Si alguien está usando un arsenal de desproporcionada reacción contra Israel, son los medios de comunicación internacional. Su artillería pesada está masacrando diariamente a todo un pueblo y nación, Israel.
Afirma José I. Rodríguez que la bajeza moral de dichos medios es tan evidente como su anti judaísmo. La aviación mediática de la prensa y los medios internacionales, están promoviendo el racismo, la xenofobia y el antisemitismo contra toda una nación. No se ha visto en la historia, tanta histeria y desproporcionada reacción crítica contra un pueblo.
Estamos absolutamente aterrorizados con las bombas y misiles de la aviación mediática. Cada hora, cada día, cada semana y cada mes, descargan miles y miles de “bombas de racimo” contra las conciencias de millones de personas en el mundo entero. Están sembrando el odio asesino contra los judíos, los israelíes y sus amigos, que por cierto también somos muchos millones. Cada “bomba de racimo” de la mencionada aviación internacional, MICA ( Medios Internacionales de Confrontación Antijudios) está intentando arrasar todo atisbo de equilibrado entendimiento de la situación bélica por la que pasa Israel.
Estamos bajo la descarga de miles de toneladas de tinta, papel y medios audio visuales, que tratan de ahogar la verdad y ocultar la realidad de lo que está pasando. Somos conscientes de que tenemos una lucha contra los poderosos medios de comunicación, que dirigidos por una misma mente mundial, atentan contra el único pueblo, que tiene que defender cada día su legítima existencia.
Además las asociaciones “humanitarias” de todo tipo, lejos de ser ecuánimes con todos los humanos, incluidos los israelíes, se muestran absolutamente parciales y deshumanizados contra los civiles de Israel. ¡Que humanos son con los terroristas y que terroristas son con los humanos israelíes!
Es incomprensible para aquellos que tenemos que levantarnos cada día, para ganar el pan con el sudor de nuestra frente, que la MICA reciba dinero para difamar y promover el odio racista contra Israel. Es inconcebible que bloques de naciones, aporten miles de millones de euros, para seguir manteniendo y justificando el terrorismo internacional con sus ambiguas posturas, que justifican los ataques terroristas contra Israel y que critican con desproporcionada reacción; la proporcionada defensa de los ciudadanos israelíes, por parte de su legítimo y democrático gobierno, por cierto único en la zona.
La lucha es realmente desigual y francamente desproporcionada contra Israel, su gobierno y sus cuidadanos, los cuales están en peligro de ser agredidos e incluso asesinados, por la desproporcionada reacción de los medios de comunicación en general y sus continuos bombardeos mediáticos. Dentro de esos medios, aun se levantan voces y reacciones proporcionadas, pero son pocas comparadas con el resto de aquellas que critican con visceral e injustificado odio a Israel.
Si el ejército de Israel, usara de verdad una desproporcionada reacción contra los terroristas, no quedaría ni un edificio en pie, ni un rastro de vida en más de una franja, dictatorial y terroristamente controlada por los islamistas. Todas las victimas de una guerra son en principio lamentables, se produzcan en uno u en otro lado de la misma, pero cuando esas victimas son usadas como escudos humanos por los terroristas de Hamás, son además de victimas moneda de cambio manchada de sangre, para comprar conciencias antijudías.
La verdadera y proporcionada verdad, es que los terroristas de Hamás disparan sus misiles (sean del alcance que sean) contra población civil sin previo aviso. La verdadera y proporcionada verdad es que el ejercito de Israel, avisa con suficiente tiempo a toda la población (civiles y combatientes terroristas) que va a bombardear una zona u objetivo, que Hamás utiliza como almacén de armas o como guarida.
La verdad es que Israel ha decretado unilateralmente una tregua de tres horas diarias, para que entre más ayuda humanitaria, la cual siempre ha entrado.
La verdad es que Hamás utiliza dicha tregua para atacar al ejército de Israel. La verdad es que Egipto avisó a Hamás de que si continuaban atacando a Israel, estos no les iban a mandar flores. La verdad es que Hamás nunca ha parado de sembrar el terror entre los civiles de Israel y entre sus propios hermanos de Al Fatah y compatriotas palestinos, a los cuales masacró fraternalmente, hace muy poco tiempo.
Podríamos decir muchas más verdades, pero solo una verdaderamente trascendente; Israel tiene un Escudo que por mucho bombardeo mediático que reciban, nadie podrá quitar. La esperanza de Israel, no está en su efectivo ejército exclusivamente, al cual deberían temer y respetar sus enemigos; sino en el Escudo Invisible que les protege contra toda amenaza, real o digital. "Israel, ¡confía en Dios! Él es tu ayuda y tu Escudo. (Salmos 115.9).
Fuente: Periodista Digital