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El gran juego de estrategia de Irán (por Caroline B. Glick)



Miles de efectivos de la policía y el ejército se desplazaban el domingo a la frontera con Gaza. En una demostración masiva de fuerza, disuadían con éxito a los habitantes de Gaza de participar en la primera tentativa de asalto por parte de Hamas a la frontera con Israel el lunes por la mañana.

La acertada reacción de Israel a la provocación de Hamas se derivaba de la interpretación del ejército a partir de las fuentes doctrinales de Hamas del llamamiento a decenas de miles de civiles palestinos a acercarse a la frontera todos a la vez.

Momentos antes de la precipitada retirada de Israel del sur del Líbano en mayo de 2000, Hezbolá lanzaba un ataque similar contra la base del destacamento en el sur del Líbano en Taibe. Allá por entonces, Hezbolá organizaba un grupo de miles que marchaban hasta la base y amenazaban con desbordarla. No deseando matar civiles, los efectivos del destacamento abandonaban su puesto. La maniobra precipitó el colapso de las líneas del destacamento a lo largo del sur del Líbano.

Cada uno de los movimientos de Hamas hoy, desde su campaña de morteros y misiles contra Israel hasta el uso por su parte de protestas masivas, pasando por su acumulación de armamento y la humillación política y militar por su parte de Fatah, junto con sus tácticas doctrinales, han sido extraídas directamente de Hezbolá. Y cuando usted dice Hezbolá, usted está diciendo Irán.

Cualquier duda remota acerca de la íntima conexión entre Hezbolá y el régimen de Teherán quedaba dispersada tras el asesinato en Damasco de Imad Mughniyeh este mes. Los mismos líderes de Hezbolá que durante años habían negado cualquier relación con Mughniyeh y negado incluso que existiera, de pronto lamentaban la muerte de su comandante de operaciones. El mismo Irán que venía negando cualquier relación con Mughniyeh enviaba a su ministro de exteriores a su funeral en Beirut. Con la pestilencia casi idéntica instando a la aniquilación de Israel y equiparando al pueblo judío con el mal aliento que sale de la boca, el líder supremo iraní Alí Jamenei, el Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad y el jefe de Hezbolá Hassán Nasralah ilustraban la verdad simple y evidente en sí misma de lo que un millar de negativas intentaban esconder: Hezbolá es una organización iraní.

EN OCCIDENTE el debate público acerca de Irán está dividido. La mayor parte de los debates sobre Irán se centran en su programa de armamento nuclear. Y el programa de armamento nuclear de Irán se presenta como desvinculado de sus políticas estratégicas restantes en la región. Esta clasificación del trato de Occidente hacia Irán es producto del error de diagnóstico norteamericano de los programas de armas de destrucción masiva de Irak previo a la invasión de ese país en el 2003. Y mientras que es comprensible, también es peligroso y autodestructivo, porque el peligro planteado por el programa de armas nucleares de Irán y la intención pública de los esfuerzos nucleares de Irán solamente pueden ser comprendidos en su totalidad cuando se contemplan en el contexto de la guerra que Irán está emprendiendo contra Estados Unidos, Israel y Occidente a través de sus políticas regionales.

La relación entre el programa nuclear de Irán y las políticas estratégicas restantes en Oriente Medio quedaba plasmada en julio de 2006. Allá por entonces, mientras el G-8 se reunía en Rusia y se disponía a desarrollar una política conjunta para evitar que Irán adquiriera armas nucleares, Irán ordenaba a Hezbolá atacar a Israel, secuestrar soldados y de esa manera precipitar la guerra.

