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El conflicto de Gaza en Latinoamérica por: Andrés Oppenheimer



Una de las cosas que más me sorprendieron durante mis vacaciones de fin de año en Argentina y Uruguay es que la gente allí parece estar siguiendo el conflicto de Gaza en el Medio Oriente mucho más de cerca --y más apasionadamente-- que en Estados Unidos.

Los periódicos de esta parte del mundo encabezan sus primeras planas con titulares sobre el conflicto del Medio Oriente, dándoles mayor prominencia que a las noticias sobre la crisis financiera global, o las noticias locales. En la televisión, el ataque israelí contra el grupo terrorista Hamas tras los constantes ataques con cohetes de ese grupo contra Israel es motivo de calurosos debates en los que la mayoría de los invitados critican a Israel.

Hamas, oficialmente definido un grupo terrorista por los Estados Unidos y la Unión Europea, a menudo no es identificado como tal en los medios sudamericanos.

En varias reuniones sociales con políticos, empresarios y diplomáticos, me hicieron más preguntas acerca de la posible política para el Medio Oriente del presidente electo Barack Obama que sobre ninguna otra cosa. Y ocurre algo muy semejante en otros lugares de Sudamérica.

A principios de esta semana, el presidente venezolano Hugo Chávez --que ha sellado una ''alianza estratégica'' con Irán, el principal estado patrocinador de Hamas-- expulsó al embajador de Israel, citando como causa el supuesto ''genocidio'' israelí en Gaza.

Y en Argentina, el organizador de manifestaciones callejeras, Luis D'Elia --quien esta semana confirmó a la revista Noticias que recibió $1 millón de la dictadura de Cuba para financiar las protestas antiestadounidenses durante la visita del presidente George W. Bush a Argentina en el 2005-- encabezó el martes una manifestación ante la embajada is-

raelí en Buenos Aires en la que arrojó pintura y objetos contra la sede diplomática.

¿A qué se debe todo este interés en Gaza?, me pregunté. ¿Se debe a que Argentina y Uruguay tienen grandes comunidades judías y árabes? ¿O a un sentimiento subconsciente de consolación por el hecho de que, a pesar de que hay grandes problemas en Sudamérica, hay otras partes del mundo en que hay problemas más grandes?

Muchas de las personas a las que les hice estas preguntas me respondieron que se debe a la política, y a los petrodólares. Chávez y sus aliados, incluyendo a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, están importando el conflicto palestino-israeli a una región en la que judíos y musulmanes solían vivir en armonía.

El involucramiento sudamericano en la política del Medio Oriente aumentó notablemente desde el 2006, cuando Chávez recibió por primera vez en Venezuela al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. Desde entonces, Ahmadinejad ha regresado a Venezuela, y también ha visitado Cuba, Nicaragua y Bolivia. Ahmadinejad firmó varios acuerdos económicos y políticos en estos viajes, incluyendo planes para financiar nuevas emisoras radiales y televisivas progubernamentales en Bolivia y otros países.

Emilio Cárdenas, ex embajador argentino en las Naciones Unidas, me señaló que tanto Irán como Venezuela se benefician al identificar el sentimiento antiestadounidense en la región con el sentimiento antiisraelí. Cuando la emisora televisiva regional Telesur, financiada por Venezuela, ofrece gratuitamente a los canales de televisión latinoamericanos filmaciones de niños palestinos heridos por bombas israelíes, el mensaje no demasiado subliminal es que Washington está apoyando una atrocidad, explicó.

''Para Chávez, pegarle a Israel es pegarle a Estados Unidos'', señaló Cárdenas. ``Esto es funcional tanto para [la propaganda política de] Venezuela como para Irán''.

Mi opinión: No me sorprende que Chávez esté usando el conflicto de Gaza para atizar el sentimiento antiestadounidense. Chávez está debilitado por la caída del precio del petróleo y necesita un conflicto con Washington para justificar sus intentos de perpetuarse en el poder como sea. Y no me sorprende que los medios oficiales argentinos compren la versión de Chávez: Venezuela se ha convertido en el principal soporte financiero del gobierno argentino en los últimos años.

Pero resulta triste que muchos periodistas respetables en la región, al exigir correctamente un cese de hostilidades en el Medio Oriente, no le recuerden al público que Hamas está llevando a cabo una guerra religiosa en la que exige oficialmente la aniquilación del Estado de Israel, y que Hamas ha estado lanzando cohetes sobre territorio israelí, quebrando un cese de fuego preexistente.

