PARA LEER CON MAYOR COMODIDAD PODES

Una heroína se fue... Pero siempre estará en nuestro recuerdo.

Sara Rosenberg Livni perdió su lucha contra el cáncer a los 85 años de edad.

Heroina del Irgún, y esposa de también lejendario héroe Eitan Livni, fueron la primer pareja que contrajo nupcias en el Estado de Israel.
Sara fue protagonista de incontables actos de heroísmo cuando militaba en la clandestinidad, Mijael Stern, hermano de Abraham, lider de LEJI, escribió en su honor una famosa canción que con el tiempo se convirtió en el himno de los betaristas "La pequeña Sara".

Su hija, la pusilánime y tibia Tzipi, es la actual Minitro de Relaciones exteriores del corrupto Olmert.
Con sumo dolor se recuerda entre los betaristas israelíes el día en que la estúpida Tzipi, hizo sacar de la lápida de su padre el escudo de ETZEL, porque según ella, "ofendía el sentimiento de los jordanos" un emblema donde figuraba el mapa entero de Palestina a ambos lados del río Jordán.

Uno de los más conocidos actos de valor y heroísmo de Sara consistió en ingerir deliberadamente materias putrefactas para intoxicarse obligando a las autoridades inglesas de la cárcel de Acco a trasladarla a un hospital de Haifa donde saltó hacia la calle por la ventana de un segundo piso y así huyó salvando su vida. Estaba condenada por los ingleses a morir en la horca.

Sara Rosenberg Livni que en paz descanse una de las madres de la patria de Eretz Israel.

A "bisele" de historia... El "Jabo" y una serie de artículos que intentaré traducir...


“El Heraldo judío”

Viernes, 26 de noviembre de 1937.

LA PARED DE HIERRO

  • Colonización de Palestina.
  • Acuerdo con los árabes imposible en la actualidad.
  • El sionismo debe seguir adelante.


Por Vladimir Jabotinsky (traducción del link desde http://www.jabotinsky.org/Jaboworld/newscont.php3?recn=5)


Es una regla excelente empezar un artículo yendo directamente al grano. Pero en esta ocasión tengo la necesidad de empezar con una introducción, es más, una introducción personal.

Tengo la reputación de ser enemigo de los árabes, que propongo su expulsión de Palestina y cosas por el estilo. Esto es falso.

Emocionalmente, mi actitud hacia los árabes es la misma que con todos los otros pueblos –una educada indiferencia. Políticamente, mi actitud está determinada por dos principios.
Primero que nada, considero que es absolutamente imposible la expulsión de los árabes de Palestina. Siempre habrán dos naciones en Palestina –lo que para mí es suficientemente bueno, siempre y cuando los judíos sean la mayoría. Y en segundo lugar, pertenezco al grupo que elaboró el programa de Helsingfors, el programa nacional de iguales derechos para todos los pueblos que convivan en el mismo estado.
En la elaboración de ese programa tuvimos en mente no solo a los judíos, sino a todos los pueblos y su base de igualdad de derechos.

Estoy dispuesto a jurar, por nosotros y por nuestros descendientes, que nunca haremos nada contrario a este principio de igualdad de derechos, y que jamás intentaremos expulsar a nadie. Esto como está a la vista, es un credo bastante pacífico.

Pero otra cuestión absolutamente distinta, es si será posible lograr nuestros acuerdos pacíficos a través de medios pacíficos. Y la respuesta a este cuestionamiento no depende de nuestra actitud hacia los árabes sino por entero de la actitud de los árabes hacia nosotros y hacia el sionismo.

Luego de esta introducción, podemos desarrollar el tema principal.


IMPOSIBILIDAD DE UN ACUERDO VOLUNTARIO


No puede haber un acuerdo voluntario entre nosotros y los árabes de Palestina. Ni ahora ni en un futuro inmediato. Digo esto con absoluta convicción sin ánimo de lastimar a los sionistas moderados. No creo que se sientan lastimados. Excepto por aquellos que están enceguecidos de nacimiento, los sionistas moderados se dieron cuenta hace tiempo que es absolutamente imposible obtener el consentimiento voluntario de los árabes de la tierra de Israel, para convertir “el territorio palestino” de un país con mayoría judía.

