Sus convicciones políticas son más fuertes que sus convicciones religiosas
El Patriarca Michel Sabbah, el principal clérigo del Vaticano en Israel, declaró hace unos días que es una discriminación contra los no judíos el hecho de que Israel se considera el estado judío.
Esta declaración refleja mala intención, ignorancia, hipocresía y descaro, defectos que, por lo general, una persona dedicada a la religión no tiene o no debería tener.
Sabbah es mal intencionado cuando acusa falsamente de discriminación religiosa a Israel ya que alguien como él, que ha vivido toda su vida en esta región, sabe muy bien que en Israel (a diferencia de los países islámicos) no existe religión oficial del estado. Por el contrario hay completa libertad de cultos.
Sabbah demuestra ignorancia cuando asume que la denominación "estado judío" es una definición religiosa, cuando él debería saber que es una definición nacional. Demuestra ignorancia al contradecir al Papa Juan Pablo II quien, en el año 1987, manifestó que los judíos tenían el mismo derecho de ser una nación que todas las otras naciones. Demuestra ignorancia cuando no recuerda que la Declaración de las Naciones Unidas en 1947 pidió el establecimiento de dos estados, uno judío y el otro árabe. Demuestra ignorancia de su propia religión, basada en la Biblia, ya que hace caso omiso de los numerosos versos donde Dios promete la Tierra de Israel a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob.
Sabbah es hipócrita al acusar a Israel de discriminación contra otras religiones cuando él, mejor que nadie, sabe que sus hermanos palestinos musulmanes son los culpables de discriminación y persecución de árabes cristianos, lo que ha provocado la emigración de la mayoría de ellos a otros países. La población de Belén, la cuna del cristianismo, en el año 1948 era 85% cristiana. Hoy los cristianos que aún quedan, muchos de ellos con las maletas listas, no llegan al 15%. Por el contrario, mientras que en todo el Medio Oriente los cristianos están desapareciendo, en Israel hoy el número de cristianos (150,000) es mayor al número que había en el año 1948.
El descaro de Sabbah es de proporciones gigantescas. ¿El representante del Vaticano, estado católico por antonomasia, donde el Papa es soberano absoluto, se atreve a criticar a un país por auto titularse judío? ¿Se ha quejado alguna vez de que varios países, entre ellos algunos de sus hermanos árabes, se auto denominan "islámicos"?
En realidad la declaración de Sabbah no constituye una sorpresa. En una ocasión dijo de los israelíes, "Los expulsaremos al igual que expulsamos a los Cruzados".
Nuestro consuelo es saber que Sabbah no es el peor clérigo cristiano que nos ha tocado la suerte de tener entre nosotros. En 1971 el sacerdote anglicano Elías Khoury fue deportado por haber transportado terroristas que colocaron una bomba en un súper mercado de Jerusalem.
La explosión mató a dos personas e hirió a otras 11. Khoury, luego de ser deportado, fue nombrado obispo de la Iglesia Anglicana en Amman, y posteriormente fue miembro del ejecutivo de la OLP.
Otro sacerdote, cuya caridad cristiana no incluía a los judíos, fue el arzobispo griego católico Hilarión Capucci.
Este religioso fue atrapado in fraganti contrabandeando armas del Líbano a Israel, destinadas a las actividades terroristas de la OLP. Fue enjuiciado y condenado a pena de cárcel, pero, a solicitud del Vaticano, fue puesto en libertad.
Fuente: El blog de David Mandel