En respuesta, aviones israelíes dispararon tres misiles contra el edificio donde estaba la oficina de Haniye. El complejo se derrumbó por completo y por lo menos cinco personas resultaron heridas en el ataque.
Hamás declaró que el ataque había "cruzado todas las líneas rojas en relación con el fuego del enemigo sionista". (Aclaración mía: no hace falta que el "enemigo sionista" cruce ninguna línea roja para recibir desde hace 7 años, una lluvia de entre 50 y 80 misiles diarios sobre poblaciones civiles, acaso hay algo peor que pueda llegar a pasar, sin contar los humanos bomba que se hacen explotar entre la población civil, como pasó hace unos días en una cafetería de Dimona?).
Las Fuerzas Armadas confirmaron el ataque aéreo contra la sede de Haniye y agregaron que la aviación golpeó otros seis objetivos en la Franja de Gaza. Tres depósitos con armas fueron alcanzados, dos de ellos en el sur de Gaza y otro en Jabalia.
Tropas del Ejército también abrieron fuego contra un terrorista armado en el norte de Gaza y confirmaron su baja, a la vez que fuentes palestinas informaron que un miembros de Hamás fue abatido en combates durante la noche.
La mayoría de las bajas de guerrilleros en la batalla eran de Hamás, pero algunos eran de los Comités Populares de Resistencia y de la Yihad Islámica.
Inevitablemente también murieron en los combates algunos civiles.
La aviación continúa atacando a posiciones concretas donde Hamás ha desplegado lanzadoras de Kasam.
El sábado por la tarde, en un ataque preciso la Fuerza Aérea destruyó un camión en Jabalia que transportaba 160 cohetes Kasam y decenas de proyectiles de mortero.
En otro incidente, abatieron a un oficial de Hamas que manejaba una unidad que se disponía a lanzar cohetes Grad contra Israel.
Según trascendió, el esfuerzo especial se centrará en golpear la producción de cohetes, los depósitos, el transporte y el lanzamiento de los proyectiles, evitando lesionar civiles.
Fuentes de las FFAA admitieron, que el fuego de cohetes seguirá aunque se supone que se empujará el lanzamiento hacia más adentro de la franja.
El Ejército cree que Hamás quiere establecer un "equilibrio del terror" para disuadir a las FFAA de atacar desde el aire o el inicio de las operaciones en tierra.
La operación israelí responde a los últimos ataques terroristas al sur de Israel con cientos de cohetes Kasam e incluso con Katyushas.
Según fuentes de inteligencia, Hamás quiere poner fin a la actual espiral de violencia que desencadenó, antes de seguir perdiendo armamento y bajas de militantes. Sin embargo, Israel podría mantener la presión ya que quiere obligar a Hamás a dejar de disparar contra Ashkelon y otras poblaciones civiles del sur de Israel.
Fuente: Impulso Baires