Mis lectores tienen una idea general de la historia de otros países que han sido abiertos a la inmigración. Sugiero que consideren todos los precedentes que conozcan y que analicen si hay al menos un ejemplo de un país repoblado con el consentimiento de la población nativa. No existe tal precedente.

Las poblaciones autóctonas, civilizadas o incivilizadas siempre se han opuesto obstinadamente a los inmigrantes, independientemente que fueran civilizados o salvajes.

Y no importa en absoluto si los inmigrantes se comportan decentemente o no. Los compañeros de Cortez y Pizarro (conquistadores de México y Perú), (como alguna gente recordará), nuestros propios ancestros bajo Josué Ben Nun se comportaron como saqueadores, pero los primeros pioneros de Norteamérica, eran personas de altísima moralidad que no querían hacerle daño a nadie, hombres que no sólo deseaban dejar a los pieles rojas en paz sino que les daba lástima hasta matar una mosca; gente que con toda sinceridad e inocencia creía que en esos bosques vírgenes y vastas praderas existía espacio disponible para ambos, los blancos y los pieles rojas. Sin embargo, el nativo resistió ante los salvajes y ante los civilizados con el mismo grado de crueldad.

Cada población autóctona, civilizada o no, mira a sus tierras como su hogar nacional, del cual es el único dueño, y desean conservar ese dominio para siempre; no solo rechazarán nuevos dueños, sino que tampoco admitirán a nuevos socios o colaboradores.


ARABES NO TONTOS

Esto es ecuánimemente verdad en los árabes. Nuestros promotores de paz, están tratando de persuadirnos de que los árabes si bien no son tontos que puedan ser engañados enmascarando nuestros verdaderos objetivos, son corruptos que pueden ser sobornados para abandonar hacia nosotros su clamor de prioridad por la tierra de Israel, a cambio de ventajas culturales y económicas. Yo repudio ese concepto sobre los árabes palestinos. Culturalmente están 5 siglos por detrás nuestro, no tienen nuestra resistencia ni nuestra determinación; pero son tan buenos psicólogos como nosotros y sus mentes se han agudizado tanto como las nuestras. Podemos decirles tanto como queramos acerca de nuestras buenas intenciones; pero ellos saben como nosotros lo que no es bueno para ellos. Sienten hacia Palestina el mismo amor instintivo y el fervor que un azteca sentía respecto de su México o un sioux hacia su pradera. Pensar que los árabes consentirán voluntariamente la realización del sionismo a cambio de beneficios culturales y económicos resulta infantil. Tal pueril fantasía de nuestros “arabófilos” proviene de algún tipo de menosprecio del pueblo árabe, de una apreciación infundada de esta raza como una chusma pronta a dejarse sobornar para que compremos su tierra patria a cambio de una red ferroviaria.

TODOS LOS NATIVOS RESISTEN A LOS COLONIZADORES

Esta visión no tiene fundamento en absoluto. Árabes individuales pueden quizá ser comprados pero esto difícilmente significa que todos los árabes en Eretz Israel tienen la voluntad de vender un patriotismo que ni siquiera los papúes negociarían. Todo pueblo indígena resistirá a los colonizadores. Esto es lo que los árabes en Palestina están haciendo, y persistirán en hacer mientras conserven una sola chispa de esperanza de que serán capaces de prevenir la transformación de “Palestina” en la “Tierra de Israel”.

COMPRENSIÓN ARABE


Algunos de nosotros pensaba que se había producido un malentendido, que por esa razón los árabes no comprendían nuestras intenciones, ellos se oponían a nosotros, pero, si aclarábamos cuán modestas y limitadas eran nuestras aspiraciones, estrecharían nuestras manos en paz.

Esto también es una falacia comprobada una y otra vez. Es suficiente recordar sólo un incidente. Tres años atrás, durante una visita aquí, Sokolow desplegó un gran discurso sobre esa verdadera “incomprensión”, empleando un lenguaje engañoso para probar cuan groseramente equivocados estaban los árabes al suponer que nosotros pretendíamos arrebatar sus propiedades o expulsarlos de su país, o suprimirlos. Esto definitivamente no era así. Ni siquiera queríamos un estado judío. Todo lo que deseábamos era un régimen representativo de la Liga de las Naciones.