Si Argentina, Uruguay o cualquier otro país estuvieran sufriendo ataques diarios de parte de un grupo que abiertamente propugna una ''guerra santa'' para destruirlos como nación, dudo realmente que actuarían de manera muy diferente a la de Israel.

No reconocerlo --y no reconocer el hecho de que, a diferencia de Israel, los terroristas de Hamas disparan intencionalmente sobre blancos civiles y luego usan a la población civil como escudos humanos-- es intelectualmente deshonesto y coquetea con el racismo contra un grupo étnico que no hace mucho sufrió el peor holocausto del que se tenga memoria.

La responsabilidad del liderazgo palestino, en la historia de su pueblo, por George Chaya



El Gran Muftí Husseini, líder de los árabes palestinos durante la época del Mandato Británico, residió en Berlín durante la Segunda Guerra Mundial y fue el principal aliado árabe del Tercer Reich (foto)

El liderazgo palestino se ha convertido en el peor enemigo de su pueblo, ha desaprovechado oportunidades históricas inmejorables, no ha sido realista, ni siquiera pragmático y en los últimos años se ha debatido entre el terror de Hamas y la corrupción del Fatah.

La carta constitucional de Hamas demanda clara y terminantemente la destrucción del Estado de Israel y fundamenta esta anomalía en la posición de Amin Al Hussein, el Gran Muftí de Jerusalén, recuérdese que en el año 1937 la Comisión Británica Peel sugirió la partición de Palestina con el 80% del territorio para a los palestinos y el 20% a los judíos, fue allí cuando el Gran Mufti descarto de plano ese ofrecimiento. Estas negativas de 1937 y 1947, según los teólogos de Hamas, alcanzan sobradamente para justificar la existencia del movimiento, de allí que sus lideres lo manifiestan con expresiones sagradas tomadas del discurso de los estudiosos (religiosos) que interpretaban a Palestina como un waqf muslimin (atributo-don religioso islámico), por tanto se prohíbe ceder un solo centímetro de ese territorio. Esto es, en resumidas cuentas, el pensamiento animista y mágico que precede “realmente” a la constitución de Hamas.

La ley religiosa judía, también sostiene, al igual que la ley islámica, la prohibición de ceder una palmo de tierra a los no judíos. Pero no es menos cierto y debe ser dicho, que en los años de la creación del Estado de Israel Ben Gurion demostró la verdadera diferencia cultural-dirigencial al exponer (con inteligencia y mentalidad moderna) su propia refutación a esa ley por considerarla obsoleta y atemporal a las necesidades del momento y de su pueblo.

¿Cuál es entonces el peligro del islamismo que pretende instaurar Hamas basándose en posiciones religiosas obsoletas que perjudican a su propio pueblo?

En su concepción radical, Hamas aspira crear una sociedad paralela adoctrinando a las generaciones más jóvenes desde la retórica (y la fantasía) conspirativa de la ocupación contra la saqueada tierra de Palestina, de hecho, lleva años en ese trabajo (con algunos éxitos concretos) dentro de la comunidad de Gaza. En su cosmovisión pro-iraní, Hamas sostiene que la sociedad islámica lo engloba todo, esto es: la vida social, la economía y la política. Así, aspira a controlarlo todo a través de los valores propios a su religión, El Islam no es “soluble” en la posición de Hamas cuyo liderazgo sunnita extremista aspira a imponer sus propios valores. Por el contrario, los musulmanes, en tanto que individuos, si son perfectamente “solubles”. La inmensa mayoría viven su fe en paz, particularmente las comunidades emigradas a otros países, fuera de la región.

El sectarismo que pregona y simboliza Hamas es más peligroso que el terrorismo materialmente hablando. El terrorismo reclama un tratamiento policial, militar y judicial. El radicalismo de Hamas se sirve de la retórica para alimentar el odio generacional entre sus ciudadanos adoctrinándolos para la destrucción del Estado de Israel, es engañosamente populista y coquetea con la demagogia. Con tales elementos, construye una sociedad paralela que mina y socava la propia sociedad palestina despojando a los ciudadanos de sus derechos y convirtiéndolos en “nada”. El pensamiento de Hamas, al igual que el de Hezbollah en Líbano, es tan peligroso como el fascismo, el nazismo o el estalinismo, porque considera ilegal todo aquello que no es parte de su concepción ideológica-confesional.

