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Rabinos condenan genocidio en China



Recientemente, más de 220 rabinos, académicos y políticos israelíes firmaron una petición haciendo un llamado a que cesen las atrocidades que están ocurriendo en China, en vistas a las Olimpíadas que se llevarán a cabo en agosto de este año en el país oriental.

El Rabino David Druckman –el Gran Rabino de la cuidad del norte Kiryat Motzkin– convocó a todos los judíos a ‘encabezar’ la condena a la dictadura comunista en China por sus asesinatos a prisioneros de conciencia con el fin de extraer sus órganos.

“La atrocidad es tan grande”, declaró el Rabino Druckman en un video recientemente publicado, “que simplemente no hay palabras para expresarlo”.

“Especialmente para nosotros, la nación Judía, que sufrimos los crímenes de los nazis, sufrimos que nuestros nombres fueran borrados y sufrimos los crímenes del comunismo bajo el régimen de Stalin, es justamente necesario y un deber encabezar la campaña que expresa la total repugnancia a este fenómeno”, dijo el Rabino.

A la dictadura comunista china se la acusa de reprimir violentamente las expresiones de libre pensamiento, a los disidentes, a los tibetanos, a los uhigures y a la gente con creencias espirituales ‘aprobadas’ como catolicismo y diversas ramas cristianas, budistas, etc. a través de arrestos ilegales, tortura, asesinatos, genocidios, reclusiones en campos de trabajo forzado para fabricar productos para las industrias y mucho más.

Entre los grupos más perseguidos está Falun Gong, el cual supera los setenta millones de adherentes en China. Según informes de organizaciones de derechos humanos, cientos de miles de practicantes de este sistema de meditación, ejercicios físicos suaves y desarrollo espiritual en base a los valores de verdad, benevolencia y tolerancia, son ferozmente perseguidos, torturados y reclutados por la dictadura china en campos de concentración y campos de trabajo forzado, donde se los mantiene vivos y se les extrae forzadamente sus órganos vitales en forma sistemática y con fines lucrativos para ser usados en operaciones de trasplante, según concluyó un informe independiente realizado por dos investigadores canadienses en 2006.

Para el vicepresidente del Parlamento Eurpopeo Edward Mc- Millan Scott, “Falun Gong es para el régimen chino lo que los judíos eran para los nazis”.

Al respecto, la CIPFG, (Coalición para Investigar la Persecución a Falun Gong en China), una agrupación integrada por parlamentarios, referentes de derechos humanos y personalidades de todo el mundo, ha lanzado una campaña para priorizar las cuestiones de derechos humanos en relación a realización de las Olimpiadas del 2008 en China. “Será como una mancha en la historia de los Juegos Olímpicos y una vergüenza para la humanidad si estos Juegos y estos crímenes contra la humanidad se llevan a cabo al mismo tiempo en China”, declaró la organización.

Uno tras otro, los judíos, con el peso de sus creencias y de las tragedias de su pasado cercano, están dando el paso al frente para posicionarse en contra de las violaciones del régimen chino mientras se acercan las, llamadas por algunos famosos, “Olimpíadas genocidas”. El caso más notorio es el de Steven Spielberg, quien renunció como director artístico de Beijing 2008 diciendo, “mi conciencia no me permite continuar”, en referencia a la complicidad de Beijing en el genocidio de Darfur.

En un discurso, el Rabino Druckman dijo que uno de los “siete preceptos de las naciones” de los judíos expresa que éstos deben cumplir con la difusión en el mundo de no matar: “así que nosotros, como judíos, debemos, estar al frente en esta lucha y utilizar toda táctica posible para que así el mundo erradique atrocidades como esta”.

“Cuando existe tal maldad en el mundo”, continúa diciendo, “toda persona con conciencia humana y toda persona con inteligencia debe protestar en contra de esto…la ley judía requiere que nosotros difundamos valores de fe en el Creador y que mantengamos la imagen humana por todo el mundo. La misma Torá nos dice que llevemos a cabo el Sabbath y que comamos solamente la comida Kosher, pero también requiere que nosotros influenciemos a la humanidad, tal como está escrito en “Desde Sion surgirá la Torá y la palabra de Dios de Jerusalén’”.

“Nosotros tenemos que exteriorizar nuestras objeciones enérgicamente, como seres humanos y como judíos, hacia todo el mundo y de todas las maneras posibles…En esta era de la comunicación hay muchos métodos, tales como la antorcha que está pasando por todos los países del mundo, que muy pronto también llegará a nuestra región terminando con una manifestación gigante aquí en Israel... Es obvio que nosotros tenemos que apoyar esta iniciativa y darle la bienvenida. Todos debemos hacer todo lo que podamos para condenar enérgicamente las cosas que se están haciendo en China. Esto ayudará a elevar el estándar de toda la humanidad en el mundo entero, y mientras más mejore el mundo y más gentil se vuelva, esto asimismo nos acercará a la liberación y a la llegada del redentor justo”.

“Yo creo que detrás de la descripción que nosotros portamos como religiosos, existe también un verdadero regocijo; no sólo como cobertura externa, sino como una manera genuina de ver al mundo… ciertamente así es la fe judía…de igual manera, aquel que se ve a sí mismo como persona religiosa, no sólo en título sino en esencia, debe unirse a las actividades de este tipo”.

Fuente: La gran época

 
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