El presidente palestino, Mahmoud Abbas, descartó el miércoles una declaración unilateral de un Estado independiente en el futuro cercano, respondiendo al pedido de un asesor para que tome dicha medida si las conversaciones de paz con Israel continúan tambaleando.
Abbas hizo las declaraciones un día después de que él y el primer ministro Ehud Olmert se reunieron para acelerar las conversaciones de paz respaldadas por Estados Unidos, lanzadas en noviembre en una conferencia en Annapolis, Maryland.
"Buscaremos negociaciones a fin de llegar a un acuerdo de paz durante el 2008, que incluya el arreglo de todas las cuestiones de estatus final, incluyendo Jerusalén," dijo Abbas en un comunicado.
"Pero si no podemos lograr eso, y llegamos a un estancamiento, volveremos a nuestra nación árabe para tomar las decisiones necesarias al nivel más alto," agregó, sin mencionar ninguna opción.
La autoridad de Abbas está limitada a Cisjordania desde que los terroristas islámicos de Hamas, que se oponen a los esfuerzos de paz con Israel, tomaron en junio la Franja de Gaza. Un portavoz del grupo indicó que no valía la pena escuchar la sugerencia de Abed Rabbo.
El primer ministro palestino, Salam Fayad, manifestó ayer, pocas horas antes del encuentro entre Olmert y Abás, su 'sensación' de que 'no se ha hecho lo suficiente en los últimos tres meses' que pueda sugerirle 'que un tratado sea posible a fines de 2008', algo que acordaron las partes en la conferencia de Annapolis (EEUU) del pasado noviembre.Dos días antes, el presidente de Israel, Simón Peres, había lamentado que la gente esté 'perdiendo fe en la paz' porque en Oriente Medio 'todo el mundo habla, pero nadie actúa' para acabar con el largo conflicto.
'El modus operandi en Oriente Medio consiste principalmente en prometer de la boca para afuera en vez de poner cosas en marcha', dijo Peres.
Los dos líderes volverán a reunirse en quince días, pero lo harán en un ambiente de discreción para garantizar el éxito del proceso.
Cooperación entre los cuerpos policiales, medio ambiente, definición de las relaciones económicas, seguridad civil e interna, relaciones interestatales o reparto y gestión del agua son los asuntos que abordarán las partes con la esperanza de generar en los medios una sensación de impulso negociador, según el rotativo.
El aumento de temas en la agenda no implica, sin embargo, que Israel y la ANP vayan a dejar de lado los tres espinosos asuntos centrales del conflicto: las fronteras del futuro Estado palestino, el estatus de Jerusalén y la suerte de los más de cuatro millones de refugiados palestinos.
Fuentes palestinas cercanas a la negociación confirmaron la incorporación de cuestiones técnicas a la agenda del proceso, aunque evitaron interpretar la decisión como un intento de transmitir avances en los contactos bilaterales.
'Los asuntos técnicos tienen inevitablemente un componente político, como decidir si ciudadanos israelíes pueden ir a (la ciudad cisjordana de) Belén o guías turísticos palestinos trabajar en Jerusalén oriental', reconocieron, no obstante, las fuentes palestinas, que hablaron bajo condición de anonimato.
Olmert negocia con la espada de Damocles de la retirada del Ejecutivo del partido ortodoxo judío Shas, que ha amenazado con dejar en minoría la coalición gubernamental si Jerusalén se aborda en el proceso de paz.
Por ello, el primer ministro israelí insiste en dejar para el final el estatus de la ciudad santa, cuya parte este ocupa Israel desde la Guerra de los Seis Días de 1967 y reclaman los palestinos para establecer la capital de su futuro Estado.
A última hora de ayer, un destacado asesor de Abás, Saeb Erekat, rechazó ante medios de comunicación en Ramala que se aborden por separado los asuntos centrales del conflicto.
La multiplicación de asuntos sobre la mesa pretende diluir el pesimismo expresado en los últimos días por dirigentes israelíes y palestinos ante la ausencia de progresos en el proceso negociador.
Fuente: Reuters