Mientras tanto varios gobiernos europeos, entre ellos el gobierno español intenta promover (desde hace algunos años) el proyecto diplomático de una “Alianza de Civilizaciones”. ¿A que se referirá Rodríguez Zapatero y Moratinos con ello? Ellos deberían espabilarse, ilustrarse sobre el Oriente Medio y gobernar con seriedad pues están haciendo todo lo posible para que España se caiga del mundo, y ya no estará Bush para apuntarle culpas.

Infortunadamente, no son pocos los gobernantes europeos que no comprenden que desde la otra orilla del Mediterráneo, Europa no existe. Si existen Alemania, Italia y Francia en tanto actores individuales. Pero a nivel continente, en su contexto y para el pensamiento de regimenes como los de Teherán o Damasco y sus organizaciones terroristas satelitales Hamas, Hezbolá o Yihad Islámica, Europa no es mas que una simple “oficina de subsidios”. En Siria e Irán utilizan la ideología progresista europea para sus propios fines y ríen cuando escuchan a la diplomacia del viejo continente hablar de “Alianza de Civilizaciones”.

La manifestación de identidades culturales, étnicas o religiosas del Oriente Medio esta muy lejos de ser comprendida en su real significado por gran parte de la dirigencia en Europa y esto es notorio al observar como se aborda la materia, a menudo se exhibe tal desconocimiento e ingenuidad que infunde un sentimiento de profunda pena y misericordia escuchar a sus diplomáticos e intelectuales.

Vengo de un país donde un ciudadano, usted, yo, cualquier persona, no tiene existencia legal antes de ser bautizado y reconocido, por los dignatarios y religiosos musulmanes si el individuo profesa esa religión. Recuerdo, no sin tristeza, cuando acompañe -hace varios años- a un compañero de la Universidad que había sido padre a inscribir a su hijo en un registro civil en Líbano, el funcionario que nos atendió, nos decía inquieto, “...le falta un papel, no puedo registrarlo...”. ante el nerviosismo de mi amigo, pregunte: ¿qué papel?. El funcionario, molesto, me respondió: el papel del Sheik, “que certifique que ambos padres son musulmanes”. La esposa procedía de una familia no islámica, yo no lo sabia, jamás le hubiera preguntado por su religión a la esposa de mi amigo, conclusión: era un matrimonio mixto y aunque mi amigo si era musulmán, el niño no fue inscripto sino hasta 3 años después en un registro civil de Chipre donde si aceptaron registrarlo, claro que con ciudadanía chipriota y no libanesa. Un verdadero disparate por donde se lo evalúe!

Recordé esta experiencia porque es a través de la ciudadanía y los principios cívicos, cuando los hombres son iguales ante la ley, puesto que somos ciudadanos y solidarios en la aceptación de los principios comunes es que disponemos de derechos y asumimos obligaciones. Los integristas del Hamas así como la dirigencia del Fatah deberán entender esa cuestión y despojarse de ideas propias de la edad media, su máximo líder, Ismael Haniyyah tiene que saber que no todos los palestinos ( musulmanes o cristianos) están de acuerdo con sus postulados y que todos ellos le exigirán rendir cuentas por no haber asumido sus responsabilidades emergentes de la elección de enero de 2006, que dio a Hamas un importante numero de diputados en el Parlamento (pero luego el movimiento decidió deslegitimarse y convertirse en un grupo golpista y terrorista cuando asesinaron a sus hermanos del Fatah en junio de 2007 para arrebatarles el poder en la Franja de Gaza).

Si es que Hamas sobrevive a esta guerra cruel y demencial que decidió lanzar y de la que es absolutamente responsable, deberá comprender que en la lucha política lo realmente verdadero, valiente y patriótico es el aporte de ideas y el intercambio de las mismas, aun con quienes discrepen con las suyas, ello y no lanzar misiles a civiles israelíes habrá de ser lo que brindara a los palestinos la salida a un futuro en paz, sin violencia y con un Estado propio.

El pueblo palestino tendrá su estado cuando entre ellos germine el dialogo sincero, donde las ideas y las acciones honestas estén direccionadas a la población para construir juntos un Estado serio y sustentable que demuestre al mundo que han aprendido de su tragedia. Contrario sensu, se estará repitiendo la historia, pero como tragedia potenciada.