Una réplica a este discurso se publicó en el periódico árabe Al Carmel en un artículo cuyo contenido brindo de memoria, pero estoy seguro de que es un relato fiel...

"Nuestros grandes sionistas se perturban innecesariamente, escribió su autor. No hay malentendidos. Lo que Sokolow plantea respecto del sionismo es verdad. Pero los árabes ya conocen esto. Obviamente, hoy los sionistas no pueden soñar con expulsar o eliminar a los árabes, o incluso establecer un estado judío. Claramente, en este período están interesados sólo en una cosa – que los árabes no obstaculicen la inmigración judía. Además, los sionistas han prometido controlar la inmigración de acuerdo con la capacidad de absorción económica del país.”


NINGÚN “MALENTENDIDO”

El editor de esta publicación quiere creer que la capacidad de absorción de Eretz Israel es muy grande, y que resulta posible radicar gran cantidad de judíos sin afectar a un sólo árabe. Es justamente eso lo que los sionistas quieren, y lo que los árabes no desean. De esta manera los judíos se convertirán, paulatinamente, en mayoría e, ipso facto, se constituirá un estado judío y el destino de la minoría árabe dependerá de la buena voluntad de los judíos. ¿Pero no son los mismos judíos quienes nos plantean cuán ‘agradable’ era ser una minoría? “No existe ningún malentendido.” Los sionistas desean una cosa – libertad de inmigración – y es la inmigración judía lo que nosotros no queremos.
La lógica empleada por este editor es tan simple y clara que deberíamos aprenderla de memoria y convertirse en una parte esencial de nuestra noción de la cuestión árabe. No tiene importancia si citamos a Herzl o a Herbert Samuel para justificar nuestras actividades.
La misma colonización tiene su propia explicación, integral, ineludible, y comprendida por cualquier árabe y cualquier judío.
La colonización puede tener solamente una meta. Para los árabes palestinos la misma resulta inadmisible. Está en la naturaleza de las cosas. Cambiar esa naturaleza es imposible.

