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Descubrimiento israelí convierte peligrosos residuos radioactivos en energía limpia



Una empresa israelí ha tomado las leyes de la ciencia y las ha transformado en un invento útil para la humanidad: un reactor que convierte los residuos municipales, radioactivos y peligrosos en subproductos inertes tales como vidrio y energía limpia.

Las leyes de la conservación de la energía y la masa dicen que la energía y la masa no pueden ser creadas ni destruidas, sólo pueden cambiar su forma. Con la ayuda de científicos rusos, la empresa israelí Environmental Energy Resources –Recursos de Energía del Medio Ambiente– (EER), ha tomado las leyes de la ciencia y las ha transformado en un invento útil para la humanidad: un reactor que convierte los residuos municipales, peligrosos y radioactivos en subproductos inertes, tales como vidrio y energía limpia.

El problema de la basura radioactiva es global y está empeorando gradualmente. Todos los países del mundo industrializado se están dando cuenta de la necesidad de tener sistemas para disponer en forma segura de los desechos peligrosos.

"Al principio, nadie creía que podíamos hacerlo", dijo Itzjak Shrem, presidente de la compañía de inversiones Shrem, Fudim y Keiner, que representa a EER, durante una conferencia de prensa en la que se anunció el invento la semana pasada en Tel Aviv.

Shrem, quien es un provocador de milagros a través de la fundación de uno de los fondos de capital de inversiones más lucrativo de Israel –Polaris (actualmente Pitango)– dirige la atención hacia un trozo de roca negra, parecido a la lava, que se encuentra en la mesa frente a la taza de café de cada uno de los asistentes.

Los periodistas miran con recelo a Shrem mientras él les asegura que el oscuro y brillante material, resultado del tratamiento del reactor piloto de tratamiento de residuos que tiene EER

"También constituye un buen material reciclable para la construcción y la pavimentación de caminos", les asegura. Más temprano, Shrem había informado a ISRAEL 21C que EER puede hacer que los desperdicios sólidos de baja radioactividad, tanto médicos como municipales, se transformen en energía limpia que "puede ser usada para casi cualquier cosa".

EER combina altas temperaturas y energía de baja radioactividad para transformar los desechos, usando un sistema llamado tecnología de gasificación para fundir el plasma (PGM), que fue desarrollado por científicos del Centro de Investigación del Instituto Kurchatov de Rusia, el Instituto Radon en Rusia y el Instituto Tejnión de Israel.

"Nos vamos hasta los 7.000 grados centígrados y terminamos en 1.400 centígrados", dice Moshe Stern, fundador y presidente de la compañía con base en Ramat Gan.

Shrem agrega que el reactor de EER que dispone de los desechos no daña el medio ambiente y no contamina el agua de superficie ni de napas subterráneas, como tampoco el suelo. El reactor de EER combina tres procesos para una solución: usa quemadores de plasma para desintegrar los desechos, los restos de carbono se gasifican y los componentes inorgánicos se transforman en desperdicios sólidos. El material vitrificado que resulta es inerte y puede ser moldeado para producir baldosas, bloques o láminas para la industria de la construcción.

La planta de EER en Karmiel (y su compañera en Ucrania) tiene una capacidad para convertir entre 500 a 1.000 kilos de desperdicios por hora. Otras soluciones industriales, según la compañía, sólo pueden tratar 50 kilos por hora y tienen costos más elevados.

De acuerdo a la revista Research Studies (Business Communications, Inc.), "La producción de armas y energía nuclear en los Estados Unidos ha dejado un legado durante 50 años de un volumen sin precedentes de basura radioactiva, y de medios y estructuras contaminadas bajo la su perficie… Entre los generadores de basura nuclear se incluyen los laboratorios nacionales, las instalaciones de investigación industrial, instituciones educativas y médicas, servicios de energía eléctrica, de diagnóstico médico, y varios procesos manufactureros."