Los palestinos no deben cambiar su creencia religiosa, nadie en el mundo le pediría eso a ningún pueblo jamás, pero deberán flexibilizar sus creencias e intelectualizar aspectos de modernización en sus leyes religiosas que den lugar a políticas pragmáticas, dejando de lado las máximas que caracterizan la inflexibilidad teocratica que neutraliza la idea y la acción en términos políticos.

La dirigencia palestina tendrá que superarse en sus cuadros intelectuales y no debe olvidar que por sus creencias cerradas e inflexibles, el entonces Gran Mufti de Jerusalén Amin Al-Husseini fue el artífice en 1937 y 1947 de que su pueblo perdiera a su patria. Ellos no deberían perder de vista el ejemplo de David Ben Gurion, quien tomo su decisión basándose en la política, y lo hizo en el saber y en el convencimiento que ella es el arte de lo posible, o en cualquier caso, lo hizo en base a lo que era factible dado el equilibrio de poder existente en cierto tiempo y lugar. Y allí radico la diferencia de la inteligencia y el pragmatismo dirigencial judío por sobre el palestino. No fue poco lo que Ben Gurion logro: El obtuvo una patria para su pueblo.

Fuente: Diario de América

La invasión, por Carlos Semprún Maura



Hace años vi a una madre palestina con doce hijos declarar que ya se le habían muerto tres y que esperaba que cayeran más en esa guerra santa. Lo que no precisaba la señora era que por cada hijo muerto cobraba 50.000 dólares de Saddam Hussein.

Por "arriba", la invasión mahometana consiste en comprar París con sus petrodólares. Bueno, sólo sus barrios chics, sus hoteles de lujo, sus palacetes y sus bancos. El capitalismo islámico ya es propietario de los Campos Elíseos ("la avenida más bella del mundo", dicen los franchutes). Ya tenían el Ritz (y prohibieron la entrada a Salam Rusdhie) y acaban de comprarse el emblemático Crillon –en la Plaza de la Concordia– y una red de hoteles de lujo en París y en las provincias. "Por abajo" la invasión, que ya está teniendo bastante éxito, se basa en la alianza implícita –y a veces explícita– de la extrema izquierda francesa y de la extrema derecha islámica (o al revés, es lo mismo). En los flancos están los famosos suburbios, calificados de "difíciles" por las incapaces autoridades francesas, donde los imanes y los traficantes de droga comparten, o se disputan, el poder real.

Con motivo de la guerra de Gaza, este sábado 10 hubo otra manifestación antisemita y fue más numerosa porque los propalestinos ya han vuelto de sus vacaciones en la nieve. Los sociólogos, los politólogos, los catedráticos y demás ralea podrán debatir durante siglos para esclarecer las diferencias semánticas, políticas y racistas entre el antisemitismo, el antisionismo y el odio a Israel, que reconozco que existen, pero no en las calles de París y de muchas otras ciudades del mundo. Aquí la gente desfiló, como tantas otras veces, con las consignas, las pancartas y los gritos de "¡Israel asesino!", "¡Israel nazi!" y "¡Mueran los judíos!". Como siempre, en los medios de comunicación aparecieron manifestantes ingenuos que declararon que ellos sólo pedían la paz. Me lo creo, no dudo lo más mínimo sobre su imbecilidad (de hecho, conozco a algunos), pero los otros, los más numerosos, sí pedían la guerra, el triunfo de Hamás y la destrucción de Israel.

Se ha glosado mucho durante estos días sobre estas manifestaciones y sobre todo lo relacionado con la guerra en Gaza, y hasta los más moderados, los menos islamofascistas, gimen a gritos: "Sí, es cierto que Hamás es en parte responsable de lo que está ocurriendo, pero Israel mata a demasiados civiles inocentes, como si no supieran que los terroristas palestinos utilizan a los civiles como escudos humanos". Tomemos el caso tan comentado de las víctimas civiles en la escuela de la ONU; ¿quién denunció, aparte de los propios israelíes, que Hamás había instalado morteros en el tejado de dicha escuela? Siempre ha sucedido en las diferentes intifadas que Arafat y sus cómplices lanzaran niños a la vanguardia para proteger a sus milicias y cuando en esas condiciones moría un niño, la foto de su cadáver daba la vuelta al mundo.