Es decir, mientras las potencias del mundo se disponían a poner coto al programa de armas nucleares de Irán, con el fin de desviar la atención internacional de ese programa en una encrucijada crítica, Irán ordenaba a su filial ir a la guerra contra Israel. En lugar de comprender el plan, en virtud de los medios internacionales y con ellos, la política de la comunidad internacional pasaba por alto completamente la relación entre las políticas regionales de Irán y su programa nuclear. En consecuencia, en los debates que conducen al final inconcluso de la guerra, no se presta ninguna atención a cómo afectaría el resultado de la guerra a la disposición de Irán a dejar de lado su programa nuclear o los avances en otros campos de batalla de patrocinio iraní en Irak, la Autoridad Palestina y Afganistán. El impacto de la guerra Israel-Hezbolá sobre el creciente dominio de Siria por parte de Irán de igual manera no fue tomado en consideración en aquel momento o desde entonces.

EN UN INTENTO POR romper la compartimentalización post-invasión de Irak del discurso occidental sobré Irán, el American Enterprise Institute publicaba un informe de 68 páginas la pasada semana que describe las acciones de Irán en Siria, el Líbano, la Autoridad Palestina, Irak y Afganistán. Firmado por Frederick Kagan, Kimberly Kagan y Danielle Pletka, el informe "Influencia iraní en Levante, Irak y Afganistán", muestra con copioso detalle documental como Irán está reforzando su situación regional a expensas de Occidente no solamente a través de las acciones militares, sino también a través de los proyectos económicos, culturales y de infraestructuras que construyen relaciones bilaterales y multilaterales con estados y grupos terroristas basados en la dependencia de Teherán.

En noviembre de 2006, el presidente parlamentario de Siria Mahmoud al Abrash decía, "Damasco considera las consultas y la cooperación con la República Islámica de Irán como una norma importante y un principio de su política exterior". Los autores del informe explican que desde que el Presidente sirio Bashar Assad reemplazara a su padre como líder del país en 1999, Irán ha trabajado constantemente por transformar su relación con Siria de sociedad estratégica entre dos iguales a relación de amo a vasallo.

Assad ha permitido que la economía siria se vuelva dependiente de la inversión iraní. El dominio cultural iraní de Siria está igualmente en auge mientras Irán construye instituciones culturales, religiosas y educativas por todo el país. Al mismo tiempo, Irán ha consolidado esencialmente el control sobre el ejército sirio, y Assad no solamente ha permitido operar por todo el país a la Guardia Revolucionaria de Irán, sino también abrir bases de entrenamiento a las afueras de Damasco. Como concluyen los autores, "La creciente dependencia económica (con Irán en el centro de la red independiente) y el incremento en la ayuda militar a Siria procedente de Irán reducen a Damasco al papel de estado vasallo tan vinculado económica y militarmente a su patrón más poderoso que la desobediencia puede volverse impensable".

ALGUNOS ANÁLISIS de la situación de Hezbolá en el Líbano tras la guerra de 2006 contra Israel argumentan que su decisión de ir a la guerra debilitó su popularidad en el Líbano. La destrucción provocada a la infraestructura libanesa por las operaciones del ejército israelí hizo que los libaneses que antes apoyaban a Hezbolá se volvieran contra la organización que creían había sacrificado el bienestar del Líbano para respaldar los intereses de Irán.

Mientras que Hezbolá pudo haber sufrido algunos reveses políticos como resultado de la guerra, su determinación a luchar entonces y el apoyo público de Irán a su rearme desde aquel momento han intimidado con éxito a sus enemigos en el Líbano. Sirviendo públicamente de agente de Irán hoy, Hezbolá ha paralizado el sistema político del Líbano bloqueando la elección de un presidente durante tres meses.

El patrocinio de Irán a los grupos del terror palestino viene de atrás. La Jihad Islámica era creada por la Guardia Revolucionaria iraní en 1988. Los líderes de Hamas han sido entrenados en campamentos de la Guardia Revolucionaria desde los primeros años 90. Después de que Israel deportase temporalmente a 415 líderes de Hamas al Líbano en 1992, la conexión operativa entre Hezbolá, Irán y Hamas profundizó. Y por supuesto, los funcionarios de la Guardia Revolucionaria recibieron su primer entrenamiento terrorista en los campamentos de la OLP en el Líbano a comienzos de los años 70.