Research Studies predice que este año, sólo en los Estados Unidos, el mercado de tecnologías para administrar la basura radioactiva excederá los 5,5 billones de dólares. EER fue fundada en el 2000 y ha mantenido un perfil bajo hasta que informó la semana pasada sobre su reactor. "Dedicamos nuestro tiempo a la investigación y el desarrollo y a construir la planta que comenzamos en Israel el 2003. Sabíamos que nadie nos creería hasta que comenzáramos a hacer físicamente el proceso. Siempre decían que era demasiado bueno para ser verdad, así es que teníamos que probárselo" dijo Shrem.

El gobierno de Ucrania publicó en el 2004 una licitación en busca de una solución que ofreciera métodos para disponer de los desechos peligrosos en forma más segura. En ese tiempo el país trataba de encontrar la forma de manejar las áreas de desechos de baja radioactividad que resultaron de la explosión de Chernobyl. EER presentó su propuesta y su tecnología ganó la licitación. De acuerdo a Stern, la ex Unión Soviética fue la primera en construir plantas nucleares. A lo largo de los años, han generado "enormes cantidades de desechos de baja radioactividad. Se acercaron a nosotros en busca de una solución", dijo.

La fusión nuclear de Chernobyl el 26 de abril de 1986 fue, sin lugar a dudas, la mayor explosión nuclear civil en el mundo y produjo miles de muertos. Más de 20 años después de la explosión, decenas de kilómetros alrededor del reactor son aun altamente radioactivos y alrededor de 30.000 viviendas radioactivas siguen enterradas, junto a sus artefactos domésticos, alimentos y vestuario, explica Stern. "La comunidad europea está asustada por lo que sucede ahí", agrega Stern, advirtiendo que llegó el momento de que comience la limpieza, aunque esto sólo signifique un pequeño impacto en la enormidad del problema. "Los desechos de baja radioactividad están contaminando lentamente el agua y continuarán haciéndolo durante los 300 años que demoran en descomponerse."

Y debido a que se han establecido nuevos reglamentos por parte de la Convención de Basilea sobre el Control de Movimientos de Desechos Peligrosos a través de las Fronteras y su Manejo, los países del primer mundo ya no pueden enviar sus desechos peligrosos a los países del tercer mundo - y esto obliga a las potencias occidentales a encontrar soluciones inmediatas y responsables.

Bajo una estricta supervisión de sus operaciones por parte del Ministerio israelí de Protección del Medio Ambiente, EER efectuó la prueba que apoyaba su concepto ante dignatarios israelíes y extranjeros en Aeblin, cerca de Karmiel, la semana pasada, demostrando cómo puede tomar montañas de desechos municipales y reducirlos a un montón de escombros negros.

"No quemamos. Esa es la palabra clave", dijo Shrem. Cuando quemas, produces dioxina. Nosotros, en cambio, producimos un vacío de oxígeno para evitar la combustión". Después, EER produce energía, el 70% de ella vuelve para activar el generador y el 30% restante se puede vender.

"En efecto, estamos combinando dos de los más atractivos mercados en los Estados Unidos: el medio ambiente y la energía limpia", dice Stern. "También estamos reduciendo el impacto del carbono". El costo de tratar y enterrar los desechos nucleares de baja radioactividad en la actualidad bordea los 30.000 dólares por tonelada. El proceso de EER costará 3.000 dólares por tonelada y producirá solamente un 1% de subproducto sólido por volumen.

En los Estados Unidos, EER está trabajando para tratar desechos líquidos de baja radioactividad y hace poco firmaron contrato con Energy Solutions, la compañía norteamericana más grande en este campo, que cubre el 75% del mercado norteamericano.

Basado en proyecciones financieras, EER está por cierto dando nuevo sentido a la frase "la basura de uno es el tesoro de otro". Pero, en el caso de EER, los desechos peligrosos de uno puede ser la mina de oro para EER.


Fuente: Israel21c

 
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