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Obama o McCain: Israel es un aliado de Estados Unidos independientemente de quien gane



Cualquiera sea el resultado de la elección presidencial en Estados Unidos, Israel apuesta por mantener una excelente relación con Washington.

"La amistad con Israel es una constante en la política estadounidense que no depende del resultado de los comicios, pues se basa en valores e intereses comunes", declaró a la AFP el portavoz del ministero israelí de Relaciones Exteriores, Yigor Palmor.

De hecho, los dos candidatos visitaron Israel en los últimos meses y durante su campaña hicieron numerosas declaraciones de apoyo al país, que tuvieron amplia repercusión en Israel.

Barack Obama, el 4 de junio pasado proclamó que Jerusalem debe "seguir siendo la capital de Israel" y que "será indivisible".

Sería bueno que las garantías de Barak Obama no sean palabras en el aire con el único objetivo de conquistar el apoyo judío previo a una elección.

Yuval Steintiz, ex presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Knesset (Parlamento), declaró hace tres meses que estaba preocupado por la posición de Obama frente a Irán y destacó en cambio la posición de su rival republicano, John McCain, a quien calificó de "amigo sincero de Israel comprometido por la seguridad y muy activo frente a la amenaza nuclear iraní".

La gran pregunta es si cabe vaticinar grandes cambios en la política exterior de Estados Unidos si gana Obama. En otras palabras, si necesariamente una victoria demócrata conduciría a una política de línea liberal y conciliadora, mientras que una republicana equivaldría a la continuación de la línea dura, por ejemplo, en la lucha contra el terrorismo a nivel internacional.

El profesor Eytan Gilboa, experto en Estados Unidos en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Bar Ilan da un ejemplo concreto: “En lo referente a las relaciones bilaterales con Israel, no veo una situación en la que mañana alguno de ellos rompa relaciones con Israel, lo dañe o lo presione fuertemente”.

Según Gilboa, “Barack Obama (si gana) cambiará la política de George W. Bush, pero no podrá ser radical”. Y “si intenta una política suave porque considera que ése es el interés de Estados Unidos, pero ésta no funciona, pues pasará a una más dura”.

Por su parte, el profesor Ephraim Inbar, director del Centro Begin-Sadat de estudios estratégicos, aclara que el proceso de paz entre Israel y sus vecinos no será el primero a tratar ni el primordial sobre la escala de importancia.

Primero vendrá la economía, la salud, varios temas de carácter interno de Estados Unidos, pero la política exterior, cabe suponer, no dejará de ser un tema clave para el presidente de la gran potencia mundial.

De todos modos, hablar de ese tema en Medio Oriente significa no sólo el proceso de paz entre Israel y los palestinos, sino también Irán, la tensa situación en Irak, Afganistán y Paquistán.

Fuente: AFP

 
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