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Hechos y proporcionalidades sobre el terrorismo y la guerra, por José Brechner



Existen 1.500 millones de musulmanes en el mundo. Uno por cada cuatro terráqueos.

La misión del Islam es dominar el globo. Islam significa “sometimiento”.

El Corán no es un libro de paz sino de guerra, que exhorta repetidamente a la aniquilación del no-musulmán (el infiel).

Mahoma jamás estuvo en Jerusalén ni en ningún otro lugar de Israel.

Nunca en la historia existió un pueblo ni un Estado Palestino.

Jerusalén fue fundada por el rey David y es la capital de Israel desde hace 3.000 años.

La causa palestina es la excusa del Islam para destruir Israel, cuna espiritual, ética y moral de la civilización occidental judeocristiana.

El Islam surgió el Siglo VII; 2.600 años después del Judaísmo, 1.300 después del Cristianismo.

No existe el Islam moderado. Existen musulmanes moderados que son la minoría.

El Islam no acepta el libre albedrío ni la democracia.

Jamás hubo una demostración contra el terrorismo en ningún país musulmán.

Noventa por ciento de las guerras y masacres ocurrentes en el mundo son ocasionadas por los musulmanes.

Todos los terroristas suicidas son musulmanes.

El terrorismo chiita es financiado por Irán, que sostiene a Hezbolá.

Los ayatolas son los verdaderos gobernantes de Irán, están regidos por su “Líder Supremo” político y espiritual, el ayatola Ali Khamenei. Majmud Ajmadineyad es su gerente.

El principal financista del terrorismo sunita es Arabia Saudita.

Los libros de texto escolares islámicos, que enseñan a los niños a odiar y asesinar a aquellos que no son musulmanes, son elaborados y editados por Arabia Saudita.

En Arabia Saudita está prohibida cualquier religión que no sea el Islam y nadie que no sea musulmán puede pisar La Meca.

Arabia Saudita construye mezquitas en Occidente, planeando convertir a la gente del lugar, y a la postre dominar y gobernar con la Sharia, la ley islámica.

Todos los grupos terroristas sunitas provienen de la Hermandad Musulmana. Su credo es: “Alá es nuestro objetivo. El Profeta es nuestro líder. El Corán es nuestra ley. La Yijad es nuestra manera. Morir en el camino de Alá es nuestra máxima aspiración”.

Los islamistas consideran, que si alguna vez un musulmán, o un descendiente por parte de padre de un musulmán, gobernaron en algún lugar, ese lugar se convierte automáticamente en dominio islámico para siempre. De acuerdo a esa visión, los países que fueron regidos por los musulmanes, no pueden volver a ser laicos o de otra religión, sino la islámica.

Ese es el letal problema europeo donde viven 54 millones de mahometanos. España (Al-Ándalus) ha sido invadida por un millón de musulmanes. Pronto será el problema latinoamericano, donde prepondera el caso de Argentina (que fue gobernada por Menem, hijo de padre musulmán), también de Ecuador, Belice, República Dominicana, Colombia y Honduras que tuvieron presidentes de origen árabe.

Estados Unidos bajo el gobierno de Obama entrará en la lista de países que según los musulmanes les pertenecen, porque el padre de Barack era musulmán y él también.

De forma aparentemente controvertida, como en todo su actuar, Barack Obama que evitó usar su segundo nombre árabe “Hussein”, durante su campaña presidencial, y acusó a sus opositores de racistas y de jugar sucio si lo hacían, ha pedido se le tome el juramento para asumir la presidencia con su apelativo completo. El mensaje al mundo islámico es claro: “¡Estamos en el poder!”.

Venezuela es el principal aliado de los terroristas musulmanes en Latinoamérica, junto a Bolivia, Nicaragua, Cuba y Ecuador.

La Triple Frontera (Paraguay, Brasil, Argentina) es base y refugio de terroristas islámicos.

De forma inusual diplomáticamente, pero no sorpresiva políticamente, si uno sabe quién es el verdadero Lula da Silva, Brasil está dando su apoyo a Hamas, unido a Cuba, Rusia, Libia y Venezuela.

El Brasil de Lula organizó el Foro de Porto Alegre y de Sao Paulo, donde se redactaron y aprobaron los documentos extremistas de la moderna izquierda fascista pro islamista.

Existen 300 millones de estadounidenses; uno por cada cinco musulmanes. Para que en la guerra por la seguridad occidental, las proporcionalidades en las bajas sean políticamente correctas, por cada norteamericano asesinado por un terrorista, Estados Unidos debería matar cinco musulmanes.

Existen 15 millones de judíos. Por cada uno que asesinan los terroristas, Israel debería eliminar 100 musulmanes para estar parejos.

Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, desde el 2000 al 2004, Hamas ha sido responsable por el asesinato de 400 israelís, y por herir a más de 2.000 en 425 ataques. De acuerdo nuevamente a la proporcionalidad en la respuesta que exigen la ONU y otros, Israel tiene derecho a dar muerte a 40.000 terroristas.

Fuente: www.josebrechner.com

 
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