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Exposición sobre Schindler, un justo entre las naciones



Una exposición en el Museo Judío de Fráncfort, que se abre hoy al público, explora las razones por las que Oskar Schindler, el empresario que salvó la vida a cientos de judíos perseguidos por los nazis, cayó en el olvido en la postguerra alemana.

El Museo Judío de Fráncfort, organizador de la muestra, recordó que la historia sólo se hizo conocida en su última ciudad de residencia con el estreno de la célebre película de Steven Spielberg, 'La lista de Schindler'.

'Padre coraje. Oskar Schindler en Fráncfort', es el título de la exposición que recuerda también a los 1.200 judíos salvados por el empresario a través de trucos y sobornos.

El logro más difícil de Schindler fue rescatar a 300 mujeres que ya habían sido enviadas al campo de exterminio de Auschwitz.

Después de la guerra, Schindler se marchó a Argentina pero regresó en 1957, sin su esposa Emilia, y fracasó en su intento de montar una fábrica en Hanau.

Su situación se hace precaria y prácticamente son los judíos a los que salvó la vida durante el III Reich quienes le aseguran el sustento.

'Su historia desaparecía una y otra vez porque era demasiado incómoda para la sociedad alemana de la postguerra en la que había muchos cómplices de los nazis', dijo Fritz Backhaus, del Museo Judío.

'La historia de Schindler mostraba que había otras posibilidades de comportamiento en la época de los nazis', agregó.

La exposición, que se organiza con motivo del centenario del nacimiento de Schindler, que se cumple el 28 de abril, muestra el único documento fílmico en el que el personaje explica las razones de sus acciones de salvamento durante el nazismo.

'Una persona pensante tenía que ayudar', dice Schindler en una pequeña película de la televisión regional de Hesse de 1965.

Dos años antes de esa película, Israel le había concedido a Schindler el título de 'justo entre los pueblos', pero eso en Alemania tuvo poca repercusión.

Los últimos años de Schindler estuvieron marcados por la pobreza, vivía en un modesto piso de una habitación cerca de la estación central de Fráncfort, y por el alcohol, en el que se hundió cada vez más.

Schindler murió en 1974 en casa de unos amigos en el pueblo de Hildesheim y su único legado fue una maleta en la que cabían todas sus posesiones y en la que estaba la famosa lista con los nombres de los judíos que había salvado.

En la exposición de Fráncfort hay una copia de esa lista cuyo original se encuentra en el Jad Vashem, el centro en memoria del Holocausto en Jerusalén.

Fuente: EFE

 
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