La idea de realizar un musical sobre esta historia surgió de un viaje de Rafael Alvero hace diez años a Amsterdam, ciudad donde se refugiaron Ana Frank y su familia de la represión nazi contra los judíos durante la II Guerra Mundial, antes de ser descubierta y llevada a un campo de concentración donde fue asesinada.
"Tuve la oportunidad de visitar la casa donde se escondió Ana Frank y sentí la necesidad de hacer llegar estos sentimientos al público mediante algún proyecto relacionado con la música", explicó Alvero.
Las páginas de su diario continúan hoy en todas las librerías. Su fotografía es inconfundible para toda la sociedad israelí, que ha seguido con inquietud exhaustiva los avatares en torno a la suerte del castaño -hoy provisionalmente salvado- que la joven veía crecer desde su ventana, los juicios en Alemania por la quema de una copia de su libro en 2006, la revelación de cada nuevo documento sobre su biografía. La prensa también ha dado puntual cuenta del montaje del musical que ayer se estrenó en España.
Ana Frank es un respeto y una presencia en Israel, que guarda como un tesoro universal algunas de sus postales manuscritas en el Museo del Holocausto. Desde esta institución, Pnina Hazan, directora para Iberoamérica y España, subraya: «Ella no es un símbolo sólo para el Judaísmo o Israel, es un humor único, una vida truncada antes de tiempo, que pertenece a la memoria de toda la Humanidad para que nunca se repita».
Fuente: ABC