CON VISTAS A las elecciones palestinas de enero de 2006, Hamas decidía junto a Hezbolá e Irán transformar a Hamas en una especie de entidad política al estilo de Hezbolá con fuerza militar en la sociedad palestina. Como observa el informe del AEI, desde la victoria electoral de Hamas, ha recibido de Irán alrededor de 400 millones de dólares. Miles de guerrilleros de Hamas se han sometido a entrenamiento militar avanzado en Irán, y los entrenadores de la Guardia Revolucionaria y Hezbolá también están activos en Gaza. Los autores del informe explican que la asistencia económica de Irán a Hamas no se encamina simplemente a dotar de medios las operaciones militares contra Israel. En su lugar, "al igual que en el Líbano, Irán parece estar insinuándose como el tejido social y económico de las zonas palestinas, convirtiéndose en el aliado indispensable".

EN IRAK, tanto a través de las filiales de Hezbolá como a través de su propia estructura de mando de la Guardia, Irán se ha dispuesto no solamente a patrocinar tanto la insurgencia sunita como la chiíta, sino que también ha trabajado por desestabilizar al gobierno iraquí al tiempo que genera dependencia iraquí de los vínculos económicos iraníes y fragmentar la sociedad iraquí.

El informe documenta que Irán no solamente está financiando, entrenando y armando a las milicias chiítas, sino que también está patrocinando a elementos de al-Qaida en Irak y del grupo sunita Ansar al Islam. En las zonas dominadas por al-Qaida en Bagdad, por ejemplo entre el 15 y el 20% de los dispositivos explosivos caseros se fabricaron en Irán. El informe concluye, "No queda espacio para dudar de que Irán está apoyando activamente a múltiples grupos insurgentes y terroristas en Irak, que sus esfuerzos comenzaron antes incluso de la invasión americana, que los elementos iraníes han incluido la provisión de apoyo directo en forma de armamento y consejeros, y que han estado implicados en el crecimiento de una relación sólida entre el Hezbolá libanés y las milicias iraquíes chiítas".

COMO OBSERVA EL INFORME, las políticas a varios niveles de Irán encaminadas a promover la dependencia de Teherán se desenvolvieron con soltura también en Afganistán. Solamente en el 2007, Irán realizó inversiones estructurales vitales pero de bajo coste en el Afganistán occidental que sirvieron para vincular económicamente la región con Irán y cortar lazos con Kabul. Ello desestabilizó al gobierno de Karzai al desplazar más de 100.000 trabajadores afganos itinerantes desde Irán a lo largo de un período de tres meses y por tanto fomentó la dimisión de dos ministros del gabinete afgano. Dio suficiente apoyo militar a los Talibanes en momentos críticos para sembrar la desmoralización occidental y la inestabilidad militar. Y coronó sus esfuerzos con operaciones de información encaminadas a alienar al pueblo afgano de Occidente y engendrar simpatía hacia Irán.

Lo que demuestra el informe es que Irán está involucrado en una política concertada a varios niveles para contener, disuadir y derrotar a América, Israel, Occidente y los musulmanes moderados de toda la región. Al mismo tiempo, al rechazar reconocer la naturaleza integral o concertada de las políticas estratégicas de Irán, Estados Unidos, Israel y Occidente se imposibilitan construir una estrategia igualmente bien pensada e integral para contener, disuadir y derrotar a Irán. Y como reza la teoría de la disuasión, cuando ambas partes de una lucha no son igualmente conscientes de lo que está sucediendo, las probabilidades de una guerra abierta se elevan.

ISRAEL ACERTÓ al desplazar sus fuerzas a lo largo de la frontera con Gaza el lunes. Pero ésa fue solamente una pequeña batalla de una guerra larga. Como un analista de Irán en Washington observaba recientemente, "Irán está jugando al ajedrez y nosotros estamos jugando al backgammon. Tenemos que entender el juego al que jugamos".

El informe del AEI proporciona la base real para entender el juego. Es responsabilidad de legisladores y líderes políticos utilizar esa interpretación para levantar una política integral hacia Irán antes de que sea demasiado tarde.


Fuente: El diario exterior

 
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