LA PARED DE HIERRO


Un plan que parece atraer a muchos sionistas es el siguiente: si es imposible obtener el aval para las aspiraciones sionistas por parte de los árabes palestinos, entonces debe ser obtenido de los árabes de Siria, Irak, Arabia Saudita y quizá de Egipto. Incluso si esto fuera posible, no modificaría la raíz de la situación. No modificaría la actitud de los árabes del territorio israelí hacia nosotros. Hace setenta años, la unificación de Italia se logró, con la retención por parte de Austria de Trento y Trieste. Sin embargo, los habitantes de esas ciudades no sólo rechazaron aceptar la situación, sino que lucharon contra Austria con renovado vigor. Si fuera posible (lo cual dudo) discutir sobre Palestina con los árabes de Bagdad y La Meca como si ella fuera una especie de reducida, inmaterial tierra fronteriza, Palestina seguiría siendo para los palestinos no una tierra fronteriza, sino su tierra nativa, el centro y base de su propia existencia nacional. Por ende sería necesario llevar a cabo la colonización contra la voluntad de los árabes palestinos, que es la misma condición que existe hoy.
Un acuerdo con los árabes que están fuera de la Tierra de Israel es también una ilusión. Para que los nacionalistas de Bagdad, La Meca y Damasco acepten una contribución tan onerosa (acordando renunciar a la preservación del carácter árabe de un país ubicado en el centro de su futura “federación”) deberíamos ofrecerles algo sumamente valioso. Podemos ofrecerles sólo dos cosas: dinero o asistencia política o ambas cosas. No podemos ofrecerles nada más. Respecto del dinero, resulta ridículo pensar que podríamos financiar el desarrollo de Irak o Arabia Saudita, cuando no tenemos lo suficiente para la Tierra de Israel. Diez veces más ilusoria es la asistencia política para las aspiraciones políticas de los árabes. El nacionalismo árabe se propone los mismos objetivos que el nacionalismo italiano antes de 1870 y que el nacionalismo polaco antes de 1918: unidad e independencia. Estas aspiraciones significan la erradicación de toda traza de influencia británica en Egipto e Irak, la expulsión de los italianos de Libia, la eliminación de la dominación francesa de Siria, Túnez, Argelia y Marruecos. Para nosotros apoyar tal movimiento sería suicida y desleal. Si omitimos el hecho de que la Declaración Balfour fue firmada por Gran Bretaña, no podemos olvidar que Francia e Italia también la firmaron. No podemos intrigar para remover a Gran Bretaña del Canal de Suez y del Golfo Pérsico y para eliminar el gobierno colonial francés e italiano sobre el territorio árabe. No podemos tener en cuenta ese doble juego de ninguna manera.
Así concluimos que no podemos prometer nada a los árabes de la Tierra de Israel o a los países árabes. Su acuerdo voluntario está fuera de cuestión. Por esa razón, a quienes sostienen que un acuerdo con los nativos resulta condición esencial para el sionismo podemos ahora decirles “no” y exigir su salida del sionismo. La colonización sionista, incluso la más restringida, debe ser concluida o llevada adelante sin tener en cuenta la voluntad de la población nativa. Esta colonización puede, por ende, continuar y desarrollarse sólo bajo la protección de una fuerza independiente de la población local – una muralla de hierro que la población nativa no pueda romper. Esta es, in toto, nuestra política hacia los árabes. Formularla de otra manera sólo sería hipocresía.
No sólo esto debe ser así, es así... lo admitamos o no. ¿Qué significan para nosotros la Declaración Balfour y el Mandato? Es de hecho un poder imparcial que se propone crear tales condiciones de seguridad de manera tal que la población local pueda ser disuadida de interferir nuestros esfuerzos. Todos nosotros, sin excepción, demandamos constantemente que este poder cumpla estrictamente sus obligaciones. En este sentido, no hay diferencias sustanciales entre nuestros “militaristas” y nuestros “vegetarianos.” Unos prefieren una muralla de hierro de bayonetas judías, los otros proponen una muralla de hierro de bayonetas británicas, unos terceros postulan un acuerdo con Bagdad, y parecen estar satisfechos con las bayonetas de Bagdad – un gusto algo extraño y peligroso- pero todos aplaudimos, día y noche, la muralla de hierro. Destruiríamos nuestra causa si proclamamos la necesidad de un acuerdo, y hacemos creer a los titulares del Mandato que no necesitamos una muralla de hierro, sino más bien conversaciones sin fin. Tal planteo sólo puede perjudicarnos. Por ende es nuestro deber sagrado demostrar lo ridículo e ilusorio de esas vanas metáforas y hacer notar su hipocresía.

ZIONISMO MORAL Y ESO


Dos breves observaciones:
En primer lugar, si alguien sostiene que este punto de vista es inmoral, respondo: no es verdad; el sionismo es moral y justo o es inmoral e injusto. Pero esta es una cuestión que deberíamos haber establecido antes de convertirnos en sionistas. Nosotros ya hemos definido esa cuestión, y en el sentido afirmativo.
Consideramos que el Sionismo es moral y justo. Y dado que es moral y justo, debe hacerse justicia, no importa si Joseph, Simon, Ivan o Achmet acuerden con eso o no.
No hay otra moralidad.

EVENTUAL ACUERDO

Todo esto no significa que algún tipo de acuerdo no sea posible, sólo un acuerdo voluntario es imposible. Mientras exista una mínima esperanza de que puedan expulsarnos, no negociarán esas esperanzas, ni por dulces palabras ni por apetitosos bocados, porque ellos no son bandidos sino una nación, quizá debilitada pero aún viviente. Un pueblo efectúa tales enormes concesiones sólo cuando ya no tiene esperanzas. Sólo cuando no se percibe ni una sola hendidura en la muralla de hierro, sólo entonces los grupos extremos pierden su poder, y el liderazgo pasa a los grupos moderados. Sólo entonces estos grupos moderados se acercarán a nosotros proponiendo concesiones mutuas. Y sólo entonces los moderados sugerirán propuestas para comprometerse en cuestiones prácticas como ser; garantías para el desplazamiento de la población árabe, o igualdad de derechos cívicos nacionales.
Soy optimista y confió de que en ese entonces habremos de darles suficientes garantías para tranquilizarlos y para que ambos pueblos puedan puedan vivir en pacifica y buena vecindad. Pero el único camino para llegar a ese acuerdo es la muralla de hierro, es decir, la existencia en Eretz Israel de un gobierno que no sea influido por algún tipo de presión árabe, es decir, un gobierno que combatirán los árabes. En otras palabras, para nosotros la única senda que conduce hacia un acuerdo en el futuro es el rechazo absoluto de cualquier intento de un acuerdo en el presente.

