Primero hay que proteger las filas terroristas, luego ya le tocará al pueblo. Según testimonios de los residentes de la Franja, los terroristas combaten con ropas de calle y hasta la Policía de Hamás ha recibido la orden de no vestir el uniforme.
Nadie se atreve a dar nombres. Se esconden entre la población, dando la impresión de ser inocentes ciudadanos, los armados surgen de los túneles y los búnqueres subterráneos para sorprender a los soldados israelíes, y cuando son descubiertos y mueren pasan a engrosar la falsa lista de civiles que publican los medios de prensa.
Los terroristas palestinos también utilizan las ambulancias no solo de la medialuna roja, sino también las de las Naciones Unidas para trasladarse de un lugar a otro. Complicidades más que lamentables para esa organización y su ¿buen nombre?
Hamás ha situado innumerables maniquíes-bomba ataviados de terroristas a la espera de los soldados israelíes. Al primer disparo, la carga del falso combatiente es capaz de derrumbar el edificio.
Hasta ahora esos trucos no les funcionan demasiado por la astucia y la excelente preparación de los soldados israelíes.
Fuente: Varios recursos de Internet