PARA LEER CON MAYOR COMODIDAD PODES

No permitamos que vuelvan a abrir la herida, destruyendo lo más sagrado para el alma judía, la ciudad de Dios, que tanta sangre nos costó recuperarla




El rey David escribió: Si me olvidare de ti, oh Jerusalem, pierda mi diestra su habilidad. Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; Si no elevara a a Jerusalem sobre todas mis alegrías." Salmo 137:5-6

David era un poeta, un músico pero también era un rey guerrero. El mensaje apasionado de David es sencillo pero a la vez eternamente profundo. Si yo te olvido Jerusalem, que mi mano derecha pierda su habilidad artística para tocar el arpa, y que mi lengua se seque sobre mi paladar. Para quien la música es tan importante, no ser capaz de cantar ni de tocar su instumento es como estar muerto en vida. Si Jerusalem dejaba de ser la fuente de su más intensa alegría, él sentía que la vida no tenía sentido.

Esa pasión judía del Rey David por Jerusalem se mantiene intacta a través de miles de años. Jerusalem no es la capital de Israel desde 1967, Jerusalem es la capital de Israel desde que el Rey David la conquistó a los Jebuseos hace 3000 años.

Y la pura verdad es que "Palestina" es tan real como "Alicia en el País de las Maravillas". La entidad palestina como pueblo surgió en 1964 como recurso y creación de Yaser Arafat para eliminar al pueblo judío del mapa. Antes de esa fecha los árabes de Israel no se identificaban con ninguna entidad palestina, y se consideraban a si mismos como parte de una provincia siria con capital en Damasco.
Y el único objetivo de esos árabes no ha cambiado: eliminar a Israel del mapa.

 
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