Si te olvidare oh Jerusalem.... que Internet me devuelva la memoria...

6 días y 4 décadas sin salida...


Qué angustia me produce en estos días leer noticias sobre Israel... En particular sobre Jerusalem!
Jerusalem. Capital eterna e indivisible de Israel y del pueblo judío. Fue, es y será por SIEMPRE judía. Y ESO NO SE NEGOCIA. Lisa y llanamente, sin vueltas. NO es no.



Por estos días, hay dos personajes nefastos dentro del partido Kadimah que impulsan la entrega graciosa y gratuita, envuelta en un moño colorado de los barrios árabes de Jerusalem como capital del proyectado, forzado y ficticio "Estado Palestino". El segundo Estado Palestino luego de Jordania.

En negro la ciudad vieja de Jerusalem

En marrón áreas árabes fuera de Jerusalem que formarían parte de la propuesta Al-Quds

En azul actuales fronteras municipales

En rojo barrios de Jerusalem que serían cedidos para crear Al-Quds

En turquesa áreas judías que serían anexadas a Jerusalem



Como se ve un mapa bastante ridículo porque son manchones de barrios árabes entremezclados con barrios de población judía.



Volviendo a los mentores de este despropósito...

Los nombres de tan patéticos individuos son: "Abigdor Liberman" y "Jaim Ramon".

A don Abigdor "pecho frío" Liberman habría que cantarle "ya no sos mi margarita, si hasta el nombre te ha cambiado, ahora te llaman Margot"




De Don Abigdor se cumple un aniversario en estos días. Según la nota del diario Clarín del 16 de Octubre del 2001, Abigdor Liberman enojadísimo con Sharon, por esa fecha, renunció al Ministerio
de Infraestructura debido a las "peligrosas concesiones" que el primer ministro pretendía hacerles a los palestinos. Por esa época Liberman pensaba que la posición de Sharon era demasiado "moderada" debido a que no tenía la fortaleza necesaria para enfrentar un plan de gobierno estadounidense que proponía "la creación de un Estado Palestino compartiendo a Jerusalem como su capital".
Sras y sres, con usteeedes Abigdooooor Libeeeerman, el nuevo postulante a conducir el movimiento pro árabe "shalom ajshav"...


Ahora le toca el turro (perdón, el turno) al Vice Primer Ministro Jaim Ramon.


Mientras lo presentamos se escucha el corito de fondo: "Jaim queridooo, Meretz está contigooo" "Jaim queridooo..."!
Seh, por qué no te vas un poquito a la M...... eretz, Jaim Ramon.

Jaim Ramon promueve "el regreso de refugiados palestinos a Israel POR RAZONES HUMANITARIAS". (aaaaaaah! que buenas razones viniendo de él).
En enero de 2007 el ex Ministro de Justicia Jaim Ramon (ahora vice primer ministro), era acusado y condenado por acoso sexual de una soldado de 21 años. En ese momento el depravado declaró “Los tribunales probarán que un beso de 2 o 3 segundos no puede convertirse en un delito penal”. Lo condenaron a trabajos sociales, y luego de un breve tiempo, lo tenemos "resucitado" haciendo lobby por la partición de Jerusalem regalando territorio sagrado a los árabes y propulsando el derecho de retorno de los refugiados palestinos.
Diga whisky para la foto"


A todo esto, es importante tener presente los siguientes hechos históricos y políticos sobre Jerusalem:

