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Bibi hace un llamamiento a la unidad ante las dificultades para formar gobierno



El líder del Likud, Benjamin Netanyahu, volvió a apelar hoy a la necesidad de unidad en Israel para afrontar tanto la situación económica como de seguridad del país, después de que por el momento tanto el Kadima de Tzipi Livni como el Partido Laborista de Ehud Barak hayan expresado su rechazo a entrar a formar parte de la coalición de gobierno que pretende formar Bibi tras recibir este encargo por parte del presidente, Simón Peres.

Netanyahu dijo que seguirá intentado formar un gobierno de unidad porque es "imperativo" dado que Israel se encuentra en una situación de "estado de emergencia". Además, aseguró que no es el momento de defender los intereses personales.

"Nunca nos hemos enfrentado a un estado de emergencia como éste, con la posible excepción de la Guerra de Independencia", dijo ante los miembros de su partido en una reunión semanal en el Parlamento, según informó el diario 'Yediot Ajronot'.

Netanyahu se reunió este lunes con el ministro de Defensa y líder laborista, Ehud Barak, cuyo partido rechazó su propuesta y anunció que estará en la oposición. Los laboristas obtuvieron uno de los peores resultados de su historia en las elecciones del pasado 10 de febrero, en las que sólo lograron 13 diputados.

El Likud quiere dar una segunda oportunidad al Kadima y aún no ha programado ningún encuentro con representantes del Shas, Yisrael Beitenu y otros partidos de derecha.

Dentro del Kadima ya han surgido críticas contra la postura de Livni en las negociaciones. Un alto cargo del partido declaró desde el anonimato al diario 'Yediot Ajronot' que "Netanyahu hizo una oferta muy generosa y fue un error rechazarla de primeras".

Uno de los colaboradores de Netanyahu señaló que éste pretendía ofrecer a Livni dos de las carteras más importantes del nuevo gobierno, entre las que estarían los Ministerios de Defensa, Economía y Exteriores.

El alto cargo del Kadima expresó su desacuerdo con la opinión de Livni de que un gobierno limitado a formaciones de derechas sería expulsado del poder en poco tiempo y, en cambio, consideró que "Netanyahu tendrá un gobierno disciplinado que será capaz de dirigirse a sí mismo y votar de forma unitaria".

Otros miembros del Kadima censuraron la forma en que Livni dirige el partido. "Lo hace todo sola y toma las decisiones ella sola", admitieron. En este sentido, indicaron que la dirección del partido aún no la ha criticado de forma abierta porque "responde de forma agresiva a cualquier desviación del camino que ella marca".

En su intervención en el Parlamento, Netanyahu enumeró los desafíos a los que se enfrenta Israel, empezando por la situación económica. "Nos estamos enfrentando a una crisis financiera como no habíamos visto en muchos años. Tuvimos una crisis financiera en 2003, pero ésta es diferente, es más profunda", dijo.

"Vamos a tener que tomar medidas para asegurar la estabilidad financiera de Israel pero no podemos hacerlo inmediatamente. Supongo que las cosas empeorarán antes de que podamos dar la vuelta a la economía, y esto requerirá unir fuerzas y un frente lo más amplio posible para que podamos aprobar las medidas necesarias" en el Parlamento.

En cuanto a la situación de la seguridad, según Netanyahu, "Israel sigue sufriendo el lanzamiento de cohetes tanto en el frente norte como el sur" --por parte de los milicianos del movimiento libanés Hezbolá por el norte y de los combatientes palestinos por el sur--, "y el armamento nuclear de Irán se cierne sobre todas las cosas".

"Los intereses personales no tienen legitimidad ahora y deben ser apartados a un lado", instó Netanyahu. "En vista de todas estas amenazas, la necesidad de unidad aumenta cada minuto", subrayó.

Netanyahu dijo que tiene intención de reunirse de nuevo con Livni y Barak, insinuando que podría hacer más atractivas las ofertas presentadas a ambos. "Me niego a abandonar. (La unidad) es imperativa. Tomaré todas las medidas necesarias para alcanzar esta gran meta", proclamó.

"Garantizo que encontraré la conformidad de los principales líderes de Israel así como dentro de nuestro partido político. La gente quiere unidad. Es indispensable", concluyó.

Mientras prosiguen las negociaciones entre los principales partidos israelíes, Ehud Olmert sigue ocupando el cargo de primer ministro y, desde esta posición, pidió ayer que se forme "de la manera más rápida y eficiente posible" un gobierno de coalición que conforme "la infraestructura sobre la que el Estado de Israel podrá operar durante los próximos años".

Pero Netanyahu advirtió de que no aceptará presiones para la formación de un ejecutivo. "La unidad puede ser alcanzada mediante el diálogo, no por imposiciones ni mediante pulseadas", expresó.

Fuente: Europa Press

 
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