Hace algunos años, vi por televisión a una madre palestina con doce hijos declarar que ya se le habían muerto tres y que esperaba que cayeran más en esa guerra santa a las órdenes de Alá, porque al morir de esa manera encontraban una autopista hacia el paraíso. Lo que no precisaba la señora era que por cada hijo muerto cobraba 50.000 dólares de Saddam Hussein.
Con el antisemitismo que reina en la Educación Nacional –el caso Redeker es el más escandaloso, pero no el único– podemos anunciar la buena nueva: Francia se islamiza cada vez más.

Fuente: Libertad Digital (España)

Fotos de las caras de 117 israelíes asesinados por Palestinos en ataques terroristas en Israel desde Annapolis



Se puede ampliar haciendo click sobre la imagen.

Sí, es antisemitismo, por Jeff Jacoby



La crítica a Israel no le convierte a uno en un antisemita: se ha dicho por activa y por pasiva. Pero de alguna manera, ese mensaje no parece haber calado entre los cientos de manifestantes antiisraelíes de Fort Lauderdale, Florida, que la semana pasada se concentraban para protestar por la operación militar de Israel en Gaza. Como sus pancartas y cánticos dejan claro, las políticas del estado judío no es lo único a lo que se oponen. Su animadversión va más lejos.

Los manifestantes cantaron "¡Bombardeemos, bombardeemos Israel!" y llevaban pancartas acusando a Israel de "limpieza étnica" y portando mensajes tales como: "¿Tomó nota Israel durante el Holocausto? Feliz Hanukkah", A la docena de partidarios de Israel concentrados en la otra acera, uno de los manifestantes gritaba: "¡Asesinos! ¡ Vuelvan a los hornos! ¡Necesitan uno bien grande!".

El conflicto árabe-israelí levanta fuertes pasiones, y la frontera que separa la desaprobación legítima hacia Israel del antisemitismo puede no ser siempre evidente. Pero cuando se escucha a alguien animando a los judíos a "volver a los hornos," es seguro asumir que la frontera ha sido superada.

La página web holandesa Snaphanen publicaba el otro día una fotografía de un folleto que está siendo repartido en la plaza del ayuntamiento de Copenhague. Por una cara proclama: "¡Paz con Israel nunca!" y "¡Matemos al pueblo de Israel!" Por la otra cara: "¡Hay que matar a los judíos en cualquier parte del mundo!" La ortografía del folleto es pésima, pero su mensaje de antisemitismo genocida no podría estar más claro.

Lo mismo se puede decir del mensaje lanzado en Ámsterdam el sábado, donde la multitud de una concentración antiisraelí cantó repetidamente, "¡Hamás! ¡Hamás! ¡Todos los judíos al gas!” Y el mensaje de Bélgica, donde manifestantes pro-Hamás incendiaban banderas, quemaban un menorah público, y pintaban cruces gamadas sobre las tiendas propiedad de judíos.

Sólo infinitesimalmente menos vil es el mensaje pregonado en las manifestaciones de Boston a Los Ángeles, pasando por Vancouver: “Palestina será libre desde el río hasta el mar” -- una nueva declaración entonada del llamamiento de Mahmoud Ahmadineyad a "borrar del mapa a Israel",

Digámoslo una vez más: todo comentario negativo acerca de Israel no es una expresión de prejuicios raciales . Israel no es más inmune a las críticas que cualquier otra nación. Pero es necesaria una ceguera selectiva para no ver que el antisionismo hoy -- la oposición a la existencia de Israel, el rechazo a la idea de que el pueblo judío tiene un derecho de autodeterminación -- es simplemente el viejo perro del antisemitismo con un collar nuevo.

El odio a los judíos siempre ha sido multiforme, alterándose puntualmente para reflejar las temáticas de la distintas eras. En unas épocas puso sus miras en los judíos con la excusa de su religión, satanizándoles como los asesinos de Jesucristo o los enemigos de la verdadera fe. En otras, los judíos han sido acusados de quinta columna desleal a ser reprimida o expulsada, como una enfermedad racial a ser extirpada físicamente.

