hay decenas de plagas y decenas de predadores", explica David Brand, responsable de la Fundación Nacional Judía, una organización especializada en el desarrollo de la tierra y las infraestructuras israelíes.

El microorganismo, de nombre Closterocerus, impide dañar los eucaliptos a las dos especies de avispa que crean agallas (excrecencias redondas) en estos árboles: la Leptocybe invasa -en las hojas nuevas- y la Ophelimus Maskelli -en las antiguas.

"Ambas someten los árboles de eucalipto a continuos ataques", cubriendo de agallas sus hojas "como un fuego incontrolado" hasta que acaban cayendo, ilustra Brand.

Italia, Grecia, Portugal, Kenia, Sudáfrica, Vietnam, India o Tailandia son algunos de los países donde esta pequeña avispa ha dejado su dañino legado.

Israel ya ha empezado a liberar Closterocerus en sus bosques, con una "palpable reducción del daño ocasionado por la Ophelimus Maskelli" como resultado, según el responsable de la Fundación.

No obstante, tras un año de pruebas, el departamento de Inspección y Protección de Plantas del Ministerio israelí de Agricultura ha optado por limitar las pruebas a esta modalidad de avispa, pues no hay garantías de que el Closterocerus logre detener la acción de la otra sin dañar diferentes especies.

Las autoridades de Sudáfrica -cuyos bosques de eucalipto alimentan su industria maderera y papelera-, India y Tailandia ya se han dirigido a los investigadores israelíes para pedir su ayuda.

Fuente: EFE

 
ir arriba