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Hizbollah desafiante



Fuertes combates sacudían el jueves Beirut luego de que el grupo Hizbollah, que cuenta con respaldo iraní, dijo que el Gobierno libanés, que tiene el apoyo de Estados Unidos, había declarado la guerra al intentar desmantelar su red de comunicaciones.

Los combatientes de Hizbollah y del grupo aliado Amal intercambiaron disparos de rifles y lanzamientos de granadas con propulsión a cohete con hombres armados pro-Gobierno en varias partes de la capital, en los peores disturbios desde la guerra civil de 1975-1990.

El líder de la mayoría parlamentaria libanesa, Saad Hariri, instó hoy al dirigente chií Hasan Nasralá a retirar a sus milicianos de las calles de Beirut, así como los obstáculos de la carretera que conduce al aeropuerto, bloqueado desde ayer.

En unas declaraciones retransmitidas por televisión, Hariri -de confesión suní- también hizo un llamamiento al líder del grupo chií Hizbulá a 'elegir de inmediato a Michel Sleiman (jefe de las Fuerzas Armadas) como presidente de consenso' del país y sentarse en la mesa de negociaciones.

El líder de la mayoría, que en ningún momento empleó un tono amenazante, respondía a unas declaraciones de Nasralá en las que acusó al Ejecutivo de haber declarado la guerra a su grupo, y tras las cuales se produjeron unos enfrentamientos armados en el barrio beirutí de Corniche al Masra que se han extendido a otras zonas de la capital y el este del país.

Al hacer referencia a estos combates, Hariri afirmó que 'lo que ocurre en las calles de Beirut es una 'fitna' (conflicto confesional)' y acusó al dirigente de Hizbulá, Hasan Nasralá de haberla provocado.

Hariri declaró que Beirut era una ciudad cercada y que 'su corazón, sus calles y su aeropuerto están cercados'.

Asimismo, solicitó a la oposición que permitiera al Ejército hacerse cargo de la seguridad del país.

El dirigente de la conocida plataforma del 14 de marzo, que se dirigió en todo momento a Nasralá de manera personal, también acusó al clérigo chií de usar 'el lenguaje de las armas y de la venganza'

Además, insistió en que no quiere que estallé una 'fitna' entre suníes y chiíes y aclaró que la decisión del Gobierno de desmontar la red de comunicaciones de Hizbulá no es una medida para favorecer a Israel, como aseguró esta tarde Nasralá.

El secretario general del grupo chií libanés había asegurado horas antes que la decisión del Gobierno de desmontar la red de comunicaciones de su grupo 'es una declaración de guerra o el inicio de una guerra'.

En una videoconferencia retransmitida por el canal Al Manar, perteneciente a este grupo chií libanés, Nasralá aseguró que esta red paralela a la estatal es 'la principal arma de la resistencia (la milicia de Hizbulá)'.

'Cortaremos la mano que se acerque a las armas de la resistencia', dijo.

Fuente: EFE

 
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