  • Durante 3000 años Jerusalem ha sido la piedra angular del judaísmo. Ninguna otra ciudad ha jugado un rol tan prominente en la historia, cultura, religión y conciencia de un pueblo como Jerusalem en la vida de los judíos y del judaísmo. Desde que el Rey David estableció la ciudad como capital del Estado judío en 1000 a.e.c. ha fungido como el símbolo y la más profunda expresión de la identidad de los judíos como nación.
  • A pesar de numerosas conquistas y persecuciones la presencia judía ha sido una constante en la ciudad. De hecho un pequeño número de judíos permaneció en Jerusalem aún bajo regímenes intolerantes como el de los Cruzados quienes diezmaron comunidades judías enteras durante su reinado entre 1099-1260.
  • Durante siglos Jerusalem fue dominada por un sinnúmero de conquistadores pero únicamente el pueblo judío instituyó a Jerusalem como centro político de su Estado. Más aún cuando los musulmanes gobernaron la región en la Edad Media escogieron a Ramle y no a Jerusalem como capital.
  • En mayo de 1947 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas recomendó la partición de Palestina en un Estado árabe, uno judío y una "región internacional especial" para Jerusalem. En noviembre de ese mismo año dicha recomendación fue adoptada por la Asamblea General. Las propuestas fueron aceptadas por los judíos y rechazadas por los árabes, quienes declararon la guerra en contra del naciente Estado.
    Las fronteras de facto de Israel, determinadas en los acuerdos de armisticio celebrados con Egipto, Líbano, Jordania y Siria en 1949 fueron casi iguales a las propuestas en la resolución de la ONU, con el agregado de la Galilea occidental y un amplio corredor desde la costa de Jerusalem occidental. El status internacional especial para Jerusalem no pudo implementarse, y la ciudad quedó dividida a lo largo de las líneas del cese de fuego, entre Israel y Jordania.

  • Durante 20 años no hubo ningún esfuerzo por convertir a Jerusalem -bajo dominio jordano- en ciudad internacional. En 1967, al salir victorioso de la Guerra de los Seis Días, Israel reunificó inmediatamente la ciudad, permitió el acceso a los sitios sagrados y concedió la más amplia libertad de religión.
  • El respeto de Israel por la santidad de los recintos musulmanes y cristianos contrasta con las políticas jordanas aplicadas durante su reinado de 20 años de Jerusalem oriental. Cuando dicho sector cayó en manos jordanas se negó el acceso de los judíos a sus lugares sagrados tales como el Muro de los Lamentos, cementerios, sinagogas y el viejo barrio judío fue profanado y destruido.
    En 1948 la comunidad cristiana de Jerusalem, que sumaba 25,000 almas, bajo el control del gobierno jordano disminuyó a 10,000 para 1967, debido en gran parte a las restricciones impuestas a su libertad de credo. Los jordanos no permitían que los cristianos compraran tierra en la ciudad, que construyeran iglesias o que mantuvieran un sistema educativo propio.

  • La ley de Protección de Lugares Sagrados adoptada desde la reunificación de la ciudad concede prerrogativas a todas las comunidades que allí habitan y especifica que todos los sitios, instituciones y actividades religiosas deben ser administrados por sus respectivas autoridades, sin interferencia de ninguna clase. Más aún el compromiso israelí de asegurar el libre acceso a los lugares sagrados ha sido ratificado en forma contundente por el hecho de que, desde el comienzo de su administración, se ha garantizado la entrada de cien mil a ciento cincuenta mil peregrinos musulmanes provenientes de países como Arabia Saudita, Kuwait y Jordania, quienes técnicamente se encuentran en guerra con Israel.
  • En el proceso de las negociaciones de paz para Medio Oriente han propuesto alternativas para modificar el status de Jerusalem, entre las cuales podemos destacar:
  1. Convertir a parte de Jerusalem en la capital política del futuro Estado palestino, lo que sería practicamente suicida si tomamos en cuenta los antecedentes de intolerancia musulmana.
  2. Otorgarle un status internacional, premisa que resulta improcedente si consideramos el carácter central de esta ciudad para la vida judía desde hace 3000 años.
  3. La única posibilidad viable es tal como hasta ahora mantener el control israelí sobre la ciudad que es la Capital eterna e indivisible del Estado de Israel, al tiempo que las diversas comunidades permanezcan al frente de la administración de sus respectivas zonas de interés

Consideraciones sobre el "poder judío"

Me llegó esta info a modo de mail.
Hay judíos que afirman que en la Argentina no hay antisemitismo, será que las balas les pasan silbando por los costados y los tipos están tan desentendidos que ni se dan cuenta... O que esconden la cabeza en el suelo como un avestruz (dejando el resto del cuerpo al descubierto, y pensando que así pasan desapercibidos). Lo más grave es que se genera e inclulca a través de los medios masivos de comunicación.