En nuestros días, el odio a los judíos se expresa de manera aplastante en términos nacionales: es el estado judío lo que obsesiona a los racistas. "Lo que el antisemitismo hizo una vez a los judíos como pueblo, ahora lo hace como nación," escribe la columnista británica Melanie Phillips. "Primero fue a por la religión de los judíos, y después fue a por los propios judíos; ahora va a por el estado judío",

La afirmación de que el antisionismo no es racismo resulta absurda en cualquier otro contexto. Imagínese a cualquiera afirmando con vehemencia que Irlanda no tiene ningún derecho a existir, que el nacionalismo irlandés es racismo, y que aquellos que asesinan a irlandeses son en realidad víctimas merecedoras de la simpatía del mundo. ¿Quién entendería estas salidas de tono como algo diferente a fanatismo anti-Irlandés? ¿O quién creería que quien las pronunciase no albergaría prejuicios contra lo irlandés?

De la misma manera, aquellos que satanizan y deslegitiman a Israel, aquellos que dicen que el mundo estará mejor sin él, que le exigen estándares de perfección que no se exige a ningún otro país del mundo, que elogian o simpatizan con sus enemigos mortales, que lo equiparan con la Alemania Nazi o la Sudáfrica del apartheid, que lo utilizan de chivo expiatorio de crímenes que no sólo no ha cometido, sino de aquellos de los que es víctima además -- sí, esa gente es antisemita, tanto si lo reconoce como si no.

¿Criticar a Israel? De acuerdo. Pero aquellos que con tanta virulencia denuncian a Israel en su guerra contra Hamás se están alineando con los fanáticos antijudíos más virulentos del planeta. Pueden proclamar que eso no les convierte en antisemitas. Pero es que sí lo hace. "Cuando la gente critica a los sionistas," decía Martin Luther King en 1968, “quiere decir judíos. Expresa antisemitismo",

Fuente: Diario de América

Netanyahu avala la operación defensiva en Gaza y afirma que es una "guerra justa"



El líder de la oposición israelí expresa su total apoyo al Ejecutivo y asegura que su país "ha esperado durante mucho tiempo" para responder a los disparos con cohetes desde la franja.

El líder de la oposición en Israel y jefe del partido Likud, Benjamín Netanyahu, ha manifestado que la operación defensiva que lleva a cabo su país en la franja de Gaza "es una guerra justa" y que el Gobierno israelí cuenta con su apoyo.

"El Ejército (israelí) realiza un trabajo que se sale de lo común. Combatimos una guerra justa, con medios justos en la que lamentablemente se producen muertes de civiles", afirmó Netanyahu, candidato favorito según las encuestas de cara a las elecciones generales que se celebran en Israel el próximo 10 de febrero. El dirigente conservador insistió en que pese a la operación defensiva en Gaza, Israel debe celebrar los comicios, "porque si no daríamos a los terroristas una tremenda victoria, capturarían nuestra democracia".

El líder del Likud y primer ministro del Estado de Israel entre 1996 y 1999, expresó en una comparecencia ante medios de comunicación extranjeros en Jerusalem su total apoyo al actual Ejecutivo israelí y dijo que su país "ha esperado durante mucho tiempo", ocho años, en responder a los disparos con cohetes desde Gaza.

Ante la inevitable existencia de víctimas civiles palestinas en los 18 días de contienda en Gaza, Netanyahu dijo: "No es cierto que Israel ataca civiles, trata de evitarlo a toda costa, pero como en toda guerra es inevitable".

El dirigente del Likud equiparó al movimiento islamista Hamas, que gobierna la franja de Gaza desde junio de 2007 tras derrocar sangrientamente a las fuerzas leales al presidente palestino, Mahmud Abás, con la red terrorista internacional Al Qaeda. "Luchamos contra un enemigo (Hamas) que quiere nuestra destrucción y es equivalente a Al Qaeda, nadie se plantea un acuerdo de paz con esa organización", apostilló.

También advirtió del peligro de que Irán logre echar raíces en la franja de Gaza, ya que "es uno de los mayores enemigos, un Islám militante que aspira al armamento nuclear".
Sobre sus aspiraciones en caso de que, como le vaticinan las encuestas, gane las elecciones y logre formar un Gobierno en Israel, Netanyahu se fija dos objetivos: restaurar la seguridad en el país e impulsar una paz económica con las fuerzas moderadas palestinas. "Debemos cambiar la actual ecuación y construir la paz desde la base de la pirámide", recalcó, al indicar que se propone tratar de impulsar un proceso escalonado para mejorar la prosperidad en Judea y Samaria.

