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Shimón Peres inauguró las sesiones del renovado Parlamento israelí


Dos semanas después de las elecciones, el presidente de Israel, Shimón Peres, inauguró hoy la décimo octava legislatura de la Knésset (Parlamento), y sin definirse aún la composición del nuevo gobierno que formará Benjamin Netanyahu.

En su discurso, Peres se refirió al conflicto con los palestinos, pidiendo ante la atenta mirada de Netanyahu: "Tenemos que concluir el proceso de paz con los palestinos, si es posible en esta legislatura".

El dirigente recordó emocionado su primer discurso en la Knésset hace 50 años.

Los 120 miembros de la Cámara en Jerusalem, entre los que hay 31 caras nuevas, han jurado su cargo en una solemne ceremonia dirigida por Mijael Eitan (Likud), el diputado sin ser ministro que más tiempo lleva en la Knésset (desde 1984).

Es también la legislatura con el mayor número de mujeres en su historia, 21, siete de las cuales pertenecen a la lista más votada, la de Kadima de Tzipi Livni.

Entre los diputados hay 14 generales, cuatro profesores, 13 árabes y 10 religiosos judíos. "Han sido elegidos 12 partidos. Encargué a Netanyahu la formación del gobierno con el deseo que sea de amplia coalición. Es lo que Israel necesita", dijo Peres en un claro mensaje a Livni, quien rechaza formar parte del gobierno de Netanyahu.

El líder del Likud cuenta ya con el voto de 65 diputados, pertenecientes a los partidos de derecha y religiosos, pero desea la participación de Kadima y el laborismo.

Netanyahu no tira la toalla y ha anunciado que este viernes se reunirá de nuevo con Livni para que acepte iniciar negociaciones de cara a un gobierno de unidad.

Aunque en Kadima hay mayoría a favor de ir a la oposición, se escuchan voces discrepantes como la de Shaúl Mofaz, el número dos del partido.

"No hemos recibido 28 escaños para ir a la oposición. No tengo miedo en dejar el gobierno pero Kadima debe negociar con Likud y ver si es posible unir fuerzas", advirtió Mofaz consciente que si se unen con Netanyahu, será el nuevo ministro de Defensa.

La presidente saliente del Parlamento, Dalia Itzik (Kadima), que fue elogiada por Peres, afirmó que "en estos casi tres años, hemos aprobado importantes leyes y se ha conseguido renovar la importancia de la Knésset en la sociedad israelí".

"No podemos olvidar los discursos" ante el plenario del ahora ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush; la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro británico, Gordon Brown; y el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Itzik espera que un acuerdo entre su partido y el Likud de Netanyahu incluya su continuidad como presidenta del Parlamento, un cargo que suele ser la mejor plataforma para llegar a la presidencia de Israel.

La nueva diputada del Likud, Tzipi Jotobely, es la más joven. A sus 31 años recién cumplidos, asegura que "es una gran responsabilidad.

Intentaré promover leyes a favor de la educación basada en valores judíos". Jotobeli se opone al desmantelamiento de los poblados judíos en Judea y Samaria a cambio de un acuerdo de paz: "Uno de los motivos que explican el giro a la derecha de la población es que cada retirada israelí es compensada con más terrorismo palestino. No podemos repetir el mismo error".

60 años y dos semanas después de la primera legislatura de la Knésset- que tenía como primer ministro a David Ben Gurion- la sesión inaugural ha tenido otro registro histórico: Por primera en la historia, el jefe de gobierno no es un diputado.

A raíz de los supuestos casos de corrupción, Ehud Olmert anunció su dimisión hace unos meses y su retirada de la política para demostrar su inocencia como "un ciudadano más".

Olmert dialogó con su sucesor, Netanyahu, al que felicitó y le deseó mucha suerte "la necesitará no sólo para gobernar, sino incluso para formar la coalición", dijo.

Fuente: Notimex

 
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