El contenido del mail:

Consideraciones sobre el "poder judío"

A continuación difundimos la trascripción de lo ocurrido el 11 de septiembre de 2007 durante el programa "Almorzando con Mirtha Legrand" -emitido por América TV- con la participación de Eduardo Aliverti, Nelson Castro, Mario Mactas, Daniel Malnatti y José 'Pepe' Eliaschev. El áspero diálogo entre Eliaschev y Aliverti se suscitó a partir de una observación hecha por la conductora sobre la intención de la prensa de establecer un paralelismo entre Cristina y Hillary. Que cada lector saque sus conclusiones.


ALIVERTI: Hay toda una cosa. El respaldo del Partido Demócrata yanqui, el "Jewish Power", el poder judío de los EE.UU. y el lobby que apoya a Cristina…
ELIASCHEV: ¿El poder judío de los EE.UU.? ¡Qué expresión tan desagradable, Eduardo! ¡El poder judío de los EE.UU.!
ALIVERTI: ¿No hay? ¿De qué me vas a acusar? ¿De fascista?
ELIASCHEV: No te voy a acusar de nada. Pero "poder judío de los EE.UU." es una frase de marca de fábrica "facha"...
ALIVERTI: No, Pepe, disculpá. No es ninguna marca de fábrica "facha"...
ELIASCHEV: ¿Hay un poder católico en los EE.UU.?
ALIVERTI: Perdón. Hay un lobby en el Partido Demócrata de los EE.UU (interrupciones, voces superpuestas.), y de ninguna manera voy a aceptar que digas que con esto, nada menos que a mí...
ELIASCHEV (interrumpe): Las palabras "poder judío", las diga Aliverti o las diga Seineldín son claramente...
ALIVERTI (interrumpe): No. ¡Son poderes de lobby! Como aquí existen. Perdón, ¿aquí no existe el poder de la Iglesia Católica?
ELIASCHEV: Pero hay un poder evangélico, un poder católico...
ALIVERTI: Obviamente, ¡pero obviamente!
ELIASCHEV: ¿Así que Hillary Clinton es el poder judío?
ALIVERTI: ¡Obviamente!
ELIASCHEV: Listo. ¡Sonamos!
ALIVERTI: No, no sonamos, Pepe. No voy a aceptar un chantaje de esta naturaleza...
ELIASCHEV: ¿Qué chantaje? Yo no te chantajeo. Me parece que es antidemocrático y claramente discriminatorio hablar de que en una sociedad abierta como lo son los Estados Unidos, hay un poder judío.
ALIVERTI: Bueno. Yo no creo que sea una sociedad tan abierta...
MIRTHA LEGRAND (dirigiéndose a Eliaschev): ¿Por qué te agravia tanto?
ELIASCHEV: No, no es que me "me agravie", Mirtha. Me parece que esa frase es la marca de fábrica del peor pensamiento, Mirtha. Los Estados Unidos son una sociedad abierta y plural en donde hay evangélicos, católicos, negros, hispanos. Ahora nadie habla de otras minorías, excepto la judía...
ALIVERTI: ¡Pero nadie se enoja por eso, Pepe, por favor!
ELIASCHEV: Yo no me estoy "enojando". Lo que estoy diciendo... (lo interrumpen varias voces superpuestas)…
ALIVERTI: ¡Pero, Pepe, no te tenías que poner así!
ELIASCHEV: ¿Cómo hablamos con el lenguaje del enemigo, Eduardo? "Poder judío" ¿Vos usás acaso la palabra "subversivo"?
ALIVERTI: En algún caso, sí. Aplicada a los militares...
ELIASCHEV: Aplicada a los militares... Pero cuando ellos hablan de una sociedad como "subversiva", vos los repudiás, ¿no?
ALIVERTI: ¿Pero a vos te parece que un tipo como yo soy acusable?
ELIASCHEV (interrumpe): No, vos no sos "acusable" de nada...
ALIVERTI: ¿Usar semánticamente la frase "poder judío" es antisemitismo?
ELIASCHEV: Yo simplemente comenté, en una mesa de periodistas, sobre el uso del lenguaje, Eduardo.
ALIVERTI: Está bien.
