PARA LEER CON MAYOR COMODIDAD PODES

Se muere el Mar Muerto



El nivel del agua del Mar Muerto disminuye más de un metro cada año.

En sus aguas solía bañarse Cleopatra y hoy en día es uno de los puntos turísticos más populares del planeta.

Pero cada vez hay más preocupación por el futuro del Mar Muerto, donde según los grupos que protegen el medio ambiente, está ocurriendo una catástrofe ecológica.

El Mar Muerto, técnicamente el punto más bajo de la superficie de la Tierra, es un lago salado situado entre Israel y Jordania.

Es la reserva de agua más salada del planeta y una fuente rica en gran cantidad de minerales, lo que también lo hace atractivo por sus propiedades curativas.

La región es internacionalmente conocida por sus singulares características geográficas, históricas y ecológicas.

Cada año miles de visitantes llegan a la región para flotar en sus saladas aguas.

De hecho son tan saladas que difícilmente se puede nadar.

La salinidad normal en los oceános es de 35 gramos por litro, pero el Mar Muerto contiene de 350 a 370 gramos por litro.

Es por eso que ningún organismo vivo puede vivir en él.

Y a pesar de que el mar Muerto carece de vida silvestre, en la región que lo rodea se ubican algunos de los ecosistemas más ricos del mundo.

Pero según los expertos el nivel de sus aguas está disminuyendo un metro cada año y el lago ha perdido un 30% de su tamaño original.

En ciertos puntos de la zona, la costa se encuentra hoy en día a 600 metros de donde se encontraba hace 20 años.

Si no se hace algo urgentemente, dice la organización ecologista Amigos de la Tierra, el Mar Muerto literalmente morirá.

Según Mira Edelstein, portavoz de la organización en Medio Oriente, “lo que estamos viendo es la pérdida de uno de los puntos más hermosos del planeta”.

“Lo que debemos hacer es actuar con rapidez -agrega- porque entre más tiempo pase sin que hagamos nada, más devastadoras serán las consecuencias”.

Según los ecologistas, la principal causa de los problemas del Mar Muerto es la falta de agua del río Jordán, su principal tributario.

Tanto Israel como Jordania utilizan sus aguas para irrigar enormes cantidades de cultivos agrícolas o para consumo doméstico.

Según Amigos de la Tierra, el desierto en la región ha “florecido” con cultivos que sobreviven gracias a las aguas que deberían alimentar al Mar Muerto.

Para frenar el problema, la organización lanzó un proyecto para crear lo que llama un plan de desarrollo integral para a región.

Este, dice, pide la colaboración de las autoridades israelíes y jordanas, así como la participación de intereses internacionales.

Pero a pesar de que en los últimos años se han propuesto una serie de diversos proyectos en la zona, incluido la construcción de un canal desde el Mar Rojo, hasta ahora ninguno ha fructificado.

Fuente: Prensa Hispana

 
ir arriba