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De la ‘Mano de Elías’



El Maccabi se ha adaptado a los tiempos para seguir siendo una de las banderas de Israel.

Es algo más que un club. En un estado políticamente complicado como es el israelí cualquier símbolo es recibido con entusiasmo y el Maccabi ha sido una de sus mejores banderas. Fundado en 1930 (antes de que fuera reconocido el estado de Israel, que declaró su independencia en 1948 ) se trata de un club polideportivo que ha sabido acaparar todo el poder y aprovechar su privilegiada posición para asegurar una inacabada hegemonia.

Su sección de basket, la más importante, ha ganado 47 ligas israelís desde 1954 cuando la competición se puso en marcha. Ha dispuesto -en muchos casos a través de influencias económicas y políticas- de los mejores jugadores del país (Cohen-Mintz, Berkovic, Aroesti, Jamchi, Katash), ha nacionalizado a conveniencia (Brody, Perry, Silver) y ha pagado a estrellas de primer nivel (Magee, Chambers, Huffman, Parker o Jasikevicius).

Todo ello le ha permitido brillar (cinco máximos títulos europeos), pero también crearse la antipatía de otros sectores del deporte israelí, que le acusan de monopolizar la estructura deportiva.

Se han intentado introducir leyes ‘anti-Maccabi’ (obligación de tener un cupo de jugadores autóctonos, que se puso en marcha en el 2006, y tope salarial, que fracasó), pero Shimon Mizrahi ha sabido superar todos los obstáculos. Mizrahi es el eterno presidente del club. Un atípico presidente al que se puede ver en todos los partidos muy cerca del banquillo del equipo acercando una toalla a un jugador o protestando a un árbitro, pero que también sabe moverse de forma impecable por los despachos, buscando el sistema de competición que más le interese o avalando un crédito.

El es el cerebro del nuevo Maccabi, el que se ha sabido adaptar a los tiempos. El que firmó en 1969 un compromiso con la firma Elite, que 39 años después aún se mantiene, y el que le ha dado la vuelta al carismático escenario de sus partidos. Construido en 1963 y bautizado con el nombre de ‘Yad Eliyahu’ (‘La Mano de Elías’), en una clara concesión religiosa, ha sido remozado últimamente y adaptado a los tiempos que corren. De ‘La Mano de Elías’ se ha pasado al ‘Nokia Arena’. Pero es lo único que ha cambiado. Maccabi sigue siendo sinónimo de Israel y sus victorias se enmarcan en los éxitos nacionales. Como siempre ha sucedido.


Fuente: Sport.es

 
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