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Asesinan a ciudadano iraní con la excusa que supuestamente espiaba para Israel



Un ciudadano iraní, Ali Ashtari, de 45 años ha sido ejecutado en Teherán con la excusa de servir como espía para Israel.

Ashtari fue condenado dos días después por un tribunal revolucionario en Teherán, que lo halló culpable de ser un muhareb (el que combate a Dios y a su Profeta).

"El director general del ministerio de Inteligencia, responsable del contraespionaje, anunció el ahorcamiento de Ali Ashtari, que fue condenado a muerte en junio por espionaje por cuenta del régimen sionista", anunció la agencia Isna.

La agencia oficial Irna precisó que "Ali Ashtari, espió en favor del Mosad durante tres años". Y lanzó una advertencia contra "las tentativas de infiltración" de los servicios de inteligencia israelíes "utilizando las redes de comunicaciones, sobre todo internet".

Ashtari, de 45 años y detenido en febrero de 2007, había sido acusado de estar implicado en una trama de los servicios secretos israelíes con el objetivo de interceptar las comunicaciones de responsables iraníes que trabajaban en el controvertido programa nuclear.

Según Teherán, el condenado habría participado también en operaciones de sabotaje exitosas en instalaciones de investigación iraníes, principalmente en el sector de la energía nuclear.

El director del contraespionaje iraní aseguró en junio que Ashtari consiguió colocar "equipamiento en ciertas instituciones" gracias a "la confianza que tenían en él la Organización iraní de la Energía Atómica e institutos de defensa".

"Algunos de nuestros proyectos de investigación han fracasado por culpa del suministro de esos equipos y en algunos casos los fracasos han sido importantes e irreversibles".

El jefe del programa atómico iraní, Gholamreza Aghazadeh, afirmó en enero de 2007 que unos equipamientos eléctricos importados ilegalmente de Turquía provocaron la destrucción de 50 centrifugadoras de enriquecimiento de uranio en la planta de Natanz (centro) en 2006.

En su proceso en junio, Ashtari dijo que era director de una empresa especializada en telecomunicaciones seguras y que trabajaba entre Teherán y Dubai para "clientes especiales en Irán", según la agencia Fars.

Según esas declaraciones, Ashtari fue contactado por dos personas, Jacques Charles y Tony, que lo invitaron a Tailandia, Turquía y Suiza presentándose como inversores potenciales.

"Me dieron equipamiento, como un ordenador portátil y una maleta satélite con la que se pueden enviar mensajes en clave", declaró el ajusticiado en el proceso, según Fars.

El objetivo de la operación era facilitar, a través de Ashtari, equipos a los iraníes para poder espiarlos.

En Irán también están castigados con la pena capital el asesinato, la violación, el robo a mano armada, el tráfico de droga y el adulterio.

Fuente: AFP

 
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