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Dentro de la Casa de la Paz en Hebrón haciendo patria



La "Casa de la Paz", así la llaman los judíos.
Una casa en ruinas a medio terminar, sin agua corriente ni electricidad que su dueño musulmán vendió mediante un intermediario por un millón de dólares, sin saber que el comprador era judío.

Hace año y medio, varias familias judías decidieron instalarse en un edificio de tres plantas inacabado. Sin ventanas, con el suelo y las paredes sólo cubiertas por hormigón, sin acceso a electricidad y agua que había sido comprado por un judío estadounidense a un musulmán a través de un mediador que nunca reveló la identidad del interesado en la vivienda. Un millón de dólares recibió el propietario del edificio.

"No tenemos elección. En estos días que vivimos debemos mantener la Tierra de Israel con todas nuestras fuerzas, porque el gobierno la está entregando en parte a nuestros enemigos, a los que nos amenazan con destruirnos", explica con voz pausada en un esmerado inglés Ruth Gismi, de 40 años, quien junto a sus hijos intenta llevar una vida normal preparando el viernes por la mañana la fiesta judía del sabbat que comienza al atardecer. Espera que la sociedad israelí reaccione a tiempo e impida que se cumpla la orden de la Corte Suprema por la que en menos de un mes deberían ser desalojados.

En la puerta de al lado, vive Meriam Flaisman, de 34 años, también junto a sus hijitos a quienes explica este sacrificio: "No vamos a ir a ningún sitio. Vamos a quedarnos aquí hasta el final". Esto es importante porque creemos en lo que estamos haciendo. Estamos enseñando a nuestros hijos que esta tierra es nuestra, que la casa es nuestra y que tenemos derecho a quedarnos aquí.

Por una pequeña escalera acceden a lo que llaman "el templo", una sinagoga en la que rezan, estudian y se reúnen para tomar decisiones sobre la defensa de la casa.

Están dispuestos a atrincherarse y aguantar hasta el final como verdaderos patriotas aunque como comenta Mordehad Sayed, de 50 años, que vive con sus hijos en un sector del edificio, "lo más probable es que la proximidad de las elecciones legislativas [previstas para el 10 de febrero] impida que se ejecute la orden de desalojo".

El rabino Usi Sharba, que organiza el funcionamiento interno del lugar insiste en que "la casa fue comprada de acuerdo a todos los requisitos jurídicos. Se hizo la compra de forma correcta, está todo documentado en un vídeo. Desde el momento del pago del primer billete hasta el último". Y añade: "Este asunto es político no judicial. Los entes de izquierdas que son los que están gobernando este país [el partido Kadima] están buscando por todos los medios la forma de sacar a la gente de esta casa".

Situada frente al asentamiento Kiriat Kerba, donde viven unos 8.000 judíos, en lo alto de una colina a sólo 50 metros de la tumba de los patriarcas judíos, la casa "de la paz" ocupa un lugar estratégico que permitiría a los judíos tener seguridad ante la constante amenaza de los ataques de los terroristas musulmanes que se autodenominan "palestinos", mito que surge a mediados de la década del 60' cuando Yasser Arafat pretendía "echar a los judíos al Mar Mediterráneo" apoderándose de todo un país soberano, Israel.

Hasta ese momento el pueblo "palestino" estaba representado por los judíos que vivían en Israel. La orquesta filarmónica de Israel integrada por judíos se llamaba la Orquesta de Palestina, los periódicos judíos eran "palestinos", los hospitales judíos eran "palestinos", etc. Y los musulmanes que habitaban la zona recibieron dos tercios de la totalidad del territorio del Mandato Británico sobre Palestina. La Palestina musulmana no es otra cosa que la actual Jordania, de donde el Rey Houssein (padre del actual gobernante de ese país) echó en 1970 a Arafat y sus seguidores asesinando a cerca de medio millón de musulmanes (cuando los árabes se matan entre ellos no sale en los medios de prensa), en lo que se dió en llamar "Setiembre Negro".
Tal es así, que más del 70% de los pobladores de Jordania son "palestinos", es decir musulmanes con que vivían en la zona del Mandato Británico en Palestina previo a 1948. Por eso mismo Yaser Arafat pretendía quedarse con todo el territorio (Israel y Jordania), pero el Rey Houssein en ese "Setiembre Negro" de 1970 le bajó las "aspiraciones" conformandose solamente con destruír Israel y formar su propio Estado musulmán en territorio judío para presidirlo.

La corte Suprema no está trabajando en la legalidad en este caso. Hay un hecho: la casa se compró legalmente. Y los árabes se abusan de los precios que pueden sacarle a esos terrenos y deciden vender para tener una inversión rentable sin importarles demasiado a quién.

Fuente: CadenaSer

 
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