ELIASCHEV: Somos lo que decimos y lo que escribimos.
ALIVERTI: No sólo eso. Somos lo que decimos, lo que escribimos y lo que hacemos.
ELIASCHEV: Correcto.
MIRTHA LEGRAND: ¿Cómo lo llamarías vos, Pepe?
ELIASCHEV: Por empezar, que Hillary Clinton tenga el apoyo de los judíos implicaría que los judíos son una cosa unificada, que responden simultáneamente...
ALIVERTI (interrumpe): ¡Obviamente que no, Pepe! No dije eso. Estoy hablando del poder de lobby de los judíos...
ELIASCHEV: En los Estados Unidos hay judíos pro Bush, hay judíos pro Partido Demócrata, hay judíos sionistas y los hay no sionistas. Entonces, no hay un "poder judío". Hay judíos, hay negros, hay evangélicos, hay católicos...
ALIVERTI: Pero, Pepe, hay un poder hispano... Pepe, no te enojes. Me parece que te enojaste...
MIRTHA LEGRAND: Pepe, (Aliverti) no lo ha dicho de manera agresiva. ¡En absoluto!
ALIVERTI: lo tomaste como una agresión personal.
ELIASCHEV: No, personal no. De ninguna manera...
ALIVERTI (interrumpe): Parece que lo tomaste como una auto victimización, que nada que ver...
ELIASCHEV: ¿Nada que ver? Yo no te acuso de nada. Tengo 25 años de relación con Eduardo Aliverti.
ALIVERTI: Pero, por eso. ¿Mirá si hablaba de la Iglesia Católica acá?
ELIASCHEV: ¡Pero no dijiste "poder católico"!
ALIVERTI: ¿Cómo que no? El lobby eclesiástico. Bergoglio, ¿que es?
ELIASCHEV: ¿pero vos crees que Hillary Clinton es un producto del lobby judío?
ALIVERTI: ¿Pero vos crees que no se puede hablar de lobby eclesiástico?
ELIASCHEV: ¿pero vos creés que Hillary Clinton es el producto del lobby judío?
ALIVERTI: No, yo creo que Hillary Clinton y el Partido Demócrata responden a intereses del poder financiero de los Estados Unidos, que no es exclusivamente el mismo lobby que el republicano... ¡No es para tomarlo desde lo religioso!
ELIASCHEV: Al debate que hubo en la televisión de los EE.UU. fueron ocho precandidatos demócratas, incluyendo Hillary Clinton. ¿A ver si la señora Cristina Fernández es capaz de enfrentar a siete candidatos en un debate televisivo?
ALIVERTI: Es un problema de Cristina, Pepe, no tiene que ver con...
MIRTHA LEGRAND: A ver, Eliaschev, ilústreme. ¿Por qué es tan malo que haya un poder judío en los EE.UU.?
ELIASCHEV: No es que "esté mal". El concepto de que los judíos piensan y actúan de una manera unívoca remite a una vieja concepción antisemita, según la cual hay un Consejo de los Sabios de Sion, la vieja idea anti-judía de que los judíos son una conspiración mundial.
ALIVERTI: Estoy de acuerdo.
ELIASCHEV: Cuando a Jacobo Timerman lo secuestran y lo torturan en los testículos, ¿qué le preguntan (Ramón) Camps y (Miguel) Echecolatz? ¿Quiénes son tus referentes en el poder judío mundial? Eso le preguntaron. Tenemos que estar nosotros, judíos y no judíos, y sobre todo los periodistas, muy atentos al uso de conceptos y de palabras que remiten a una estructura de pensamiento siniestra.
ALIVERTI: Estoy de acuerdo con vos, Pepe. Pero no confundas colectividad con lobby...
ELIASCHEV: Y además, en el Partido Demócrata está Barack Obama, que es negro y que finalmente tal vez sea el candidato, y además de Hillary hay otros seis más. Y sin embargo, ¡decimos que Hillary es el "poder judío"! En fin, qué se yo..




YO SE QUE...

 
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