Venimos escuchando una y otra vez en las últimas semanas acerca de la "iniciativa saudita" o "iniciativa de paz árabe", gracias en parte a la Autoridad Palestina, lo que resultó molesto ver como publicidad en los periódicos israelíes a modo de propaganda decorada con banderitas de colores de los estados árabes.
Mientras tanto el Presidente Shimón Peres ha declarado tanto en Israel como en el Exterior que la iniciativa de paz de Arabia Saudita constituye una base para el proceso diplomático.
Aquellos que revisen el plan, pueden ver claramente que los árabes no están renunciando a ninguna demanda, incluyendo el derecho de retorno de millones de musulmanes al pequeño Estado de Israel. Durante la conferencia de Camp David del año 2000 Mahmoud Abbas se opuso enérgicamente a renunciar al derecho de retorno y al Monte del Templo limitando las estrategias de Arafat para negociar.
Abbas y funcionarios de la Autoridad Palestina están actuando de acuerdo al asesoramiento de un excelente consultor estratégico llamado Ahmad Tibi. Es el mismo consultor que también acompañó a Arafat en los alegres años de Oslo e incluso logró convertilo en un Santa Claus árabe, amante de la paz.
Cuando figuras como Benny Beguin señalaron que Arafat tenía dos discursos distintos, uno en inglés y otro muy distinto en idioma árabe donde hablaba de "acuerdos de carácter temporal" hasta que fuera posible quedarse con la totalidad de la Tierra de Israel, Peres los desestimó como "detractores de la paz" (peace refuseniks), hasta que quedó demostrado en última instancia, que Arafat de hecho incansablemente repetía sus aspiraciones a destruir el Estado de Israel en su famosa frase del plan "etapa por etapa".
Sin embargo, Abbas y los reyes Abdullah (de Arabia Saudita y Jordania respectivamente), volvieron a recurrir a la vieja y dulce dialéctica prometiéndonos una "paz de los valientes", en una nueva trampa de lobos disfrazados de corderitos.
Según la iniciativa, los Estados Arabes establecerán vínculos normales con Israel a cambio de una retirada israelí a las fronteras previas a 1967, el establecimiento de un Estado Palestino con capital en Jerusalem, y una solución al problema de los refugiados musulmanes conforme a la Resolución 194 de Naciones Unidas que pide el regreso de todos los refugiados musulmanes de 1948 (y su descendencia) al territorio de Israel. Esta resolución fue aprobada también por los "amigos de Israel" ante la ONU en la resolución 1397 entre los que se encuentran el Presidente Bush y su famosa iniciativa de la "Hoja de Ruta".
Parece que últimamente, cuando queda claro para todos que Oslo fue un fracaso, y cuando queda a la vista que el Plan de ceder territorios llevó a los bombardeos diarios de misiles Quassam a Ashkelon y prontamente a Ashdod, esta gente está buscando otras maneras de presionar a Israel deshaciéndose de Judea, Samaria y los Altos del Golán.
Bueno, sería conveniente que los partidos políticos que de acuerdo a todas las encuestas formarán el próximo gobierno, rechacen la iniciativa y dejen bien en claro que nuestro Presidente no habla en representación de la ciudadanía israelí, ni en nombre del Estado de Israel cuando promueve un movimiento cuyo único resultado sería la destrucción del Estado de Israel. Y también sería adecuado que los miembros de Kadima que durante la época de Sharon se resistieron tenazmente al Plan lo dijeran en público haciendo oír su voz.
La iniciativa fue aprobada en la cumbre árabe en Beirut el 28 de marzo de 2002 sobre la base de una propuesta del Príncipe Heredero de Arabia Saudita (actualmente el Rey Abdullah.). La decisión de la cumbre hizo hincapié en la cláusula relativa al derecho de retorno. El gobierno de Sharón se dio cuenta que aceptar la iniciativa significaba establecer un estado palestino en Judea y Samaria y convertiría al Estado de Israel en un país musulmán con todos los refugiados y sus familias que retornaran. En otras palabras, este es el final del Estado Judío.
Por lo tanto Sharon y su gobierno rechazaron la iniciativa en marzo de 2002 y cuando el gobierno de Israel decidió adoptar el "plan de Hoja de Ruta" del Presidente Bush, un peligroso plan en si mismo, los israelíes presentaron 14 reservas entre ellas un rechazo a la resolución 1397 y a la iniciativa saudita.
Ahora que hemos sido informados que el equipo diplomático del presidente electo Barack Obama está resuelto a tomar esta iniciativa como base de sus proyectos en Medio Oriente es necesario que la dirigencia israelí haga escuchar sus voces de rechazo a la iniciativa señalando sus peligros.
No hay que creer en publicaciones tendenciosas que tergiversan los hechos en nombre de intereses personales afirmando que "todas las cuestiones del documento están abiertas a negociaciones". El tiempo ha demostrado la veracidad las declaraciones formuladas por los portavoces de todo el mundo árabe acerca de que se trata de un paquete cerrado no discutible y que ellos no se comprometen a respetar su contenido.
No hemos tenido suficiente con las ilusiones de Oslo?
De nuevo nos vamos a someter a espejismos de un acuerdo de paz cercano si seguimos haciendo "pequeñas" concesiones?
*Adi Mintz es ex director de la organización Consejo de Yesha
Fuente: Ynet News