Sin ahondar en si su iniciativa aboga finalmente por el establecimiento de un Estado palestino, Netanyahu afirmó ante los periodistas extranjeros que "una solución de dos estados es de consenso mayoritario en Israel y que los asuntos en disputa estarán sujetos a negociación".

Fuente: Diario de Sevilla

Dios salve a Israel, por Nito Verdera


Como creyente y lector del Antiguo Testamento, creo necesario recordar aquí y ahora que Dios, a la muerte de Moisés, habló con Josué diciendo: «Moisés, mi siervo, ha muerto. Ahora, pues, ve y pasa ese Jordán, tú y todo este pueblo, hacia la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Todo lugar donde sentéis de vuestros pies os la doy, como he dicho a Moisés.

Desde el desierto y el Líbano hasta el río grande, o Eufrates, todo el país de los hititas, y hasta el mar grande a poniente, será vuestra frontera. Como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni abandonaré. Cobra ánimo y sé fuerte, porque tú has de estar en posesión a este pueblo de la tierra que a sus padres juré les entregaría».

Tengo, pues, muy claro, que el pueblo de Abraham, de Moisés y de Josué está defendiendo parte de la tierra prometida, el actual Estado de Israel. Y se está defendiendo de la organización terrorista Hamas que desde la franja de Gaza está lanzando cohetes contra las zonas judías de Beer Sheva, Ashkelon, entre otras.

Golda Meir (Ucrania 1896-Jerusalén 1978), política, estadista y Primera Ministra de Israel, militante del partido Laborista, manifestó en una ocasión a los que intentaban destruir el Estado de Israel: «Entiendo que nos quieran borrar del mapa, pero no pretendan que cooperemos con ustedes para lograr ese objetivo».

Fuente: Diario de Ibiza

Solucionar "el problema palestino", por Daniel Pipes



La guerra de Israel contra Hamás trae a colación el viejo dilema: ¿qué hacer con los palestinos? Los estados occidentales, incluyendo a Israel, han de fijar los objetivos para trazar su política hacia Cisjordania y Gaza.

Examinemos en primer lugar lo que sabemos seguro que no funciona y no puede funcionar:

* Control israelí. Ninguna de las partes desea continuar con la situación iniciada en 1967, cuando las Fuerzas de Defensa de Israel asumieron el control de una población que es religiosa, cultural, económica y políticamente distinta y hostil.
* Un estado palestino. Los Acuerdos de Oslo de 1993 abrieron este proceso pero una mezcla tóxica entre anarquía, fundamentalismo ideológico, antisemitismo, yihadismo y belicismo tribal condujo a un fracaso palestino total.
* Un estado binacional: teniendo en cuenta la antipatía mutua entre las dos poblaciones, las esperanzas de un Israel-Palestina combinados (lo que Muammar al-Qaddafi llama "Israstina") son tan remotas como absurdas.

La exclusión de estas tres posibilidades deja solamente un enfoque práctico, el que ha funcionado tolerablemente bien durante el período 1948-1967:

* Gobierno jordano-egipcio compartido: Ammán gobierna Cisjordania y El Cairo gobierna Gaza.

Ciertamente, este enfoque rescatado del pasado despierta escaso entusiasmo. El gobierno jordano-egipcio no sólo fue mediocre, sino que reanimar este acuerdo frustrará los impulsos palestinos, ya sean nacionalistas o islamistas. Además, El Cairo nunca quiso Gaza y ha rechazado con vehemencia su devolución. En consecuencia, el analista académico desecha esta idea como "una fantasía esquiva que sólo puede eclipsar las opciones difíciles y reales".

No lo es. Los fracasos de Yasir Arafat y Mahmoud Abbás, de la Autoridad Palestina, y el "proceso de paz" han invitado a una reevaluación en Ammán y Jerusalén. En la práctica, Ilene R. Prusher, del Christian Science Monitor, concluía ya en 2007 que la idea de una confederación cisjordano-jordana "parece estar cobrando atractivo a ambas orillas del Río Jordán".

El gobierno jordano, que se anexionó Cisjordania con entusiasmo en 1950 y prescindió de sus aspiraciones al territorio sólo bajo la tesitura de 1988, está dando signos de querer su devolución. Dan Diker y Pinchas Inbari documentaban para el Middle East Quarterly en 2006 cómo "el fracaso de la Autoridad Palestina a la hora de hacer valer su control y convertirse en una entidad políticamente viable ha movido a Ammán a reconsiderar si la estrategia de mantener distancias hacia Cisjordania revierte o no en su interés". El estamento gubernamental israelí también se ha mostrado receptivo esta idea, invitando ocasionalmente a las tropas jordanas a entrar en Cisjordania.

