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La presencia de los tenistas israelíes en Qatar viene a ser el equivalente del "modelo" de campo de concentración que los nazis mostraban al mundo



Todos los estados del Golfo no sólo boicotean oficialmente a Israel y no reconocen su existencia, sino que afirman públicamente en sus páginas web que aquellos con pasaporte israelí o sellos de Israel en sus pasaportes no serán autorizados a entrar en el país.

La jugadora de tenis israelí Shahar Peer ocupa el puesto 17 en el mundo.

Pero su reinado hacia la cumbre del tenis femenino no ha evitado que actúe como una desesperada que simplemente desea ser querida.

Como vengo observando repetidamente en esta página, hasta ayer Peer no podía poner un pie en ninguno de los estados del Golfo Pérsico. No estaba autorizada a jugar en el Abierto de Dubai ni en el Abierto de Qatar.

Eso se debe a que todos los estados del Golfo no sólo boicotean oficialmente a Israel y no reconocen su existencia, sino que afirman públicamente en sus páginas web que aquellos con pasaporte israelí o sellos de Israel en sus pasaportes no serán autorizados a entrar en el país. Mientras que esa es la política oficial, rutinariamente se hacen excepciones para los musulmanes con pasaporte israelí o con sellos israelíes en sus pasaportes. Así es como tantos musulmanes procedentes de Israel realizan el hajj, la peregrinación islámica anual a La Meca, Arabia Saudí. Pero dado que solamente se permite la entrada a los musulmanes con pasaporte israelí o sellos israelíes -- judíos no -- está bastante claro que la idea es excluir a los judíos de los estados del Golfo. La política es antisemita y, francamente, una forma de apartheid antijudío.

Pero ahora Doha y Qatar quieren ser la sede de de los Juegos Olímpicos de Verano y se presentan para la versión de 2016. Habría sido difícil imaginar al Comité Olímpico Internacional permitiendo que los Juegos Olímpicos tuvieran lugar en la Sudáfrica de los años 80 gobernada por el apartheid. Pero el racismo se trata de manera diferente por parte del Comité Olímpico Internacional políticamente correcto si hablamos de la variante más "sabrosa" del antisemitismo. La masacre de Múnich no fue el principio del antisemitismo Olímpico, ni fue su final.

Y los estados del Golfo Pérsico, con su apartheid antisemita, son aceptables para las celebridades de extrema izquierda allí donde el apartheid en Sudáfrica no lo fue. Los roqueros se congregaban para la canción "I ain´t gonna play Sun City". Pero George Clooney posa hoy en el antiisraelí Dubai para dar a conocer su nuevo papel como embajador honorario de la ONU; Dubai sigue comerciando y reconociendo al gobierno de Sudán, el país cuyas violaciones colectivas, torturas y asesinatos en masa de su población negra afirman ser motivo de tamaña preocupación para Clooney.

Ahora está Shahar Peer. A pesar de su viaje a Qatar y su participación en el Abierto de Qatar, prohibida durante años, ayer jugaba en el Qatar Total Open. Su juego allí está siendo llamado "histórico". Merecía cobertura a toda plana con fotografías en color vestida con él traje tradicional qatarí en la sección de deportes del USA Today. Ni una sola palabra en todo el artículo, no obstante, acerca de que Peer nunca había llegado a jugar allí antes o de porqué es, como observaba la noticia por encima, "el primer israelí en competir en un torneo profesional en uno de los estados del Golfo Pérsico". Ni una sola mención a la política de visados de Qatar, que sigue en vigor, excepto para los jugadores israelíes de tenis que voluntariamente abandonan su país y a sus correligionarios a cambio de una oportunidad de publicidad e ingresos del tenis.

En su lugar, somos tratados con rimbombantes comentarios procedentes de jugadores israelíes de tenis que también juegan un papel en el zonah del tenis (la palabra hebrea para prostíbulo). El jugador de dobles israelí de 27 años Andy Ram -- que ganó el Abierto de Australia el mes pasado -- dice:

Si el jeque de Dubai acepta concedernos un visado, no veo motivos para no acudir.

Bueno, hay un motivo -- varios motivos en realidad: Dubai no comercia con Israel, para empezar. No hace negocios con cualquier empresa que haga negocios con Israel. Y no permite entrar a ningún judío, con pasaporte israelí, a excepción de unas cuantas estrellas del tenis. Incluso si se permite jugar al equipo olímpico israelí en Qatar, no se va a permitir la entrada a ningún judío israelí o hacer negocios allí o en Dubai o en cualquier parte del Golfo. Tampoco a los turistas con sellos israelíes en sus pasaportes. Y el país ni siquiera reconoce el derecho a existir de Israel.

Peer y sus compañeros tenistas israelíes son comparables a los contados judíos, como la familia Oppenheim del diamante, que fueron inmunes a las políticas Nazis hacia los judíos. Su presencia en el torneo de tenis qatarí viene a ser el extraño "modelo" de campo de concentración que los Nazis mostraban ante el mundo.

Y ella no parece entenderlo.

Como también observaba en esta página hace unos cuantos años, la compañera de dobles de Peer, Sania Mirza, la dejaba plantada por otra compañera en el Abierto de Bengala. ¿Por qué? Porque los musulmanes de la India protestaron con motivo de que una musulmana hindú estuviera jugando con una judía israelí. Y aún así, a pesar de esto, Peer sigue siendo la compañera de dobles y amiga de Mirza.

Es una extraña perversión de la broma de Grouch Marx de que no querría ser miembro de un club que le aceptase como miembro. Peer y las tenistas israelíes desean desesperadamente ser miembro de un grupo que solamente las quiere para poder celebrar unas Olimpiadas.

A título indicativo, Shahar Peer ganaba su torneo de ayer contra Andreja Klepac, de Eslovenia. Pero es una egoísta victoria personal, no una victoria para Israel o los occidentales de todo el mundo a los que les gusta la libertad y se oponen al Islamofascismo.

Por el contrario, la aparición tenística de Shahar Peer en Qatar supone una enorme derrota para su país, para los judíos y para los pro-occidentales de todo el mundo.

Y esto es lo verdaderamente "histórico". Fíjese en la página web de la embajada norteamericana en Qatar, que declara:

Todo el papeleo debe cumplir con claridad la cláusula de no israelí.

Y no hay que olvidar que este es el país cuyos dictadores crearon y financian Al Yazira.

Fuente: El diario Exterior

 
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