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Tzipi Livni y Bibi Netanyahu se declararon victoriosos. No importa quién tenga más votos, el Likud tiene ventaja para formar una coalición de gobierno



Un conteo parcial de los votos mostró que las elecciones se encuentran en una posición demasiado cerrada como para declarar un ganador.

El oficialismo obtendría 29 bancas contra 28 del Likud. "Seré el próximo primer ministro", aseguró el ex premier Bibi Netanyahu.

En una última acción por conservar el poder, Livni propuso un gobierno de unidad nacional al Likud, aunque por los dichos de Netanyahu que se considera ganador, la propuesta sería rechazada.

Con el 50% de los votos escrutados, el gobernante Kadima, de la candidata Tzipi Livni, estaría conquistando entre 29 y 30 escaños, mientras que la oposición de centroderecha cosecharía entre 27 y 28.

Asimismo, los datos indican que el partido Israel Beitenu, liderado por el ruso Lieberman, se colocaría tercero con 15 bancas, seguido por el laborismo, de Ehud Barack, con 13.

Luego se colocan el partido ultra-ortodoxo Shas que contaría 10 escaños, mientras que el izquierdista Meretz tendría 4, al igual que Ra'am Ta´ y Hadash.

De confirmarse estas tendencias, a pesar de que Livni obtuviera la primera minoría, lo más probable es que se forme un gobierno entre Likud y Beitenu, con el apoyo de la agrupación Shas.

Sin embargo, quien formará el gobierno de coalición es aún un enigma, porque de mantenerse a su vez la estrecha diferencia entre Lieberman y Barack, será complicado lograr una mayoría en el Congreso para cualquiera de los dos principales partidos.

De todas maneras, el laborismo reconoció la derrota e indicó que "ahora nos toca la oposición". En cambio, Livni manifestó que "Israel eligió al Kadima".

Lieberman, a su vez, envío un mensaje al Kadima, al asegurar que para formar gobierno con ellos, Livni deberá "moverse a la derecha". Del mismo modo, dijo haberse comunicado tanto con la actual Canciller como con Netanyahu, y señaló que quiere "un gobierno nacional de centro-derecha", en una clara referencia a una alianza con el ex premier conservador.

Por otra parte, un frente de centroizquierda compuesto por Kadima, Laboristas y Meretz tendría 47 escaños aunque no sería suficiente para formar un gobierno.

Más de cinco millones de israelíes estaban habilitados para votar hoy en los comicios legislativos que determinarán el nuevo gabinete, de los cuales acudieron a las urnas cerca de un 65% del padrón.

Dado que probablemente ni Likud ni Kadima podrá constituir un gobierno, producto de la ausencia de una mayoría absoluta en el Parlamento, se espera que el Likud buscará una alianza con Lieberman, coalición que le garatizaría la formación de un Ejecutivo.

 
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