Despreciando el autogobierno, algunos palestinos celebran la opción jordana. Un alto funcionario de la Autoridad Palestina bajo el anonimato declaraba a Diker e Inbari que alguna forma de federación o confederación con Jordania ofrece "la única solución razonable, estable y a largo plazo del conflicto palestino israelí". Hanna Seniora opinaba que "Las presentes esperanzas débiles de una solución de dos estados nos obligan a reconsiderar la posibilidad de una confederación con Jordania". Hassán M. Fattah, del The New York Times, cita a un palestino afincado en Jordania: "Todo ha sido arruinado por nuestra parte -- llevamos 60 años luchando y no nos queda nada. Sería mejor que Jordania llevara la batuta en Palestina, que el Rey Abdaláh se encargara de Cisjordania".

Esto no es simple palabrería: Diker e Inbari informan que las negociaciones a puerta cerrada entre la Autoridad Palestina y Jordania en 2003-2004 "terminaron en un acuerdo de principios de enviar a 30.000 efectivos de las Fuerzas Badr" a Cisjordania.

Y mientras que el presidente de Egipto Hosni Mubarak anunciaba hace ahora un año que "Gaza no forma parte de Egipto, nunca lo será", ésta no es en absoluto su última palabra. En primer lugar, Mubarak aparte, los egipcios quieren de manera sustancial una vinculación fuerte con Gaza; Hamás está de acuerdo; y los líderes israelíes se muestran de acuerdo en ocasiones. De manera que la base para una reforma de la política ya existe.

En segundo lugar, Gaza es considerablemente más parte de Egipto que de "Palestina". Durante la mayor parte del período islámico, estuvo controlada por El Cairo o bien formó parte administrativamente de Egipto. El árabe coloquial de Gaza es idéntico al que hablan los egipcios del Sinaí. Económicamente, Gaza tiene relaciones sobre todo con Egipto. El propio Hamás se deriva de la Hermandad Musulmana, una organización egipcia. ¿Va siendo hora de pensar en los habitantes de Gaza como egipcios?

En tercero, Jerusalén podría adelantarse a Mubarak. Si anunciara una fecha en la que dejaría de proporcionar todo el agua, la electricidad, la comida, las medicinas y el resto del comercio, además de aceptar una seguridad egipcia incrementada en Gaza, El Cairo tendría que aceptar la responsabilidad de Gaza. Entre otras ventajas, esto le haría responsable de la seguridad de Gaza, poniendo fin de una vez por todas a los miles de proyectiles y ataques de mortero de Hamás.

La adopción jordano-egipcia no levanta sombreros, pero ahí podría residir su valor. Ofrece una forma incomparablemente sobria de solucionar "el problema palestino".

Fuente: Diario de América

"Leche y Miel", el programa semanal en español de Arutz 7 conducido por Rafael Kaufmann







Entrevista con el Rabino Menajem Burstein - Director del Instituto Puah Centro para la ayuda de la esterilidad
Novedades de la Operacion "Plomo solido" Rafael Kaufmann entrevista al Lic. Gabriel Ben Tasgal, editor de noticias Guysen quien plantea sobre las futuras opciones de Israel y sobre la última prohibición a dos listas árabes del parlamento israelía postularse, aludiendo que apoyan el terror y son anti-israelíes por definición.
El Rabino Daniel HaCohen Stawski cuenta sobre el comienzo del segundo libro de la Tora, Exodo o su traduccion literal, "Nombres". Un excelente artículo de la periodista española PIlar Rahola sobre la ostinación del mundo y de la izquierda española en particular de siempre criticar a Israel.
Y la entrevista de cierre con el Director dél Instituto Puah, quien explica sobre los temas a ser tratados en el 18 Congreso Anual del Majón Puah, como Ultrasound tridimensional y varios temas éticos actuales entre otros exámenes preparto, cuantos cesareas puede una mujer pasar y más.

Para bajar el programa a tu computadora o reproductor de música y escucharlo luego, picar con el mouse sobre el siguiente link "Leche y Miel en mp3"

Fuente: http://www.israelnationalnews.com

 
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